Reclamaban derechos antiguos no respetados; les fabricaron delitos, afirma la defensa
El juzgado municipal de Villa Aldama, Veracruz, dictó ayer auto de formal prisión contra 10 campesinos nahuas de Ixhuatlán de Madero capturados por la policía estatal el pasado 14 de junio en el nuevo poblado Diez de Junio, dentro del predio San José El Dorado. La juez Cristina Ortiz Hernández validó las acusaciones contra los indígenas "de despojo de tierra, daños a un chaleco antibalas que vale 4 mil 200 pesos, desobediencia a particulares y ultraje a la autoridad".
Por esos presuntos delitos, que aún si hubieran sido cometidos no ameritarían prisión, se envió a los detenidos a un penal de alta seguridad, siguiendo el guión de Atenco y Oaxaca. La protesta social pacífica se disfraza de delincuencia, y sin solidez jurídica se le castiga "ejemplarmente".
Ana María Vera Cid, defensora de los indígenas, expresó que a éstos les "fabricaron" cargos para confinar en una cárcel, como la Pericles Namorado Urrutia de Villa Aldama, a Domingo Francisco Verónica, Enrique Flores Catarina, Severo Antonio Hernández, Pedro Gutiérrez Hernández, Basilio Villa Antonio, Audencio Santiago Hernández, Luis Francisco Martínez, Daniel de la Cruz Antonia, Antonio Santiago Hernández y Alicio Martínez Cruz.
La tortura física y sicológica a que fueron sometidos (según el testimonio del defensor de derechos humanos, y también detenido, Javier Islas) se conjuga con la morosidad de los juzgados de Chicontepec, Jalacingo y Villa Aldama.
Como declaró Vera Cid al portal electrónico veracruzano Al Calor Político, los juzgados actuaron "en perjuicio de mis defendidos, toda vez que han dejado correr los días sin importarles los derechos penales y humanos".
Manta de la otra campaña, "cuerpo del delito"
Los 10 indígenas pertenecen a la organización Dorados de Villa que, reclamando derechos antiguos nunca respetados por las autoridades, ocupó un predio, presunta propiedad de la familia Faisal, el 9 de junio. Tras el desalojo violento realizado por la policía y los pistoleros de Álamo, "aparecieron" cuatro pistolas, que se agregaron al expediente, junto con banderas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), mantas de la otra campaña y otros "cuerpos del delito", para armar una espiral de cargos.
"Los indígenas nunca tuvieron pistolas. La diligencia oficial sobre una inspección especial habla de que no se veían armas, sólo machetes y resorteras", agregó la abogada. "Tuvieron que acumularles delitos para retenerlos en prisión".
En tanto, la Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH) insiste en que se desconoce el paradero de otros 15 indígenas, a quienes se ha buscado en las cárceles de Benito Juárez, Chicontepec y Tuxpan, sin que las autoridades "respondan de sus acciones".
Entre los desaparecidos está Gabino Flores Cruz, representante de los indígenas. La RUDH exige que "sean presentados con vida y en libertad, porque no son asesinos ni delincuentes".
No obstante, circulan ya versiones de que la escalada contra los campesinos nahuas podría alcanzar audaces alturas. Según versiones del Diario de Poza Rica, firmadas por Tomás Melo, "durante la reunión del consejo regional de seguridad pública se hizo la petición a los comandantes de los municipios serranos para que estén muy al pendiente de los movimientos que realicen personas afines al EZLN, ante los hechos violentos vividos en el rancho de la familia Faisal Nader, en donde la policía estatal se enfrentó a tiros con un comando de encapuchados, logró la detención de 11 empistolados y decomisar varias armas y equipos de radiocomunicación, así como uniformes y camisas con emblemas de la dirección de seguridad pública".
Estos hechos habrían ocurrido cuando la policía, comandada por José Esmit Birughi, "se percató de que se trataba de invasores respaldados por un comando de encapuchados, quienes portaban mantas con la leyenda 'la otra campaña, otra forma de hacer política'". Se identificó "como líder del grupo armado un tal Gabino Flores, alias comandante Doroteo Villa Arango (sic), quien indicó que su grupo se denomina Dorados de Villa". La versión habla de un enfrentamiento. La policía detuvo "once encapuchados, ya que se encontraban un sinnúmero de guerrilleros camuflajeados (sic) entre los cerros, quienes abrieron fuego con armas de alto poder conocidas como cuerno de chivo, dándose a la fuga el comandante Doroteo, el cual fue rastreado por toda la sierra, pero logró escapar". En similar prosa, la flamante versión oficial concluye que "hay rumores de que los municipios de Chontla y Tantoco pudieran ser madrigueras de grupos armados".
Hermann Bellinghausen. Tomado de La Jornada 23 06 07.
El juzgado municipal de Villa Aldama, Veracruz, dictó ayer auto de formal prisión contra 10 campesinos nahuas de Ixhuatlán de Madero capturados por la policía estatal el pasado 14 de junio en el nuevo poblado Diez de Junio, dentro del predio San José El Dorado. La juez Cristina Ortiz Hernández validó las acusaciones contra los indígenas "de despojo de tierra, daños a un chaleco antibalas que vale 4 mil 200 pesos, desobediencia a particulares y ultraje a la autoridad".
Por esos presuntos delitos, que aún si hubieran sido cometidos no ameritarían prisión, se envió a los detenidos a un penal de alta seguridad, siguiendo el guión de Atenco y Oaxaca. La protesta social pacífica se disfraza de delincuencia, y sin solidez jurídica se le castiga "ejemplarmente".
Ana María Vera Cid, defensora de los indígenas, expresó que a éstos les "fabricaron" cargos para confinar en una cárcel, como la Pericles Namorado Urrutia de Villa Aldama, a Domingo Francisco Verónica, Enrique Flores Catarina, Severo Antonio Hernández, Pedro Gutiérrez Hernández, Basilio Villa Antonio, Audencio Santiago Hernández, Luis Francisco Martínez, Daniel de la Cruz Antonia, Antonio Santiago Hernández y Alicio Martínez Cruz.
La tortura física y sicológica a que fueron sometidos (según el testimonio del defensor de derechos humanos, y también detenido, Javier Islas) se conjuga con la morosidad de los juzgados de Chicontepec, Jalacingo y Villa Aldama.
Como declaró Vera Cid al portal electrónico veracruzano Al Calor Político, los juzgados actuaron "en perjuicio de mis defendidos, toda vez que han dejado correr los días sin importarles los derechos penales y humanos".
Manta de la otra campaña, "cuerpo del delito"
Los 10 indígenas pertenecen a la organización Dorados de Villa que, reclamando derechos antiguos nunca respetados por las autoridades, ocupó un predio, presunta propiedad de la familia Faisal, el 9 de junio. Tras el desalojo violento realizado por la policía y los pistoleros de Álamo, "aparecieron" cuatro pistolas, que se agregaron al expediente, junto con banderas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), mantas de la otra campaña y otros "cuerpos del delito", para armar una espiral de cargos.
"Los indígenas nunca tuvieron pistolas. La diligencia oficial sobre una inspección especial habla de que no se veían armas, sólo machetes y resorteras", agregó la abogada. "Tuvieron que acumularles delitos para retenerlos en prisión".
En tanto, la Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH) insiste en que se desconoce el paradero de otros 15 indígenas, a quienes se ha buscado en las cárceles de Benito Juárez, Chicontepec y Tuxpan, sin que las autoridades "respondan de sus acciones".
Entre los desaparecidos está Gabino Flores Cruz, representante de los indígenas. La RUDH exige que "sean presentados con vida y en libertad, porque no son asesinos ni delincuentes".
No obstante, circulan ya versiones de que la escalada contra los campesinos nahuas podría alcanzar audaces alturas. Según versiones del Diario de Poza Rica, firmadas por Tomás Melo, "durante la reunión del consejo regional de seguridad pública se hizo la petición a los comandantes de los municipios serranos para que estén muy al pendiente de los movimientos que realicen personas afines al EZLN, ante los hechos violentos vividos en el rancho de la familia Faisal Nader, en donde la policía estatal se enfrentó a tiros con un comando de encapuchados, logró la detención de 11 empistolados y decomisar varias armas y equipos de radiocomunicación, así como uniformes y camisas con emblemas de la dirección de seguridad pública".
Estos hechos habrían ocurrido cuando la policía, comandada por José Esmit Birughi, "se percató de que se trataba de invasores respaldados por un comando de encapuchados, quienes portaban mantas con la leyenda 'la otra campaña, otra forma de hacer política'". Se identificó "como líder del grupo armado un tal Gabino Flores, alias comandante Doroteo Villa Arango (sic), quien indicó que su grupo se denomina Dorados de Villa". La versión habla de un enfrentamiento. La policía detuvo "once encapuchados, ya que se encontraban un sinnúmero de guerrilleros camuflajeados (sic) entre los cerros, quienes abrieron fuego con armas de alto poder conocidas como cuerno de chivo, dándose a la fuga el comandante Doroteo, el cual fue rastreado por toda la sierra, pero logró escapar". En similar prosa, la flamante versión oficial concluye que "hay rumores de que los municipios de Chontla y Tantoco pudieran ser madrigueras de grupos armados".
Hermann Bellinghausen. Tomado de La Jornada 23 06 07.
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