17 marzo, 2007

Tanques llenos a costas de estómagos vacíos

La expansión de la industria de la caña en América Latina

Nosotros, representantes de entidades y movimiento sociales de Brasil, Bolivia, Costa Rica, Colombia, Guatemala y República Dominicana, reunidos en un seminario sobre la expansión de la industria de la caña en América Latina, constatamos que:
El actual modelo de producción de bio-energía se fundamenta en los mismos factores que desde siempre causaron la opresión de nuestros pueblos: apropiación de la tierra, de los bienes naturales y de la fuerza de trabajo.
Históricamente, la industria de la caña sirvió de instrumento para el sostenimiento del colonialismo en nuestros países y la estructuración de las clases dominantes que controlan hasta hoy grandes extensiones de tierra, el proceso industrial y la comercialización. Este sector se basa en el latifundio, en la superexplotación del trabajo (inclusive recurriendo al trabajo esclavo), y en la apropiación de recursos públicos. El sector cañero se estructuró mediante el monocultivo intensivo y extensivo, provocando con ello la concentración de la tierra, de la riqueza y del lucro.
La industria de la caña fue una de las más importantes actividades agrícolas desarrollada en las colonias. Permitió que sectores que controlaban la producción y la comercialización, consiguieran acumular capital y con eso se contribuyó decisivamente para la estructuración del capitalismo europeo. En América Latina, la creación y control del Estado, desde el siglo XIX, continuaron al servicio de los intereses coloniales. Actualmente, el control del Estado por este sector se explica por el llamado “capitalismo burocrático”. La industria de la caña definió la configuración política de los Estados nacionales y de las economías latinoamericanas.
En Brasil, a partir de los años 70, cuando se dio la llamada “crisis” mundial del petróleo, la industria de la caña comenzó a producir combustible, lo que justificaría su sostenimiento y expansión. Lo mismo ocurre a partir del 2004, con el nuevo Programa Pro-Alcohol, que sirve principalmente para beneficiar al agronegocio. El gobierno brasileño comienza a estimular también la producción de biodiesel, principalmente para garantizar la sobrevivencia y la expansión de grandes extensiones de monocultivo de soya. Para legitimar esa política y disimular sus efectos destructivos, el gobierno estimula la producción diversificada de biodiesel por pequeños productores, con el objetivo de darle una apariencia socialmente aceptable a esta actividad. El monocultivo también se ha expandido en regiones indígenas y en otros territorios de pueblos originarios.
En febrero de 2007, el gobierno estadounidense anunció su interés en establecer una alianza con Brasil para la producción de biocombustibles, que sería el principal “eje simbólico” de la relación entre ambos países. Esa es claramente una faceta de la estrategia geopolítica norteamericana, para debilitar la influencia de países como Venezuela y Bolivia en la región. También justifica la expansión del monocultivo de caña, soya y palma africana en todo el territorio latinoamericano.
Aprovechándose de la legítima preocupación de la opinión pública internacional con el calentamiento global, grandes empresas agrícolas, de biotecnología, petroleras y automotrices, perciben que los biocombustibles representan una fuente importante de acumulación de capital.
La biomasa es presentada falazmente como una nueva matriz energética, cuyo principio es la energía renovable. Pero sabemos que la biomasa no podrá realmente sustituir a los combustibles fósiles y que tampoco es renovable.
Algunas características inherentes de la industria de la caña son la destrucción del medio ambiente y la superexplotación del trabajo. Utiliza principalmente mano de obra inmigrante. Por lo tanto, estimula procesos de migración, haciendo a los trabajadores más vulnerables y dificultando todavía más su organización. El duro trabajo en el corte de la caña ha causado la muerte de centenas de trabajadores.
Las mujeres trabajadoras en el corte de la caña son todavía más explotadas, pues reciben salarios más bajos o, en algunos países como Costa Rica, no reciben su salario directamente: el pago de su salario lo recibe su marido o compañero. Es común también la práctica del trabajo infantil en toda América Latina, así como la explotación de jóvenes como principal mano de obra para la agotadora zafra.
Los trabajadores no tienen ningún control sobre el peso real de su producción y consecuentemente de su salario, pues son remunerados por cantidad de caña cortada y no por horas trabajadas. Esta situación tiene serios efecto para la salud y es asimismo causa de muerte de muchos trabajadores por fatiga, debido al trabajo excesivo que demanda el corte de hasta 20 toneladas de caña por día. La mayoría de las contrataciones se realiza por intermediarios, eso dificulta la posibilidad de reivindicación de los derechos laborales, pues no existe un contrato formal de trabajo. La figura del empleador se diluye en este proceso, que niega la existencia misma de la relación de trabajo. El Estado brasileño estimula la utilización de tierras de los asentamientos de reforma agraria y de pequeños agricultores, que actualmente son responsables por el 70% de la producción de alimentos, para producir biocombustibles, comprometiendo de esa forma la soberanía alimentaria.
Por lo tanto, asumimos el compromiso de:
Ampliar y fortalecer las luchas de los movimientos sociales en América Latina y en el Caribe, por medio de una articulación entre las organizaciones de trabajadores existentes y las entidades de apoyo.
Denunciar y combatir el modelo agrícola basado en el monocultivo concentrador de tierra y riqueza, depredador del medio ambiente, responsable por el trabajo esclavo y la superexplotación de la mano de obra. La superación del actual modelo agrícola pasa por la realización de una Reforma Agraria amplia, que elimine el latifundio.
Fortalecer a las organizaciones de trabajadores rurales, asalariados y campesinos, para construir un nuevo modelo cimentado en la agricultura campesina y en la agroecología, con producción diversificada, priorizando el consumo interno. Es necesario luchar por políticas de subsidios para la producción de alimento. Nuestro principal objetivo es garantizar la soberanía alimentaria, ya que la expansión de la producción de biocombustibles agrava la situación de hambre que padece el mundo. No podemos mantener los tanques llenos y los estómagos vacíos.
San Pablo, 28 de febrero de 2007.

Comissão Pastoral da Terra (CPT)
Grito dos Excluídos
Movimento Sem Terra (MST)
Serviço Pastoral dos Migrantes (SPM)
Rede Social de Justiça e Direitos Humanos
Via Campesina
Tomado de Minga informativa Movimientos Sociales

Declaración Universal de los Derechos del Animal

Artículo 1º
Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.

Artículo 2º
a) Todo animal tiene derecho al respeto.
b) El hombre, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a otros animales o de explotarlos violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales.
c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre.

Artículo 3º
a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles.
b) Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia.

Artículo 4º
a) Todo animal perteneciente a una especie salvaje, tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse.
b) Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho.

Artículo 5º
a) Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente en el entorno del hombre, tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y de libertad que sean propias de su especie.
b) Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el hombre con fines mercantiles, es contraria a dicho derecho.

Artículo 6º
a) Todo animal que el hombre ha escogido como compañero, tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.
b) El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.

Artículo 7º
Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad del trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo.

Artículo 8º
a) La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, como toda otra forma de experimentación.
b) Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas.

Artículo 9º
Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que de ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor.

Artículo 10º
a) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.
b) Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.

Artículo 11º
Todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida.

Artículo 12º
a) Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
b) La contaminación y la destrucción del ambiente natural conducen al genocidio.

Artículo 13º
a) Un animal muerto debe ser tratado con respeto.
b) Las escenas de violencia en las cuales los animales son víctimas, deben ser prohibidas en el cine y en la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los atentados contra los derechos del animal.

Artículo 14º
a) Los organismos de protección y salvaguarda de los animales, deben ser representados a nivel gubernamental.
b) Los derechos del animal deben ser defendidos por la Ley, como lo son los derechos del hombre.

Tomado de Ecoportal.net http://animales.ecoportal.net/

La funesta visita de Bush dejó presos a 48 jóvenes en Mérida

1. Las pequeñas, pero combativas manifestaciones de más 500 meridanos en las calles de Mérida, Yucatán -repudiando al presidente asesino- fueron suficientes para que el gobierno del presidente usurpador Felipe Calderón –para congraciarse con Bush- diera la orden para reprimir con brutalidad a los jóvenes. El martes 13, después de una nutrida marcha que comenzó a ser provocada con un débil bloqueo en el Paseo de Montejo, que comenzó a calentar los ánimos de los jóvenes y con una enorme cerca metálica de tres metros colocada para bloquear las calles de los hoteles, que sirvió como un enorme reto a la dignidad ciudadana de la marcha, los participantes decidieron llegar a la Plaza Principal de Mérida. Ese lugar fue seleccionado para tender la trampa a los marchistas que en el trayecto de la marcha apenas pusieron frases en una barda y un monumento.

2. Al llegar frente al Palacio Municipal, según ha trascendido, algún policía ofendió y los jóvenes cayeron en la provocación o la trampa tendida por el mismo gobierno. Dado que todos los que patearon puertas, rompieron un vidrio y una maceta llevaban cubrecaras, se piensa que fue el mismo gobierno quien pagó infiltrados para encabezar los desmanes. Pero lo raro es que en menos de cinco minutos más de 500 soldados disfrazados de policías bajaron de camionetas y camiones para perseguir en la Plaza y sus alrededores a los jóvenes. ¿Cuál fue su criterio para aprehenderlos con brutalidad?
Que sean jóvenes, que portaran camiseta negra, que lleven el cabello largo, que tengan alguna perforación en la cara o un tatuaje en los brazos o que hayan corrido al ver a la policía. Resultado 48 presos inocentes que gobierno y medios de información culpan.

3. En Yucatán, como en todo México, los medios de información –televisión, radio, periódicos impresos, con rarísimas excepciones- son una asquerosidad. Además que los empresarios de los medios sirven con todo cinismo a los intereses del gobierno y de los empresarios, los reporteros y fotógrafos tienen que seguir la línea que las marcan sus jefes o los despiden de trabajo. Un fotógrafo me dijo: “Pedro, las autoridades del municipio nos han pedido todos los rollos de película que tomamos; me he hecho tonto, pero no se hasta dónde llegarán”. Otros periódicos y radio, como el “De peso”, “Milenio”, Diario de Yucatán”, “Radio Fórmula”, sin haberse probado nada a los detenidos los han presentado como “trogloditas”, delincuentes, facinerosos. Un reportero apenado o arrepentido me ha dicho que está dispuesto a corregir.

4. Tengo la convicción que de los 48 jóvenes estudiantes, trabajadores y profesionistas detenidos ninguno tiene culpabilidad alguna y si hubo violencia esta fue provocada por personas que el mismo gobierno infiltró en la marcha. En vez de castigar a jóvenes a quien se debería demandar y castigar es a los organizadores de la visita de un delincuente internacional como Bush que ha ordenado el asesinato de decenas de miles de habitantes de Afganistán, Irak y de presos en Guantánamo. ¿Qué persona no desequilibrada, que esté consciente, puede soportar la visita de un personaje resguardado por varios centenares de agentes militares yanquis que llegan a ordenar, a mandar a ejércitos y policías de otro países, en este caso de México? ¿Quién puede resistir que “su presidente”, aunque sea usurpador, lama las botas a otro gobierno?

5. Bush fue repudiado en toda su gira. Visitó cinco países y en cada uno de ellos se registraron grandes manifestaciones de protesta. En Brasil y Uruguay no fueron reprimidas, pero en Colombia, Guatemala y México se hizo presente la brutalidad policíaca y gubernamental. Además Bush fue repudiado en Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador donde los pueblos se solidarizaron con las luchas de América Latina contra el imperialismo. En varias ciudades mexicanas, además de Mérida, la gente salió a manifestarse contra la visita y en la ciudad de México se registró una gran represión. En Yucatán tanto lo jóvenes como sus padres parecen conscientes de que su inocencia acabará con su injusta detención, pero también muchos de ellos creen que los jóvenes al protestar contra Bush simplemente defienden los derechos de todos, hasta de los cobardes.

6. ¿Para qué le sirvió la gira a Bush? Indudablemente le sirvió de mucho, aunque no logró todo lo que se propuso. Bush quería sacar acuerdos, compromisos de los gobiernos para luchar contra Hugo Chávez. No pudo en Brasil y en Uruguay, pero logró compromisos muy firmes con los presidentes de Colombia, Guatemala y México a quienes tiene agarrado de los testículos por un sin número de préstamos, negocios comerciales y millones de migrantes que cada año envían remesas a sus países. Pero también Bush quería petróleo abundante y barato, en las mismas condiciones ventajosas en que México se lo entrega, así como la organización de un frente contra lo que EEUU llama terrorismo. Aquí México y Colombia reafirmaron su compromiso. Nosotros sellar muy bien la frontera con el ejército y Colombia con su Plan Colombia renovado.

7. Mientras Bush sigue masacrando al pueblo iraquí y amenaza con bombardear Irán, el pueblo norteamericano –aunque terriblemente ideologizado con “un modo de vida yanqui- ha comenzado a exigir la retirada de sus tropas invasoras de aquel país asiático Si gira por América Latina fue sólo un ensayo o una prueba que le demostró –una vez más- un gran rencor u odio de los pueblos hacia su persona y su imperio. Más pronto que tarde el “partido demócrata” de los Kennedy y Clinton comenzarán a barrer a los “republicanos” de los Nixon, Reagan y Bush para exigir el retiro de Irak del ejército asesino invasor. Sin embargo eso no hará buenos a los yanquis sino sólo será el fin de una estrategia militar para iniciar otra porque los gringos no pueden vivir sin organizar guerras porque son éstas las que desarrollan su industria bélica y le dan respeto militar.

8. En Yucatán -el estado más pacífico y quizá más sumiso de la República- la gente ha comenzado a demostrar su despertar con la funesta visita de Bush. A pesar de que durante siglos se ha sometido a una fuerte ideologización del catolicismo y de la clase empresarial, su enorme pobreza y su muy grande desempleo, comienzan a surtir efectos que lo impulsan a la participación. Los estudiantes yucatecos, que siempre fueron repetidores de la ideología impuesta por sus profesores y por la educación nacional, han comenzado a analizar y a ser críticos. Ahora los “educadores” deben ser educados; las autoridades que no ven ni oyen tendrán que comenzar a respetar a la comunidad. Aunque los déspotas militares disfrazados de policías sigan persiguiendo y golpeando al pueblo, éste ha comenzado a caminar y seguramente no habrá ya nadie que lo frene.

9. La represión brutal contra los 48 jóvenes que venían en la marcha contra el asesino yanqui o sólo la observaban desde lejos, servirá de una magnífica experiencia para futuras batallas. Seguirán saliendo a la calle, pero ahora se cuidarán de los provocadores que el gobierno introduce en las reuniones, plantones y marchas. También estarán atentos al gobierno de Calderón que ha prometido mano firme, mano dura, “Estado de derecho” y toda esa suciedad con la que los opresores buscan acallar al pueblo. Pronto los 48 inocentes estarán en la calle si los encargados del poder y de hacer justicia no les inventan cargos. Pero el pueblo estará atento a pesar de la permanente suciedad que riegan los medios de información siempre al servicio de los explotadores. Gracias al asesino Bush y al usurpador Calderón Yucatán comienza a despertar. “No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo aguante”.

Pedro Echeverría V
pedroe@cablered.net.mx

El mito de los biocombustibles

ALAI AMLATINA, 13/03/2007, Sao Paulo.- Recientes estudios sobre los impactos causados por los combustibles fósiles contribuyeron a poner el tema de los biocombustibles en el orden del día. La aceleración del calentamiento global es un hecho que pone en peligro la vida del planeta. Sin embargo, hay que desmitificar la principal solución que actualmente es difundida a través de la propaganda sobre los supuestos beneficios de los biocombustibles.
En contrapunto a esta idea, la profesora Madre-Wan - Ho, de la Universidad de Hong Kong, explica que: "Los biocombustibles están siendo considerados erróneamente como 'neutros en carbono'. Se ignoran así los costes de las emisiones de CO2 y de energía de fertilizantes y pesticidas utilizados en las cosechas".
Un estudio del Gabinete Belga de Asuntos Científicos muestra resultados semejantes. "El biodiesel provoca más problemas de salud y ambientales porque crea una contaminación más pulverizada, libera más contaminantes que promueven la destrucción de la capa de ozono".
La soja es presentada por el gobierno brasileño como el principal cultivo para obtener el biodiesel. "El cultivo de la soja despunta como la joya de la corona del agronegocio brasileño”, afirman investigadores de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA, en portugués).
En este contexto, el papel de Brasil sería suministrar energía barata a los países ricos, lo que representa una nueva fase de la colonización. Las actuales políticas para el sector son sustentadas en los mismos elementos que habían marcado la colonización brasileña: apropiación de territorio, de bienes naturales y de trabajo, lo que representa mayor concentración de tierra, agua, renta y poder.
Se estima que más de 90 millones de hectáreas de tierras podrían ser utilizadas para producir biocombustibles. Además, la "eficiencia" de nuestra producción se debe a la disponibilidad de mano de obra barata y hasta incluso esclava. Esas características son difundidas por órganos gubernamentales y por algunos intelectuales, que fabrican la idea de que la producción de agroenergía traería grandes beneficios.
"Nuestro país posee la mayor extensión de tierra del mundo que todavía puede ser incorporada al proceso productivo", afirman investigadores de EMBRAPA. Ellos estiman que la producción de biomasa "podría ser el más importante componente del agronegocio brasileño". En relación a la expansión de la producción de etanol, concluyen que hay la "posibilidad de expansión de la caña de azúcar a casi todo el territorio nacional".
Brasil produce actualmente 17 mil millones de litros de alcohol por año. Según el - Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, en portugués), serían necesarios más de ocho mil millones de litros solamente para atender el mercado interno. Por lo tanto, el Banco prevé que Brasil deberá expandir su producción a otros países. Con la pretensión de controlar el 50% del mercado mundial de etanol, el BNDESestima que Brasil debería llegar a producir 110 mil millones de litros por año.
"Sólo en la región del 'cerrado', pueden estar disponibles, en los próximos años, para plantaciones de granos, más de 20 millones de hectáreas", revela un informe de la – EMBRAPA. En el Noreste, según los investigadores, "solamente para la papaya hay un área de tres millones de hectáreas apta par el cultivo". Ellos afirman también que "La Amazonia brasileña posee el mayor potencial para plantaciones de aceite de palma en el mundo, con un área estimada de 70 millones de hectáreas".
Sin embargo, este producto es conocido como el "diesel de la deforestación". La producción masiva del aceite de palma (como es conocido en otros países) ya causó la devastación de grandes extensiones de bosques en Colombia, Ecuador e Indonesia. En Malasia, el mayor productor mundial de aceite de palma, el 87% de los bosques han sido devastados.
Brasil puede también cumplir la misión de legitimar la política externa del gobierno estadounidense. En una visita a Brasil, en febrero de 2007, el subsecretario de Estado, Nicholas Burns, afirmó que "La investigación y el desarrollo de biocombustibles pueden ser el eje simbólico de una asociación nueva y más fuerte entre Brasil y Estados Unidos". Los dos países controlan el 70% de la producción mundial de etanol.
Recientemente, en respuesta al impacto de este tema en la sociedad, el gobierno Bush anunció que pretende reducir el consumo de petróleo en 20%. Según Burns, "La energía tiende a distorsionar el poder de algunos Estados que nosotros creemos tienen un peso negativo en el mundo, como Venezuela e Irán". (Folha de S. Paulo, 7 de febrero de 2007).
La expansión de la producción de bioenergía es de gran interés para empresas de organismos genéticamente modificados, que esperan obtener una mayor aceptación del público difundiendo los productos transgénicos como fuentes de energía "limpia".
"Todas las empresas que producen cultivos transgénicos - Syngenta, Monsanto, Dupont, Dow, Bayer, BASF - tienen inversiones en cultivos concebidos para la producción de biocombustibles, como el etanol y el biodiesel. Tienen, además, acuerdos de colaboración con transnacionales como Cargill, Archer, Daniel Midland, Bunge, que dominan el comercio mundial de cereales”, explica Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo ETC de México.
Según Eric Holt-Gimenez, coordinador de la organización Food First, "Tres grandes empresas (ADM, Cargill y Monsanto) están forjando su imperio: ingeniería genética, procesamiento y transporte, una alianza que va a encadenar la producción y la venta de etanol. Y añade que otras empresas del agronegocio como Bunge, Sygenta, Bayer y Dupont, aliadas a la transnacionales de petróleo como Shell, TOTAL y British Petroleum, y también a las automotrices como Volkswagen, Peugeot, Citroen, Renault y SAAB, forman una sociedad inédita que espera grandes ganancias con los biocombustibles.
Experiencias de los pequeños agricultores en el Noreste dedicados a la siembra de la papaya demostraron el riesgo de dependencia hacia las grandes empresas agrícolas, que controlan los precios, el procesamiento y la distribución de la producción. Los campesinos son utilizados para legitimar al agronegocio, a través de la distribución de certificados de "combustible social". La expansión de la producción de biocombustibles pone en peligro la soberanía alimentaría y puede agravar profundamente el problema del hambre en el mundo. En México, por ejemplo, el aumento de las exportaciones de maíz para abastecer el mercado de etanol en Estados Unidos causó un aumento de 400% en el precio del producto, que es la principal fuente de la alimentación de la población.
Silvia Ribeiro alerta que "ahora son los automóviles, no las personas, los que demandan la producción anual de cereales. La cantidad de granos que se exige para llenar el depósito de un camión con etanol es suficiente para alimentar una persona durante un año".
Discutir sobre las nuevas fuentes de energía debe llevar, en primer lugar, a descubrir al servicio de quien estará esta nueva matriz. La construcción de una nueva matriz energética debe tener en cuenta quien será el beneficiario y a qué propósito servirá.
La mayor responsabilidad por el calentamiento global la tienen justamente las grandes empresas que destruyen los bosques y contaminan el medioambiente, las mismas petroleras, automotrices, agrícolas, entre otras, que pretenden lucrar con la bioenergía. (Traducción ALAI)

Edivan Pinto1, Marluce Melo1 y Maria Luisa Mendonça2
1.- Miembros de la Comisión Pastoral de la Tierra Regional Nordeste de Brasil.
2.- Integra la Red Social de Justicia y Derechos Humanos.

Un regalo de los dioses

Hace muchos siglos allá en Teotihuacan, surgió el Quinto Sol y con él una nueva era para la humanidad. En aquel entonces, los dioses se preguntaron "¿Qué comerán los hombres?" Y dijeron: "¡Que descienda el maíz, nuestro sustento!" El encargado de cumplir la orden fue Quetzalcóatl, quien de inmediato descendió a la tierra en busca de la semilla prometida.
Lo primero que hizo fue averiguar el paradero de la hormiga roja, pues ella era la que conocía el sitio exacto donde se encontraba escondido el maíz. Se hizo el encontradizo con ella y con gran insistencia la interrogó hasta que a la hormiga no le quedó otra que guiarlo al Tonacatépetl, el "Monte de Nuestro Sustento". Entonces, Quetzalcóatl se transformó en hormiga negra, se introdujo dentro del monte y sustrajo la semilla del maíz. Enseguida se la llevó a Tamoanchan, el lugar donde viven los dioses, quienes comieron abundantemente de ella y luego compartieron con Oxomoco y su mujer Cipactónal, la pareja náhuatl equivalente a Adán y Eva, "para que se hicieran fuertes".
Después de haber puesto el alimento en los labios de la pareja, los dioses dijeron "¿Qué haremos con el Monte de Nuestro Sustento?", pues se habían dado cuenta de que unos cuantos granos de maíz no eran suficientes para asegurar la vida de los hombres de la nueva era. Quetzalcóatl, asumiendo que la mejor forma que había de controlar el cultivo de maíz era teniendo sus granos al alcance de la mano, regresó a la tierra, ató al Monte de Nuestro Sustento y se lo quiso llevar al Tamoanchan, pero el monte no se quiso mover.
Oxomoco y Cipactónal se preocuparon mucho y acudieron a Nanáhuatl, el sol de Teotihuacan en busca de consejo. El sol, a su vez, pidió ayuda a los Tlaloques, los dioses de la lluvia que viven en lo alto de las montañas. Los Tlaloques llegaron provenientes de los cuatro puntos cardinales: los azules del sur, los blancos del oriente, los amarillos del poniente y los rojos del norte. Todos bajaron para fecundar con su lluvia al maíz. En cuanto llegaron, Nanáhuatl lanzó su poderoso rayo sobre el Monte de Nuestro Sustento y éste se abrió para siempre. De él salió maíz de todos los colores, blanco, azul, amarillo y rojo; los frijoles, la chía, los bledos y todo aquello que constituye nuestro sustento.
Y fue así que Quetzalcóatl, con la ayuda de Nanáhuatl y los Tlaloques, puso en manos de los hombres los dones de la tierra para que se alimentaran y se hicieran una raza fuerte.
Es muy probable que esta leyenda sea más antigua que la propia era del Quinto Sol, sin embargo, hasta nuestros días la gente sigue venerando al maíz como un regalo de los dioses. Como parte de esa veneración, el campesino actual, antes de iniciar la siembra en la milpa, realiza un rito propiciatorio a los cuatro vientos y después de la recolección del maíz siempre guarda las mejores mazorcas como sedimento para que vuelva a dar la cosecha. La mazorca en sí representa el alimento que guarda la vida y, por lo tanto, los campesinos cuelgan en los portales de sus casas mazorcas de todos los colores para que veneren el principio de la abundancia. Esta tradición que data de tantos siglos sigue estando muy viva entre los campesinos, pues es evidente que todo su bienestar está dependiendo de la cosecha del maíz y de frijol, otro de los alimentos básicos en la dieta del mexicano y que también fue robado del Monte de Nuestro Sustento.
La leyenda de Quetzalcóatl robando el maíz para dárselo a los hombres, aparte de poética, es rica en simbolismo. Hace una referencia obvia al mito de Prometeo, pero también nos habla del agua como agente mediador entre el cielo y la tierra. La participación de la lluvia aparte de tener un evidente sentido fertilizador, en muchas tradiciones es considerada como símbolo del descenso de las "influencias espirituales". Por su parte, el maíz, sustento del nacimiento de la cultura mesoamericana, al provenir de la tierra, de esa oscuridad maternal y germinal, y transitar hacia la luz del sol, simboliza la toma de conciencia de los seres humanos en su camino de lo primigenio a la iluminación y a la espiritualidad. Tal vez por eso se piensa que al ingerir un alimento de origen divino uno puede entrar en comunión con los dioses. De ahí que el maíz esté siempre presente en las grandes ceremonias de la comunidad. Sobre todo en aquellas en las que se festeja la vida y la muerte donde la presencia del alimento les garantiza la presencia del dios. Los mexicanos somos hijos del maíz, lo mamamos desde la cuna. A las mujeres parturientas, por cuarenta días se les da atole de maíz y tortillas tostadas, porque se considera que éste es el alimento más preciado para su nutrición. En la vida adulta uno lo puede comer de las más variadas formas, desde el atole fresco hasta el pan de elote, desde tostadas y tlacoyos hasta sopes y gorditas, desde tamales hasta pozole. La generosidad del maíz alcanza para todo, hasta para alimentar a los animales con las sobras. Nada se desperdicia, las hojas sirven para envolver los tamales, el rastrojo mezclado con arena para construir el techo de pequeñas cabañas para guarecerse de la lluvia y el viento en la milpa. Otro de sus usos es el adivinatorio. Los granos de maíz se utilizan en la predicción del futuro, lanzándolos al aire e interpretando la forma en que caen al piso. Me pregunto qué dirían ahora los dioses si supieran que los científicos han robado la semilla de maíz a los hombres para convertirla en una semilla transgénica y poder hacer negocio con ella. Qué sentirían al ver que el maíz pasó de ser un alimento que se produce generosamente en la tierra a un alimento estéril fabricado dentro de los laboratorios. Y también me gustaría saber cómo ven los campesinos la llegada de este tipo de maíz. ¿Estarán bien informados de que se trata de un maíz que no se reproduce? ¿Qué su siembra amenaza la sobrevivencia de variedades de maíz que sólo se encuentran en nuestro territorio? ¿Qué el cultivo de organismos vivos modificados produce una intensa homogeneidad biológica y que con ello los cultivos se hacen en extremo vulnerables a la aparición de plagas? De saberlo ¿dejarían de considerar al maíz como un regalo del Dador de la vida? Porque antes la semilla de maíz llevaba la vida dentro, ahora lo que lleva es un nuevo gen, extraño, profano, implantado dentro de un laboratorio. Ya de nada le sirve ofrecer su siembra a los cuatro vientos, ya de nada le sirve guardar las mejores mazorcas como sementera para la nueva cosecha, ya nada tiene sentido. ¿De qué sirve venerar al maíz en cada una de sus ceremonias rituales: en el nacimiento de sus hijos, en los bautizos, en las bodas, en los velorios, si el maíz no es el mismo, si ya perdió su carácter sagrado? Ahora el principio de la abundancia está en manos de los dueños de los laboratorios y ellos son los que ponen precio a la semilla y deciden qué tipo de maíz debemos comer.
Tengo muy claro cuál fue la intención que empujó a los dioses en su generoso deseo de compartir el maíz con los hombres, lo que no me queda bien claro es la intención de los científicos en su búsqueda de una semilla "mejorada". ¿De quién fue la idea? ¿De dónde nació el deseo de convertirse en dioses, en generadores de nuevos genes? Creo que vino de la idea equivocada de que la ciencia y el pensamiento positivo nos ofrecerían felicidad. Hemos llegado a un punto culminante del error de la modernidad. La carrera del milenio con su pérdida paulatina de valores espirituales y trascendentes le ha restado sentido a los actos personales y colectivos, les ha arrebatado su sacralidad. La ciencia se ha convertido en la nueva religión, ofrece a sus seguidores ampliarles el espectro de la vida, pero aún no les garantiza que ese tiempo sea en años de calidad. A los agricultores les ofrece semillas transgénicas que cuentan con su propio plaguicida biológico, lo que por un lado permite reducir costos y evitar el uso de insecticidas químicos, pero por el otro contribuye a que las plagas a la larga se hagan más resistentes. Y no sólo eso, en un estudio coordinado en México por los doctores José Sarukan y Jorge Larson, ambos directivos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, se demostró que el ADN contenido en los alimentos transgénicos permanece en el intestino por un tiempo mayor al que se pensaba antes, con lo que su material genético puede ser transferido a las bacterias que ahí se alojan y crear cepas modificadas con resistencias que podrían convertirse en un serio problema de salud pública. Por su lado, la Sociedad Internacional de Quimioterapia manifestó hace poco que los genes de resistencia a antibióticos representan un riesgo inaceptable para el ser humano. Tal parece que lo importante es la velocidad y la cantidad con que se reproduce y no los resultados. Y mientras crecen los debates sobre el avance de la ciencia en este campo, el joven mercado mexicano de transgénicos continúa en crecimiento y en 1998 la superficie mundial sembrada con maíz modificado genéticamente alcanzó las 7 millones de hectáreas. Si bien es cierto que a través de la biotecnología se obtienen semillas con resistencia a la sequía o al exceso de humedad y a los suelos ácidos o alcalinos -lo que las convierte en semillas que cuentan con mejores características industriales y nutritivas- debemos reconocer que lo hacen tomando muchos riesgos. En México por ejemplo hay centenares de variedades criollas de maíz y parientes silvestres de éstas, como el teocintle. Si el teocintle recibiera genes de resistencia a herbicidas, podría convertirse con el paso del tiempo en una maleza difícil de controlar. Para colmo, se ha comprobado que los herbicidas de amplio espectro eliminan plantas esenciales para la conservación de los suelos, junto con otras que sirven de alimento a la mariposa monarca. El desarrollo de la estructura naciente de la biotecnología amenaza con destruir estructuras agrarias y ecológicas mundiales y centralizar el control de las reservas mundiales de alimentos en manos de un reducido grupo de compañías. Actualmente el mercado internacional de semillas es controlado en un 32 por ciento por diez compañías: Dupont, Monsanto Norvartis, Groupe Llimagrain, Advanta, AgriBiotech Inc., Savia, Sakata KWS AG, Takii. Todo esto nos lleva a la conclusión de que los beneficios de las semillas transgénicas sólo son a corto, no a largo plazo. Pero esto parece que a nadie le importa. La carrera del progreso y la modernidad así lo determina.
La idea de que sólo existe lo que la ciencia puede comprobar dentro de un laboratorio, nos obliga a creer que no hay nada más allá de lo que podemos tocar con las manos. Que el tiempo es lineal. Que tiene principio y fin. Que tenemos que aprovechar la vida, pues es corta. Que hay que vivir lo más que se pueda. Que el mundo es nuestro y podemos hacer con él lo que queramos. Que la vida no entraña un misterio. A veces la arrogancia del hombre me asusta. Y me pregunto si ya antes de la llegada del Quinto Sol la naturaleza se había sentido amenazada y previendo una catástrofe ecológica, se había cerrado las puertas del Monte de Nuestro Sustento, para que nadie pudiera atentar contra los bienes de la tierra. Desgraciadamente ahora ya no puede hacerlo, es demasiado tarde. Si Quetzalcóatl regresara a la tierra en busca de la semilla de maíz, ¿dónde la iba a encontrar? ¿Dentro de un laboratorio? Quizá en lugar de hormiga se tendría que disfrazar de obrero para poder robársela. El mayor problema es que Quetzalcóatl ya no existe en la memoria de la gente. Los dioses están en el olvido. Nadie va a venir a rescatar al maíz. Y entonces la pregunta obligada es: ¿Qué va a pasar con las mariposas monarca? ¿Morirán irremediablemente? ¿Y nosotros? ¿Qué tipo de transgénica cultura produciremos? ¿El maíz mejorado generará una civilización más fuerte? ¿La globalización logrará acabar con el hambre? ¿O este sólo es un pretexto que tienen los cárteles biotecnológicos para controlar la alimentación mundial? No lo sé. Lo único que creo es que con el cambio de la siembra "científica" del maíz el hombre pasó de sembrador de certezas a sembrador de dudas.

Laura Esquivel
* Artículo exclusivo para Tierramérica de la escritora mexicana, autora del best seller "Como agua para chocolate".

Agrocombustibles versus soberanía alimentaria

Malí, que alojó en febrero 2007 el Foro Mundial de Soberanía Alimentaria "Nyéléni", es uno de los diez países más pobres del mundo, si se mide en dinero. Sin embargo el país tiene recursos como oro y algodón -del cual es uno de los principales productores del continente-, pero la herencia colonial y las imposiciones de la Organización Mundial de Comercio, el FMI y el Banco Mundial han sumido a su población en la miseria. Aún así, Malí sigue siendo un país rico. No por esos recursos, muy vulnerables a cambios tecnológicos y de mercado, sino por otros tesoros: el 80 por ciento de la población sigue ejerciendo cotidianamente la compleja sabiduría de cuidar y producir, en formas diversas y locales, sus alimentos y medicinas y los de sus animales, la fibra de sus vestidos y tejidos y los materiales para sus viviendas, pese a climas de intenso calor y sequía y a las múltiples capas de dominación externa.
Por esa riqueza y contrastes, Malí fue un escenario adecuado para que más de 500 delegados de 118 países y de diversos movimientos sociales -campesinos, trabajadores sin tierra, migrantes, mujeres, pastores, pescadores artesanales, consumidores, ecologistas, indígenas- se encontraran para avanzar análisis y estrategias comunes hacia la soberanía alimentaria, concebida como el derecho y la capacidad de los pueblos, desde sus bases, a producir sustentablemente y en forma diversa y adecuada a sus culturas, alimentos de calidad, suficientes y accesibles para todos.
Pese a las dificultades para llegar a Malí, a la debilidad o falta de presencia real de algunos movimientos importantes en el tema -como los indígenas- y la contradicción de hacer una reunión global para discutir un tema que necesariamente nace y se realiza en la diversidad local; el encuentro fue un hito importante, sobre todo como germen de la colaboración entre movimientos, tanto para la construcción como para la resistencia.
Entre los movimientos allí presentes existen los conocimientos, experiencias y en varios casos, colaboraciones de redes locales y/o que se enlazan a nivel internacional, en temas como la resistencia contra los tratados de libre comercio, los transgénicos, la privatización de conocimientos, semillas, tierras y agua, la devastación de suelos zonas pesqueras y de pastoreo tradicional, la migración forzada y criminalizada, la imposición de normas legales para impedir que los pequeños productores puedan llegar a los mercados y otras. Nyéléni fue una oportunidad para rehacer mapas, reafirmar y fortalecer acciones comunes y construir nuevas.
Entre éstas últimas, surgió con fuerza la denuncia de las amenazas que representan los agro-combustibles, mal llamados "biocombustibles". Delegados de la América, de Asia y de África, aportaron sus conocimientos para armar el rompecabezas de esta nueva trampa, así como la construcción de un amplio frente de resistencia a ella.
Al contrario de lo que afirman sus promotores, como Estados Unidos y la Unión Europea, que serían una respuesta ambientalmente amigable frente al cambio climático producido por los combustibles derivados del petróleo, esta nueva ola de monocultivos industriales no mitigarán ninguno de los problemas existentes y creará nuevos.
Aunque la cantidad de biodiesel o etanol que se puede obtener, varía con el tipo de cultivo, se necesitan enormes extensiones de tierra cultivable para producirlos. Con la cantidad de cereales que se necesitan para llenar el tanque de una camioneta se puede alimentar una persona un año entero. Además, la mayor parte de la energía producida, se consume en el cultivo y el procesado -en petróleo, agrotóxicos, riego, maquinaria, transporte, refinamiento. Según las condiciones y el cultivo, puede incluso dar saldo negativo. Si se incluyen en la ecuación la destrucción de ecosistemas como bosques y sabanas, o el hecho de que las refinerías de etanol y las plantas de procesamiento de celulosa son una fuente de contaminación del ambiente y la salud de los habitantes cercanos, el saldo definitivamente es negativo. Irónicamente, las industrias argumentan que los cultivos normales no rinden lo suficiente, e intentan justificar cultivos y árboles transgénicos -para producir etanol a partir de celulosa-, que agregarían otra gama de amenazas.
Las industrias y gobiernos del Norte necesitan que la producción sea en los países del Sur, en parte porque no disponen de tierra o no quieren usarla para esto, y porque asumen que en esos países los problemas ambientales son obviados por gobiernos ávidos de "inversión" extranjera y de promover la agricultura intensiva de exportación, en desmedro de sistemas locales integrales que constituyan su propia soberanía alimentaria. Las instituciones financieras internacionales (Banco Mundial, Banco Interamericano) ya anuncian que "apoyarán" esta conversión, metiendo en la trampa a pequeños y medianos productores y aumentando las deudas externas de los países.
Claramente hay un proyecto geopolítico de Estados Unidos para disminuir su dependencia de las naciones petroleras, pero además, un interés propio de las empresas que están detrás de esta nueva devastación agrícola: para las industrias que controlan los agrocombustibles (grandes distribuidores de cereales como Cargill, ADM y Bunge, productores de semillas transgénicas como Syngenta, DuPont, Monsanto, Bayer, Dow y las automotoras, todo son ganancias: reciben subsidios directos o indirectos, leyes a su favor y una significativa extensión de las tierras y agricultores dedicados a producir las materias primas que necesitan, al precio que definen, y cada vez más controlarán al aumentar la competencia entre países.
Los agro-combustibles constituyen así un proyecto de recolonización imperial, en un nuevo asalto de las industrias transnacionales a las economías campesinas y a la soberanía alimentaria.

Silvia Ribeiro. Investigadora del Grupo ETC