09 enero, 2008

PARA LOS GUARDIANES DE LOS SUEÑOS


Compañeros, todos, todas:

Me es grato saludarles y me apena lo difícil que esto representa para ustedes. Su actitud valiente y solidaria nos enseña su verdadera convicción ante la desgracia de represión y muerte que siembran quienes defienden intereses mezquinos, que a costa del sufrimiento del pueblo, con el descaro mas perverso, cobarde y ruin, tratan de silenciar a quienes han dicho “¡basta!” y no están dispuestos a la resignación aún a pesar de que el costo sea la misma vida.

A ustedes compañeras y compañeros que con sus actos de valor y entrega total nos descifran el heroísmo que encierra la consigna que surge de sus corazones, invadiendo los espacios más recónditos de nuestro ser, permaneciendo como un sol, destellando esperanza y dignidad que retumban como un trueno “¡no están solos!, ¿están solos? ¡No!, ¡solos no están!”.

No solo los escuchamos: están junto a nosotros. Los sentimos en el viento que nos lleva su voz de aliento y en la luz que alumbra nuestras noches; en los días que pasan lentamente, que endurecen nuestro espíritu y estremecen el corazón que a fuerza de golpes se ha forjado y brilla aún más que como un metal. Lo comprueba el fuego. Se inflama de alegría y gratitud.

A ustedes quienes nos convidan de su fe que nace en el sacrificio y la adversidad. A ustedes que con sus desvelos escriben en el infinito los sueños más hermosos. Sueños que nuestros abuelos han forjado en la fragua de mil batallas de siglos rojos y de silencio y que mañana despertarán en la alegría de nuestros nietos.

Que beberán del néctar y la miel que ayer y hoy guardamos para los que vienen y abrirán un mañana lleno de luz y armonías para todos. Pues las espinas preceden a la flor que iluminará sus miradas extasiadas de paz y esperanza.

¡Los males de un pueblo no pueden curarse con palabras, ni con buenas intenciones, nos reclaman sacrificios! ¡Deje de creer que a los golpes se deba responder con una bendición!

Creo que responder es inevitable, la humillación y el dolor nos lo enseñaron dejando tras de sí su cortejo de atrocidades e infamias.

Los barrotes de mi prisión no nos han separado de mi pueblo. ¡Su corazón late al unísono, junto al mío!

¡A ustedes nuestra gratitud y admiración!

Por permitirnos mirar en sus ojos la mirada de otros.

Por alentar la fe en nuestros corazones.

Por dibujar en el cielo, con luz de estrellas, rojos corazones.

¡De aquellos muy rebeldes, de aquellos que hacen revoluciones!

¡¿Qué mas miedo pueden infundir a nuestras almas?!

¡¿Qué mas dolor a nuestras carnes quieren dar si ya no quedan espacios por lastimar?!

Heridas en las heridas, grilletes, encierros, persecución y muerte…

¡Aguantamos, resistimos, y jamás nos resignamos!

¡Aquí nos damos cuenta que vivimos un periodo de la historia de nuestro país en el que el destino personal no cuenta, por que el destino de todo un Pueblo está en juego!

¡La libertad no es privilegio de quienes aprisionan nuestras carnes!

¡Es el milagro de quienes anidan y paren en sus corazones amor por los demás!

¡Esgrimiendo en su voz, en sus puños, las banderas de ayer y de hoy, de luz y sueños!

¡Mirada y resistir resueltos al reto infame de la bestia negra!

¡El puño al vuelo y el corazón valiente!

¡Que un nuevo amanecer nos llama más allá del ayer, más allá del hoy, más allá de la misma muerte!

¡A ustedes hermanos y hermanas gracias! :

Por enseñarnos a cultivar la fe en esas noches frías

¡Y sus cantos, como los gallos, hacen salir al sol!

¡Antes de correr la vergüenza de no pelear!

¡Sólo el pueblo salva al pueblo!

¡El pueblo vive la resistencia sigue!

¡Quien los quiere por siempre,

y no se rendirá jamás,

su hermano!

Nacho.

SI USTEDES SON FELICES YO TAMBIEN LO SOY.

(Desde el penal de Máximo Exterminio Del Altiplano, antes La Palma)

CONSEJO AUTÓNOMO REGIONAL ZONA COSTA

RESISTENCIA CIVIL DE LA COSTA DE CHIAPAS

A LOS PUEBLOS DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LA OTRA CAMPAÑA NACIONAL E INTERNACIONAL
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
Compañeros y Compañeras:

Como ya es sabido por ustedes a dos años de que la Otra Campaña se hizo pública por el EZLN, han pasado cosas que han obstaculizado el proceso de la misma e incluso la cancelación de la gira por la COMISIÓN SEXTA DEL EZLN, en la cual de una u otra forma a habido represiones, hostigamiento, persecuciones, encarcelamiento y hasta muerte por parte de los gobiernos tanto federal , locales y municipales, como paso en ATENCO, OAXACA y ahora está pasando en las comunidades zapatistas, y en contra de los adherentes a la Otra campaña.
Actualmente el Gobierno Federal de FECAL( FELIPE CALDERON-PAN), y el Gobierno Estatal de JSG (JUAN SABINES-PRD), y los gobiernos municipales de CHIAPAS, se han dedicado a coordinar constantes enfrentamientos y despojos en zonas de influencia zapatista, que solo dan señales de guerra y no de paz, y quieren que la Otra Campaña no siga su camino y su rumbo como lo había hecho desde hace ya dos años, pero claro les decimos que no vamos a permitir que eso siga pasando porque hemos refrendado nuestro compromiso político con la Otra Campaña de que si tocan a uno tocan a todos, por lo siguiente decimos:
PRIMERO.- Que hacemos responsables y condenamos tajantemente de todo lo que ocasionen con sus acciones y con sus grupos paramilitares, a los tres niveles de gobierno y que deben de saber que los compañeros zapatistas no están solos, que nosotros los apoyamos y estamos con ellos y que piense dos veces las cosas que hagan en territorio zapatista, y que no se metan con ellos y que los dejen en paz.
SEGUNDO.-De igual forma exigimos la liberación de nuestro compañero preso en el penal del Amate Jesús López López, preso ya desde hace más de un año, acusado de delincuencia organizada, la liberación de nuestro compañero Rigoberto Méndez, recluido en una cárcel de la ciudad de Huixtla, preso desde hace ya dos años, acusado de violación, y A nuestro Compañero Horacio Enrique, recluido en el Cereso de Tonalá, desde hace ya más de ocho años, acusado de despojo, delincuencia organizada, ataques a las vías de comunicación, y la liberación de los presos políticos y de conciencia en las diferentes cárceles del país, y justicia para los actores intelectuales y materiales de la MASACRE DE ACTEAL, ATENCO y OAXACA.
Por el momento es todo.
¡¡¡¡ Cese al Hostigamiento a las Comunidades Zapatistas!!!!!!
¡¡¡¡ Libertad a los Presos Políticos y de Conciencia de todo el país!!!!
¡¡¡¡ Libertad y Justicia para ATENCO y OAXACA!!!!!
A T EN T A M E N T E
CONSEJO AUTOMO REGIONAL ZONA COSTA DE CHIAPAS

EL FORTIN
JOAQUIN AMARO
SAN ISIDRO
TONALÁ
EL CARMEN

06 enero, 2008

LA SOLIDARIDAD COMO HERMANDAD O COMO USURA.

Palabras de la Comisión Sexta del EZLN en el II Foro Nacional de Solidaridad con las comunidades zapatistas. Jojutla, Morelos. Octubre del 2007.

“… sin embargo, el pesimismo iba ganándola poco a poco; el hambre y la sed, el cansancio, la sensación de impotencia frente a las fuerzas enemigas que cada vez nos cercaban más y, sobre todo, la terrible enfermedad de los pies conocida por los campesinos con el nombre de mazamorra –que convertía en un martirio intolerable cada paso dado por nuestros soldados- habían hecho de éste un ejército de sombras. Era difícil adelantar, muy difícil. Día a día, empeoraban las condiciones físicas de nuestra tropa y las comidas, un día sí, otro no, otro tal vez, en nada contribuían a mejorar ese nivel de miseria que estábamos soportando. Pasamos los días más duros cercados (…), en pantanos pestilentes, sin una gota de agua potable, atacados continuamente por la aviación, sin un solo caballo que pudiera llevar por ciénagas inhóspitas a los más débiles, con los zapatos totalmente destrozados por el agua fangosa de mar, con plantas que lastimaban los pies descalzos, nuestra situación era realmente desastrosa al salir trabajosamente del cerco (…). No teníamos tiempo de recuperarnos ni siquiera un poco cuando un nuevo aguacero, inclemencias del clima, además de los ataques del enemigo o las noticias de su presencia volvían a imponernos la marcha. La tropa estaba cada vez más cansada y descorazonada. Sin embargo, cuando la situación era más tensa, cuando ya solamente al imperio del insulto, de ruegos, de exabruptos de todo tipo, podía hacer caminar a la gente exhausta, una sólo visión en lontananza animó sus rostros e infundió nuevo espíritu a la guerrilla.”

“Pasajes de la Guerra Revolucionaria.
La Ofensiva Final: La batalla de Santa Clara.” Ernesto el Che Guevara.


Así describía Ernesto el Che Guevara, un octubre de hace casi 50 años. Unas semanas después de este desastre que escuchamos, el Che comandaba una de las batallas más impresionantes de la historia militar mundial, la Batalla de Santa Clara.

Días más tarde caía la dictadura de Fulgencio Batista, convirtiendo al pueblo de Cuba, después de ser el último en independizarse, en el primero en ser libre en América.

Y digo esto cuando se va y se viene diciendo que si la soberanía nacional (ahora supuestamente defendida por los “patriotas” senadores), que si el combate al narcotráfico, olvidando que la llamada “Iniciativa Mérida” o “Plan México” tiene como uno de sus objetivos el cerrar la pinza militar y diplomática sobre esa solitaria estrella de dignidad en el Caribe.

De pronto, después de los mismos casi 50 años, el gobierno norteamericano descubre que la opción elegida por el pueblo cubano no depende de un hombre excepcional, sino de una vocación histórica, que es compartida por los pueblos latinoamericanos: la de la libertad y la justicia. El problema entonces para el gobierno de los Estados Unidos no tiene el nombre de Fidel Castro Ruz, sino, para decirlo llanamente, se llama Revolución Cubana.

Hace 40 años el Poder extranjero descubrió que la rebeldía de un continente no moría con la bala que mató a Ernesto el Che Guevara, y que este sentimiento a veces encarna en individuos y siempre en pueblos.

Tal vez a algunos, a algunas, les suene extraño que inicie nuestra participación en este foro de solidaridad con las comunidades zapatistas nombrando al Che y a Cuba, pero es que todo esto viene al caso o cosa porque, según nuestro pensamiento zapatista, no se puede hablar de la solidaridad como hermandad sin pensar en Cuba, en su lucha y en su historia.

Y nombrando a Cuba no nombramos a la víctima en turno, sino a lo que ahí se juega a nivel regional, continental y mundial.

Y nombrar al Che no es realizar ofrendas en el complejo y reiterado culto a la muerte. Es, en cambio, honrar la vida y a la rebeldía que le da sentido y rumbo.


Algo de historia.

“Todo parece imposible la víspera”, dijo alguno de los nuestros, para agregar luego “y resulta que el mañana está ahí nomás, cerca, pero no porque nos espere, sino porque lo construimos en su momento, en otro calendario”.

Y entre los imposibles de ayer, hay futuros hoy. Los hombres, mujeres, niños y ancianos que abrazaron la causa sintetizada en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y decidieron hacer Otra cosa, abajo y a la izquierda, se enfrentan a los imposibles de hoy.

Pero no es la primera vez.

La historia reciente de nuestro movimiento, el zapatista del EZLN, ha tenido varios vuelcos en lo que se refiere a nuestra forma de ver el mundo, particularmente, de ver el quehacer político.

Pensando que estaríamos no sólo solos, sino con todo en contra, nos preparamos para esa madrugada de enero de 1994.

Hace 14 años, con la luna de octubre hecha techo sobre nuestro andar, en las montañas del sureste mexicano se afinaban los últimos detalles del alzamiento. He dicho “afinando los últimos detalles” sólo por repetir un lugar común, en realidad andábamos de un lado a otro, con un relajo que daba mucho que pensar sobre las posibilidades de éxito político y militar del alzamiento en armas de miles de indígenas y la toma de 7 cabeceras municipales del suroriental estado mexicano de Chiapas.

Concretar los últimos preparativos del levantamiento había semejado el esfuerzo de tallar con martillo y cincel una de esas pequeñas joyas de cristalería que asombran por sus colores y brillos. Y así era entonces, y lo es también ahora.

Nuestra causa, las más hermosa, noble y antigua en la historia de la humanidad, la de la libertad de los pueblos, tiene tantos brillos y colores que aún ahora, al borde de los 24 años de empeñarnos en ella, no acabamos de encontrar en su totalidad.

Lo sabemos ahora y lo sabíamos entonces.

Pero no acostumbramos a acomodar los hechos de nuestra historia propia para dar lecciones que nunca tomamos o para dar una idea de limpia coherencia, así que debo deciros que, visto desde la alta y luminosa noche del octubre de 1993, el plan del alzamiento semejaba un gran desorden de piezas de rompecabezas que no tenían nada qué ver entre sí.

Podría alardear ahora, a la distancia del calendario y asomado a la neo militarización del país entero, diciendo que el caos de entonces era parte del plan, y que todo aparentaba desorden propositivamente, con el objetivo de desconcertar a los servicios de inteligencia gubernamentales de México y Estados Unidos, pero no lo haré.

Si a la repetida bolsa de preguntas que ustedes llaman “luna”, le preguntáramos que vio en esas noches en las montañas del sureste mexicano, seguramente diría: “Parecía una sombra múltiple, sin destino, rota”.

Claro que yo hubiera preferido que la luna se refiriera a nosotros como un “espejo fragmentado”, pero alguien que hace tantas preguntas no puede mentir, así que eso éramos: una sombra rota. Tal vez lo somos de nuevo, tal vez lo volveremos a ser.

En otras ocasiones he dado fragmentos de esta forma tan peculiar que tenemos las zapatistas, los zapatistas, de asomarnos al futuro, al mañana. Hay una especie de ironía sobre la muerte y, al mismo tiempo, una gran esperanza por la vida.

¿Por qué?

No han sido pocas las solitarias madrugadas en que he tratado de responder a esa pregunta que la luna nos reitera con su vaivén luminoso. Ha sido el Viejo Antonio, aquel indígena de raíz maya que fue puerta y ventana para nosotros, quien aventuró una respuesta:

“Es cuestión del habla y su tiempo. El presente se habla en individual, el pasado y el futuro en colectivo. La muerte, entonces, es una cuestión que sólo tiene poder en lo individual, y la vida sólo es posible en colectivo. Por eso decimos “muero” y por eso decimos “vivimos”, y “viviremos”.

Y como si tal, ahora recuerdo el diagnóstico típico de las enfermeras zapatistas, y que era así comunicado a los pacientes. No era un “no es grave, te vas a curar”, sino un “de por sí vas a morir, pero no luego, todavía vas a tardar”. Eso sí, el paciente se recuperaba rápidamente. Aunque no sé si por el estímulo de un diagnóstico tan motivador… o porque, al preparar la inyección, la insurgenta de sanidad tenía la gentileza de informarle al paciente que la última vez que había inyectado, se le había roto la aguja dentro de la nalga del compañero. “Pobre compa”, decía mientras sobaba con un algodón empapado de alcohol el lugar donde iba a inyectar, “creo que todavía tiene el pedazo dentro y por eso camina chueco”.

Con todo esto quiero decir que hace 14 años sí pensábamos en la muerte, pero era un asunto particular, como lo son el cepillo de dientes y la ropa interior… bueno, si es que se puede llamar ropa interior a esos pedacitos de tela que las féminas usan ahora y que, además, se las ingenian para que se vean con los pantalones caídos a la cadera.

Mmh… ya me está dando hambre, así que mejor me apuro y completo lo que quiero decirles…

Les decía que si la muerte posible y probable era, y es, una cuestión individual y personal, la vida era y es, para nosotros, un asunto del colectivo que éramos, que somos, que seremos.

En otras palabras, para el zapatismo del EZLN, el fracaso y la muerte se conjugan con la primera persona del singular, (el “Yo, Mi, Me, Conmigo” que diera título a uno de los discos de Joaquín Sabina); y, en cambio, el éxito y la vida llevan siempre de la mano el “nosotros” que nos da identidad, pasado y mañana (lo que se conoce como “Utopía”, que, por cierto, es el nombre de uno de los discos de Joan Manuel Serrat).

En resumen, aquella víspera de la guerra contra el olvido, no es que no cargáramos, además de fuego, con dudas. Las teníamos, y muchas. Pero no se referían a nuestro destino individual o de colectivo. Estas cuestiones se habían resuelto tiempo antes, cuando cada uno de nosotros, cada una de nosotras, habíamos llegado al punto en que, eso sí como algo personal e individual, habíamos llegado a la gran bifurcación que suele presentar el andar del mundo: ¿arriba o abajo?, ¿a la derecha o a la izquierda?, ¿el protagonismo individual o el anónimo colectivo?, ¿la luz o la sombra?

No, las dudas tenían qué ver con lo que encontraríamos acá afuera.

Acháquenlo a nuestro pesimismo dialéctico o a nuestra desconfianza ancestral, pero el caso es que pensábamos que seríamos recibidos con el silencio, la sordera, la condena, la lapidación. Claro, además de con balas y bombas. “No son bombas, son rockets”, dijo el autodenominado historiador y entonces fan de Carlos Salinas de Gortari, como después lo sería de Ernesto Zedillo, Vicente Fox, López Obrador (antes del fraude, claro) y ahora lo es de Felipe Calderón. Creo que se llama Héctor Aguilar Camín, quien, por cierto, ahora firma un libro sobre Acteal, porque el patiño Tello Díaz no estaba a la mano. Más dinero para ampliar los anexos, a cambio de lavar el crimen de Estado que lleva el sello de una guerra de exterminio que lleva ya 515 años,

Llama la atención de que la memoria que se hace de Acteal edite el lugar de Gustavo Iruegas, encargado de las relaciones exteriores del llamado gobierno legítimo de López Obrador. Y que, en el momento en que se denuncia la participación de ex guerrilleros en la estrategia de contrainsurgencia que se echó a andar entonces, y que culminó con la Matanza de Acteal, se olvide que uno de los jefes de la delegación gubernamental de Zedillo era el señor Iruegas, hoy súbitamente converso a la causa de la izquierda.

Bueno, no nos desviemos, después de todo allá arriba, Aguilar Camín sí encontrará los ecos que necesita para cobrar donde siempre ha cobrado.

Volvamos a aquellos días. Porque resulta que nos equivocamos. Y nos equivocamos por partida doble.

Porque encontramos, sí, a los Anexos y las respectivas Vueltas a la derecha, pero también encontramos entonces a quienes, pensamos entonces, trataban de entender, de entendernos.

Ya antes me he referido a que, en esa época, tuvimos la fortuna de contar con el interés de trabajador@s de los medios de comunicación, además de artistas, intelectuales y científicos progresistas. El oído que prestaron entonces es algo que fue fundamental y que recordamos, aunque cada vez con más nostalgia.

La presencia de estas personas fue importante. Sin embargo, no me referiré ahora a su notable ausencia, a su reprochable silencio, o a los respectivos deslindes a moda y conveniencia.

En cambio, quisiera mencionar a quienes se acercan a las luchas, movimientos y pueblos ofreciendo apoyo, cuando en realidad están dando un préstamo con altísimos intereses. Es decir, a aquellas personas que convierten la solidaridad con una causa, en botín y usan esos apoyos para construirse su escalera propia al Poder.

Porque resulta que si nos equivocamos al suponer que estaríamos solos, también nos equivocamos al pensar que lo que fue interés primero, y después simpatía, apoyo y solidaridad, era algo sincero y honesto.

En aquellos primeros días, desconocedores del ir y venir de afuera, se nos acercaron personas en quienes confiamos. No sabíamos entonces que, con su mano, iban también sus fobias y sus filias. Y que no pensaban sino en cómo hacer uso del lugar que la sangre de nuestros muertos había conquistado.

Es común que, cuando se habla con generalidades, los aludidos le saquen al bulto y digan que nos referimos a otros, a otras. Así que habrá que nombrar también a las personas que fueron de la CONAC-LN y luego del FAC-MLN. Que, cuando se puso de moda acusarnos de “reformistas armados” y “pequeño burgueses” la emprendieron en contra nuestra con singular entusiasmo. Los “radicales” de entonces son ahora mansitos corderos en los corrales del Poder. El señor Benito Mirón Lince es un botón de la muestra. El hoy funcionario del gobierno del DF, ha saltado de puesto en puesto, olvidando que hace unos años era un furibundo crítico de la izquierda institucional y del reformismo. Claro que la radicalidad le duró hasta que el presupuesto lo alcanzó.

Después fuimos descubriendo que la supuesta solidaridad con el zapatismo, no había sido, para ellas y ellos, nada más que una inversión.

Los hoy funcionarios reparten limosnas para lavarse la cara, guardan o exhiben sus fotos con zapatistas según vayan los vientos, se felicitan mutuamente por su prudente madurez, y engordan la cartera con billetes y tarjetas de crédito, y su corazón con coartadas que maquillen sus traiciones y claudicaciones.

Esto pasó y pasa no sólo en México, también en Europa. Colectivos de solidaridad que entonces tendieron puentes, hoy nos atacan, guardan un silencio cómplice o se distancian con un oportunismo que tiene como marcapasos el rating en los medios de comunicación.

Y pretenden que, en pago a los “favores recibidos” (así lo dicen), el EZLN debe apoyar sus posiciones sobre la justa lucha del pueblo Vasco, sus políticas de apoyo vergonzante al intervencionismo norteamericano y europeo, sus suspiros por las monarquías que manchan el viejo continente, su quehacer que de tan bien portado y neutro, apesta. Como no lo hacemos, entonces se retiran o se mudan a lo que esté de moda, eso sí, previo deslinde público… o privado.

En estos y otros suelos, los usureros de la solidaridad nos reclaman una autocrítica, nos exigen pedir perdón por no obedecerlos, por no seguirlos, por no someternos.

Nos equivocamos entonces. Ahora sabemos que la solidaridad que no se dan sin condiciones, sin esperar nada a cambio, no es más que otra forma de usura, la del que pretende sacar ganancia del dolor y la lucha ajenos.

Todo esto también viene al caso porque éste es un foro de solidaridad con las comunidades indígenas zapatistas.

Y yo sólo vine para avisarles que, aquellas personas, grupos, colectivos, organizaciones que piensen practicar la usura con sus apoyos y solidaridad para con nuestros pueblos, sepan que no tendrán retribución alguna. Les decimos que se vean en el espejo que arriba simula ser de izquierda, que asistan a sus cafés, a sus convivios, a sus mesas de redacción, a sus consejos nacionales, a sus oficinas gubernamentales. Escucharán, con sorprendente unanimidad, que el zapatismo ya pasó de moda, cometió muchos errores, no es realista, es sectario, es radical, es naco,… es consecuente.

Que no me malinterprete, no es que seamos malos deudores o que no queramos pagar.

Se trata simplemente de una confusión.

Porque en esto largo batallar, los pueblos indios todos, no sólo los zapatistas, somos los acreedores.

Así es desde que el mundo empezó su andar. Así fue hace 200 años. Así fue hace un siglo.

Así será cuando el calendario de abajo vuelva a alcanzarnos y a presentarle al arriba la interminable cuenta de debes que abajo y a la izquierda se acumulan.

Porque, hay que decirlo, tal vez lo que el Che mencionó como visto en lontananza no era sino el lugar donde la libertad es punto de llegada y de un nuevo paso: el de ser mejores

Vale (aunque sea un vale para la gasolina). Salud y que, en las sumas y restas, gane el mañana.


Muchas gracias.


Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Octubre del 2007.

El Asesinato del Weichafe Matías Catrileo

“Diez Kolihues Crecerán”

“Si uno cae, diez Kolihues crecerán” Así termina su declaración, desde la cárcel la comunera mapuche Patricia Troncoso, condenada a diez años y un día por la Ley Antiterrorista , y que actualmente se encuentra a mas de 80 días en Huelga de Hambre, para romper el silencio impune que impera en Chile, sobre la situación de los presos políticos mapuche.

Y sus palabras recobran sentido, cuando un joven estudiante mapuche Matías Catrileo, es asesinado por la espalda, a manos de carabineros en la comuna de Vilcún en Temuco, en momentos que ejercían su legítimo derecho de recuperar las tierras ancestrales, usurpadas por los modernos conquistadores.

Matías Catrileo, junto a otros comuneros mapuche, llegaron hasta el fundo Santa Margarita, propiedad del terrateniente Jorge Luchsinger, en el marco de su lucha por la recuperación de tierras. El lugar, cuenta con el privilegio de tener un cuartel policial, instalado allí para proteger los intereses de Luchsinger, por supuesto con la venia del gobierno de nuestra “muy democrática presidenta, Michelle Bachelet”.

En tanto, los medios de comunicación oficiales, transmiten la noticia al mundo, afirmando que hubo “enfrentamientos”, como si las piedras perforaran los pulmones de quienes llevan chalecos antibalas, como si las piedras fueran escudos de hierro que detienen balas asesinas de carabineros. Me avergüenzo del periodismo chileno, que se presta para el juego mediático, para el terrorismo del lenguaje.

El gobierno de Chile, ha mantenido silencio, la presidenta de Chile ha dicho que no se pronunciará al respecto, y que la acción está en manos de la Justicia. Estas declaraciones no son nuevas, así actúa el Estado de Chile cuando se trata de los marginados, de los segregados, de quienes no forman parte del modelo económico exitoso, que se erige como ejemplo de una buena gestión en manos de quienes dicen que en este país, se respetan los derechos humanos.

Matías Catrileo, tenía 22 años, pero cuando este joven mapuche es asesinado, en forma cobarde, por la espalda, con balas de carabineros perforando su pulmón, no hay declaraciones rimbombantes, “que se está matando la patria” o frases para el bronce, por parte de las autoridades. Cuando Matías es asesinado, el caso se deja en manos de los tribunales, a cargo de Fiscales Militares, a la usanza de la Dictadura de Pinochet.

Una nueva Tiranesa ha impregnado su estilo en América Latina, Michelle Bachelet ha demostrado ser la nueva “dama de hierro” del continente, no cederá ante huelgas de hambres, no cederá ante las justas reivindicaciones del pueblo mapuche, serán siendo tratados como terroristas, se les practicaran torturas, se sitiará militarmente el sur de Chile, con carabineros haciendo “operaciones rastrillos”, invadiendo comunidades, maltratando niños, ancianos y mujeres, tras la irracional operación de secuestrar incluso, el cuerpo de un joven que ellos mismos asesinaron.

El cuerpo de Matías recorrió los cerros, cuidado por sus hermanos que exigían una autopsia, para determinar que las balas de carabineros terminaron con su vida, con sus sueños, con sus proyectos, pero la cultura mapuche nos enseña, que donde un Kolihue cae, diez crecerán.

La lucha del pueblo mapuche no ha terminado, así lo ha demostrado durante más de 500 años la resistencia de las comunidades mapuche. Así quedó de manifiesto con las protestas que se han producido en Santiago, con quienes denuncian el asesinato de Matías y han teñido de rojo las piletas del Palacio de La Moneda. Así se demuestra con la toma de carreteras en Temuco, con manifestaciones en Concepción, en el norte del país, con protestas en las poblaciones, en comunas y lugares aislados, que no aparecen en las noticias, que nadie reportea, porque no interesa mostrar esta cara de Chile, de los pobres que resisten y se alzan.

Matías Catrileo ha sido asesinado a manos del cabo segundo de carabineros, Walter Ramírez Espinoza, guardián de los intereses de empresarios y terratenientes, lo más probable es que una medalla sea puesta en su pecho, por servicios prestado al Estado chileno, y que Jorge Luchsinger, le dé algún tipo de recompensa por el celo demostrado en su trabajo.

Los asesinatos de Alex Lemún, Juan Collihuín y Matías Catrileo, serán las banderas que nutrirán las luchas del pueblo mapuche, la resistencia de los presos políticos en huelga de hambre, seguirán hablando de la fuerza que intenta romper cercos informativos.

El secretario de gobierno, Francisco Vidal, podrá seguir profiriendo sus amenazas, desde la tranquilidad de La Moneda, y podrá enarbolar que “existe el estado de derecho y que las instituciones funcionan”, podrá seguir defendiendo la ley antiterrorista que diseñó Pinochet para reprimir a los “enemigos de la patria”, pero no debe olvidar, que el pueblo mapuche estaba mucho antes que él naciera, reclamando sus derechos, y seguirá estando, seguirá naciendo Kolihues con los ojos de de Alex, con la sabiduría y el mapudungun del lonko Juan, con la fuerza de Matías.

*Weichafe: combatiente

Sandra Trafilaf
Minga Informativa de Movimientos Sociales