22 junio, 2007

Carta de Rafael García Ramos

A la prensa honesta, a los organismos de derechos humanos y a todo ciudadano comprometido con los derechos humanos

Por medio de Internet me he enterado de la detención ilegal y desaparición por fuerzas del Estado en la ciudad de Oaxaca de Raymundo Rivera Bravo, lo cual me causo gran consternación ya que al ver su foto reconocí al gran amigo lleno de solidaridad y que no pensaba dos veces en prestar ayuda a todo aquel que la necesitara, me causa extrañeza el saber que ahora se encuentra desaparecido Es de infinita preocupación, enojo y angustia saber que hasta la fecha no se han dado noticias de su paradero, temo por su vida y su integridad física, ya que son muy conocidos los métodos de tortura, actos crueles y denigrantes que usan las autoridades para obtener confesiones falsas que inculpan a personas inocentes.
Desde el 25 de mayo del presente año no se tienen noticias él y su compañero, es decir que tienen más de 20 días en manos de elementos del Estado.
Estas conductas perpetradas desde la presidencia, representan actos que violan los derechos humanos fundamentales de cualquier hombre, al parecer los derechos señalados por la Constitución seguirán siendo violados por este gobierno. Con la detención ilegal y desaparición de Raymundo y su compañero, los representantes del Estado pisotean las garantías individuales establecidas en los artículos 14, 16. 19, 20 y 22 de la Constitución y en los Tratados internacionales en materia de Derechos Humanos que el mismo Estado Mexicano ha ratificado.
Es una vergüenza que cuando se presume de cumplir con la ley, se den actos tan denigrantes como las desapariciones forzadas, la detención, el traslado ilegal y sigan siendo métodos represivos utilizados por los agentes del Estado. Estas conductas representan una serie de violaciones que implican la ausencia de garantías legales de los desaparecidos.
La detención arbitraria a la que fue sometido Raymundo y su compañero, así como la prolongada incomunicación en que se encuentran hasta estos momentos implican el desconocimiento de su personalidad jurídica, la violación al derecho a la integridad personal y a sus garantías judiciales. Lo más preocupante de esta situación es que bajo las condiciones en que se encuentran es seguro que estén siendo torturados física y psicológicamente.
El Estado mexicano como parte integrante de la ONU debe respetar y cumplir con las normas internacionales con las que se ha comprometido y presentar de inmediato a Raymundo y su compañero, ya que de lo contrario seguiría violando las leyes nacionales e internacionales en materia de derechos humanos.
Con estas conductas el Estado viola y sigue violando, la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece en el artículo 9 que nadie puede ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que garantiza el derecho a la libertad, a la seguridad personal, al reconocimiento de la personalidad jurídica y el derecho a no ser sometido a torturas, ni tratos denigrantes; la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas aprobada por la Asamblea General de la ONU el 18 de diciembre de 1992, señala que: “todo acto de desaparición forzada constituye un ultraje a la dignidad humana. Es condenado como una negación de los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y como una violación grave manifiesta de los derechos humanos y de las libertades fundamentales proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.”
Por lo que he leído se dice que Raymundo pertenece a un grupo armado, en el caso de ser así y que el Estado lo haya detenido por pertenecer a un movimiento insurgente aun sin tener fundamentos para imputarle una conducta ilícita, los agentes del Estado deben respetar los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, en concreto el artículo 3 común de dichos Convenios que contempla prohibiciones contra violaciones del derecho a la vida y establece la protección contra la tortura y las ejecuciones sumarias en caso de conflicto interno.
Desde el punto de vista de los instrumentos de protección en materia de derechos humanos del sistema interamericano aceptados por el Estado Mexicano el Estado viola: la Carta de la Organización de los Estados Americanos, la Declaración Americana de los Derechos Humanos, la Convención Americana sobre los Derechos Humanos y la Convención interamericana sobre la desaparición forzada de personas.
La desaparición y las circunstancias en las que se encuentra Raymundo y su compañero se adecua a la definición establecida en el artículo 2 de la Convención interamericana sobre la desaparición forzada de personas que establece que: “...la privación de la libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.”
El Estado Mexicano que se ha jactado ante la comunidad internacional de respetar los derechos humanos en estos momentos esta violando las normas del derecho internacional que garantizan a todo ser humano, el derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica, el derecho a la libertad y a la seguridad de su persona y el derecho a no ser sometido a torturas ni a otras penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes de los detenidos.
Es por eso importante que ante esta inminente violación de derechos todos aquellos que tengamos como bandera la defensa de los derechos humanos y la defensa a la dignidad de las personas retomemos la Carta de la Organización de los Estados Americanos que establece un instrumento fundamental que podemos utilizar para exigir la presentación con vida de Raymundo y su compañero. No podemos permitir que en estos instantes se les siga torturando, por eso es necesario realizar los tramites ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para dar a conocer la forma de conducirse del gobierno mexicano.
Por medio de esta carta solicito la solidaridad de las ong´s para que tramiten ante la Comisión Interamericana las medidas cautelares para que el Estado Mexicano presenten a Raymundo y su compañero y no sigan negando su detención y desaparición.
La situación en que se encuentran los detenidos es de extrema gravedad y urgencia y es necesario realizar acciones legales para evitar daños irreparables en contra de Raymundo y su compañero.
Como amigo entrañable y preocupado agradezco a todos aquellos que se han solidarizado con Raymundo, por eso utilizo este foro para gritar el dolor y la angustia de no saber su paradero, de imaginar la tortura a la que son sometidos. A todos los que lean esta carta les digo que no es digno quedarnos con los brazos cruzados cuando alguien más esta siendo torturado.
Por todo el cariño, aprecio y afecto que le tengo a Raymundo, me atreví a escribir esta carta, para decirle que siempre lo tengo presente a pesar de la lejanía y que los valores de solidaridad, dignidad, respeto, estudio y cariño al pueblo que siempre demostró, siguen presentes. Se que donde quiera que este y ante esta circunstancia tan adversa, siempre estará de pie, con la frente en alto y sin nada de que avergonzarse, por que un hombre digno y tiene la fuerza para salir adelante ante cualquier situación por más dura que sea.

Rafael García Ramos
18 de junio de 2007

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