15 enero, 2007

CCIODH: Entrevista a la Doctora Berta Elena Muñoz

Estamos realizando nuestra V visita a México por los hechos de Oaxaca, y vamos a recoger el testimonio expreso de la Doctora para nuestro informe.
Por deseo expreso, este testimonio se va hacer público y así lo anunciamos desde nuestra llegada, que en los casos en que se diera, lo aceptaríamos.

BM: Soy la Doctora Berta Elena Muñoz. Entre otras cosas, conductora de Radio Universidad de la Universidad Autónoma de Benito Juárez de Oaxaca.
CCIODH: Queríamos preguntarle, Doctora, que en este momento cuál es su situación personal.
BM: Bueno, a partir del día en que se entregó Radio Universidad al señor rector de la UABJO prácticamente yo me tuve que esconder, ya que los rumores y las amenazas y más que los rumores las amenazas contra mi persona desde días antes, eran mucho, muy fuertes en relación, así lo mencionaban, de que a mí no me iban a detener, a mí me iban a desaparecer. Yo planteé ese día, ante el Consejo de la APPO, la posibilidad de entregarme públicamente que con los medios, sí, periodistas presentes, para que no me desaparecieran porque, quién tiene ganas de que lo desaparezcan, yo creo nadie. Pero bueno, ahí se me hizo la observación de que tal y como estaban las cosas en ese momento nadie podía garantizar, a pesar de que yo me entregara públicamente, pues el que no me desaparecieran, conociendo lo que han estado haciendo. Y entonces se acordó que lo que íbamos a hacer, no sólo yo sino algunas otras personas, las personas que de alguna manera estábamos mas señaladas por alguna razón, que teníamos que escondernos para ver como iban las cosas. Entonces pues yo me escondí, llevo desde el 28 de noviembre. 28, 29 de noviembre, escondida
CCIODH: ¿A usted le ha sido notificada en algún momento una orden de aprehensión, alguna imputación por algún delito expresamente?
BM: Obviamente que el Gobierno, el Estado, no sacan las listas de quienes tienen orden de aprehensión. A ciencia cierta yo no sé si tenga orden de aprehensión o no. Desde luego, cuando uno ve los delitos imputados a los compañeros detenidos, incluso gente que no es de la APPO, gente que no había participado en nada, y les están poniendo delitos como sedición, etc., pues dice uno pues a mí quién sabe, me van a acusar de que le quemé los pies a Cuauhtémoc. A Cuauhtémoc el rey azteca, no al otro Cuauhtémoc.
CCIODH: ¿Ha afectado su situación a su familia?
BM: Bueno, desde luego, porque mis hijos fueron amenazados. Y esto lo hicieron a través de la famosa Radio Ciudadana, donde no solamente me amenazaron a mí, sino amenazaron a mis hijos. Lógicamente mis hijos también están escondidos, y yo tengo más de un mes que no veo a mis hijos. Mis hijos tampoco se ven entre ellos, pues porque cada quien esta escondido en diferente lugar y al resto de la familia tampoco la he visto.
CCIODH: ¿Cuál ha sido su participación en el movimiento, en el desarrollo de los hechos en Oaxaca?
BM: Inicialmente, yo tenía a mi cargo un puesto de socorro, el primer puesto de socorro que hubo en el movimiento. Por las mismas necesidades del movimiento, se tuvo que montar un servicio médico para atender las urgencias, los heridos, los lesionados…Y posteriormente por azares del destino, me convertí en conductora de Radio Universidad. Y yo creo que fue este último aspecto el que más llamo la atención tanto del Estado como de la gente que ha estado participando.
CCIODH: ¿Ha tenido usted alguna responsabilidad organizativa que, por su papel fundamental, fue desde la locución de la radio?
BM: No, mi papel fundamental fue organizativa en el sentido de los puestos de socorro, de mi papel como médico, yo soy médico. En donde se estableció una coordinación con otros puestos de socorro, que surgieron posteriormente y tratamos de coordinarlos todos. Aquí no había quien mandara, sino que había una coordinación. En este sentido la organización del mismo puesto de socorro, fue lo único de organización. El otro papel fue a través de la locución en el radio que me tocó pues la etapa más difícil del movimiento
CCIODH: En nuestro trabajo, en los textos y documento que se están dando a conocer, se denuncian violaciones a los Derechos Humanos. En su trabajo como doctora, en esta responsabilidad que nos citaba, ¿tiene usted elementos que nos pueden ayudar para definirlos y concretarlos?
BM: Desde luego nosotros trasladamos a varios heridos a diferentes hospitales. Gentes balaceadas por los convoyes de la muerte o por los sicarios. O el mismo día dos de noviembre la cantidad de heridos que tuvimos, y en los siguientes días también. Y desde luego, el hecho de que en una marcha pacifica, como llegó a ocurrir, pues nos balacearan, yo creo que es una violación a los derechos humanos. Que en un plantón en el que la gente estaba pacíficamente, también llegaran a balacearlos, yo creo que también es una violación a los derechos humanos. En los plantones, en las marchas, e incluso compañeros que andaban en la calle, y que fueron agredidos. Y agredidos por sicarios del Gobierno del Estado. Y desde luego posteriormente por la Policía Federal Preventiva, y por los de la AFI. Yo creo que eso es una violación de los derechos humanos, según tengo entendido que son los derechos humanos.
CCIODH: A lo largo del conflicto, el más grave que es el derecho a la vida, se documentan por lo menos 17 casos de personas que han muerto, por violencia política, por disparos de bala, no en un solo día, digamos que no solo en los minutos mas duros, sino con…
BM: ...durante los 7 meses del movimiento...
CCIODH: Usted posiblemente ha conocido estos casos. ¿Cómo definiría, cuál es su impresión sobre como han ido ocurriendo estos hechos?
BM: La verdad que, voy a ser franca, yo creo que no nos esperábamos esa respuesta tan violenta por parte del Estado, puesto que nuestro movimiento es pacífico. Nosotros en ningún momento llamamos a la violencia. Sí que se hacían las marchas, los plantones, los bloqueos y desde luego que eso es molesto, pero también era molesto para nosotros, porque tampoco nosotros podíamos pasar. Pero esto se hizo porque no nos dejaron otra opción. Entonces cuando surge el primer caso una marcha que se dirigía hacia Canal 9, recién tomado Radio y TV de Oaxaca, que fue una cosa muy rara, esta balacera que se armó fuera de este Sanatorio en particular, donde muere el primer compañero, el mecánico. A mí me tocó ir a ver el cadáver y la gente lo que me decía ‘fue balacera doctora, fueron varios balazos’. Gente que iba a la marcha por solidaridad, gente que no pertenece a ninguna organización, a ningún sindicato. Incluso cuando a mí me avisaron todavía estaba oyendo los balazos en el teléfono, fue balacera, no fue un balazo.
Cuando viene la segunda muerte en La Ley, que aquí fue los convoyes de la muerte. Y la verdad que cuando uno veía esas cosas, yo no me lo explicaba, no me lo creía, porque...era como si estuviéramos en el Chile de Pinochet o en la Argentina de Videla o, con perdón, en la España de Franco. Eran más de veinte camionetas llenas de policías, armados hasta los dientes, disparando.
Y uno dice ‘por Dios, si nosotros no tenemos armas’. Debido a esta, a este convoy de la muerte en esa ocasión, fue que se extendieron las barricadas, para evitar que los convoyes de la muerte tuvieran acceso a las radiodifusoras y a las antenas de las radiodifusoras. Sí pueden decir ‘por qué tomaron las radiodifusoras’. Bueno, había una radio difusora cuando el movimiento pues era simplemente la Sección 22, un movimiento de los maestros, porque la Sección XXII tenía su radio, Radio Plantón. Y cuando entran al desalojo, el 14 de junio, destruyen esa radiodifusora. Un grupo de estudiantes universitario toma Radio Universidad para dar la información porque la información que se estaba manejando en los medios de comunicación era información tendenciosa, falsa. Y había la necesidad de enterar a la gente lo que realmente estaba sucediendo. Entonces, se toma Radio Universidad. Hubo un intento para tronar la radio, que no funcionó. En el segundo intento sí, tronaron la radio. Pero ya un grupo de compañeras había decidido tomar Radio y Televisión de Oaxaca. El primero de agosto lo toma y estuvo dando la información. Cuando destruyen las antenas de canal 9, que allí hubo heridos porque llegaron en la noche, en la madrugada, estos sicarios a balacear a la gente ahí. A mí me tocó llevar un herido de ahí, yo era la ambulancia, el puesto de socorro, así que llegábamos a levantar los heridos, así que me enteraba de eso. Ahí la gente decidió ir a tomar la radiodifusoras, como una necesidad, porque la información que se estaba dando era información falsa, información tendenciosa. Y había esa necesidad de informar a la gente lo que realmente estaba pasando. Cuando se toman las radiodifusoras es cuando empiezan los convoyes de la muerte de policías ministeriales, de municipales también, armados hasta los dientes y no eran dos, tres, cuatro camionetas, eran convoyes. Si eso no es violación a los Derechos Humanos, pues no sé que sea.
CCIODH: Ustedes pudieron definir por los uniformes o por algún otro dato que eran policías ministeriales...
BM: Está hasta la filmación, de ese día que mataron al compañero arquitecto, está filmado lo sacaron en la televisión, porque incluso agredieron a un reportero de TV Azteca, le aventaron la cámara. Está documentado, yo no entiendo que aún viendo eso en la TV mexicana pues todavía nos estuvieran achacando a nosotros cosas, que nosotros pues no... jamás llamamos a la violencia.
CCIODH: ¿Hubo alguna averiguación previa o imputación por estos hechos a alguna de estas personas, que usted tenga conocimiento?
BM: No, para nada. La única que, media investigación, que trataron de hacer... Inicialmente con el primer compañero que mataron, la procuradora del Estado dijo que había sido una riña y que le habían dado un balazo. Luego la autopsia se vio que no tenía un balazo, que tenía varios balazos.
En el del segundo compañero, tampoco. Creo que fue en el tercero o el cuarto, no recuerdo bien, detuvieron a un soldado. Pero cuando ya medio dijeron que iban a investigar fue con lo del norteamericano, del reportero Brad, porque ahí brincaron los medios internaciones. Y ahí trataron, a pesar que esté en la filmación de quiénes estaban armados y de quiénes dispararon, la misma Procuradora de Justicia, de desjusticia más bien, del Estado, mencionando que nosotros lo habíamos matado. O sea, ustedes se enteraron de todo eso, unas cosas absurdas. Incluso al compañero médico que prestó los auxilios cuando lo trasladaron y que ya había muerto, esta amenazado, porque él aclaro que no es cierto, que sólo tenía un balazo. Todos estos muertos que tenemos en nuestro haber nunca fueron investigados, ni van a ser investigados. Yo tengo plena seguridad de que no van a investigar. ¿Por qué? Porque el responsable directo es el gobernador del Estado, él es quien dio la orden. Y fueron sus sicarios quienes cometieron los asesinatos. Y fueron asesinatos vilmente, con premeditación, alevosía y ventaja.
CCIODH ¿Se ha dado en algún caso de respuesta violenta a estos hechos por parte de la APPO, o alguna reacción?
BM: Curiosamente yo hasta me asombraba, de que cuando mataron al compañero ahí en La Ley la gente tranquila, siempre se dijo: es un movimiento de resistencia pacifica. Y la gente tranquila.
Había momentos de rabia, porque sí, obviamente, si está usted viendo que están balaceando que nosotros no tenemos con qué defendernos, hay un sentimiento de impotencia que llega a terminaren rabia. Sin embargo la gente, perfectamente consciente de que nuestro movimiento, es un movimiento pacífico y sí, aguantando el coraje, porque no se justificaba para nada estos muertos, para nada, no había ninguna razón para que llegaran a balacearlos. Esas balaceras que se armaron en Calicanto, donde murió el compañero Brad, pero hubo bastantes heridos. Unos que requirieron ser llevados a un hospital, otros que se atendieron ahí. Pero lo que ocurrió San Antonio de la Cal, en el Experimental, afuera de la Casa de Gobiernos, esa rabia, ese coraje, ese odio, con el que fuimos atacados, no se justificaba. Nosotros nunca actuamos a ese nivel, porque no se trata de odio, no nos esta moviendo el odio. Nos esta moviendo simple y sencillamente un deseo de justicia. De que no podemos seguir viviendo, en pleno siglo XXI, como si estuviésemos en el Porfiriato. En donde cualquier cacique de pueblo, si alguien no esta a favor de él o esta en contra de él, lo manda matar y tranquilamente ya se componen las cosas. Y esa es la situación de Oaxaca y así llegó este señor gobernador, o desgobernador, porque más a bien es desgobernador a actuar en Oaxaca: entrando, entrando. Sin absolutamente ningún oficio político, porque este señor no es político, y toda la gente que tenía con él, que tiene con él pues es de la misma calaña: gente que no le da absolutamente ningún valor a la vida humana. Si ustedes estuvieron entrevistando a la gente, a gente que presenció cómo se dieron estas agresiones y que uno no se los explica. Entonces pues la gente sí, obviamente, que tuvo momentos de coraje y, más que de coraje, de impotencia, porque no logramos entender por qué esa respuesta tan desmesurada a un movimiento pacífico.
CCIODH- Es de conocimiento público que sobre todo en la marcha del 25 desde las instituciones se acusa a los manifestantes de los incendios de los edificios públicos y, de esa manera, se justifica un poco la actuación y las detenciones. ¿Considera usted que esto fue así?
BM- Mire, si uno ubica donde estaban los pefepos, o sea, la Policía Federal Preventiva, y dónde estábamos nosotros, el Banamex no estaba en el área donde estábamos nosotros, estaba en el área de los pefepos. El único edificio que estaba en el área donde estábamos nosotros es el hotel Camino Real. Y que además, si le cayó una bomba molotov bueno pues fue una cuestión accidental cuando se estaba atacando o defendiendo, más que atacando, cuando nos estábamos defendiendo. Porque lo que yo sí alcancé a ver, allá en el corredor turístico, fue a los pefepos arriba de azoteas fuera de su área, agrediéndonos a nosotros, con los canicazos y haciéndonos señas.
Y también, por otro lado, la enorme cantidad de provocadores, de gente infiltrada de ellos. Pero yo sí lo ví, y lo ví desde la Iglesia Sangre de Cristo, cómo estaba la gente de la Policía Federal Preventiva en otras azoteas, fuera de su área. Y el área del Banamex y algunos de estos lugares no era el área donde estábamos nosotros. ¿Cómo es que pudimos haber llegado nosotros hasta allá si nos vinieron empujando? Entonces bueno ellos pueden decir misa. Ahora, lo del tribunal donde, por cierto, había pruebas en contra de los mismos gobiernos anteriores de dinero que quién sabe donde está... pues qué curioso que se quemara precisamente de la manera en que se quemó. Entonces está muy raro. Ahora, qué interés íbamos a tener nosotros en quemar en ese momento Bancomer o Banamex o lo que fuera. O sea, si en siete meses de lucha no saqueamos ningún comercio, no incendiamos, no nada, ¿usted cree que en ese momento lo íbamos a hacer?
Tontos no somos. Y no había además ninguna razón para hacerlo. Ahí fue toda una cosa preparada para poder justificar toda la represión que se vino, que fue una represión indiscriminada, en donde agarraron gente que no tenía nada que ver, que ni siquiera estaba en el movimiento, donde fue terrorismo de estado. Porque a partir de ese momento el clima de terror que se vivía en Oaxaca era espantoso. Porque pasaba uno por la calle y si les parecía que era sospechoso o tenía cara de estudiante universitario, lo apañaban, lo subían a las camionetas, lo golpeaban y se lo llevaban. Entraban a las casas, a catear las casas, andaban patrullando pero de una manera que yo ni siquiera en el 68 había visto eso.
Y supe, en ese momento, en esos días, lo que es el terrorismo de Estado, lo que debieron haber vivido los compañeros chilenos, los compañeros argentinos, durante la época de las dictaduras.
La verdad es que fue una cosa espantosa. Pero tenían que justificar de alguna manera esa represión salvaje. Que, bueno, no podemos decir ‘fue Fox’ porque Fox ya ni estaba en funciones, prácticamente él ya había dicho que ya ni estaba. ¿Fue Calderón, fue el nuevo Secretario de Gobierno actuando antes de tiempo? No sabemos, pero esa represión no tuvo ninguna justificación. El movimiento de Oaxaca es un movimiento pacífico. Y ustedes lo han visto. A pesar de todo lo que ha pasado, el movimiento sigue en Oaxaca y sigue siendo pacífico.
CCIODH - Después de la situación de todos los hechos, la versión oficial es que la situación ha vuelto al orden y que el conflicto está solucionado. ¿Cuál es su opinión sobre estas declaraciones?
BM- Bueno, pues no sé. Lo dice desde luego el desgobernador Ulises Ruiz, lo dice creo que el secretario de Gobernación actual. Pero el Secretario de Gobernación, una de dos: o no está enterado de lo que está pasando o no quiere ver lo que tiene enfrente. De Ulises pues no nos extraña. Pero el movimiento sigue. Porque este es un movimiento que surge espontáneamente.
Son 70 años de estar aguantando este desgobierno, y sobre todo los últimos tres sexenios que fueron espantosos, y la gente ya estaba harta, cansada de la robadera, de los engaños, de la represión. Y la gente sola se levantó. Pero a pesar de la represión la gente allí estaba. Y se vio hoy con el evento que se hizo para entregar los juguetes, ayer con el APPOjuguetón, que bueno... qué miedo tienen. ¡Pero es pánico! Se hace un evento para juntar... ¡juguetes!.... y les mandan a la policía y rodean a las compañeras, que además eran puras mujeres. ¿Cuál es el miedo? O sea, ya por ahí dicen: a veces las miradas matan. Pero bueno, hasta ahorita, nosotros, que sepamos, no hemos matado a nadie, con la mirada ni con nada. Cuál es su miedo. Si realmente las cosas estuvieran solucionadas, no tendrían necesidad de eso. Ahora, Oaxaca se levantó, el pueblo se echó a caminar. Y se echó a caminar. Buscando un sueño. Porque es un sueño el que tenemos. Un sueño por tener un gobierno justo, no represivo, no corrupto, donde el presupuesto se invierta en las prioridades, no en... bueno, voy a hablar como yo, aunque en la radio no podía decirlo, pero... no en pendejadas. En Oaxaca hacen falta escuelas, hace falta agua, pavimentación, electrificación, las cosas más elementales. Y no me estoy refiriendo allá, en la montaña, no, en las colonias periféricas. Y este señor se gasta, según él, 800 millones de pesos en arreglar el zócalo. Que si usted va y ve el zócalo de Oaxaca, pues trate de buscar a ver dónde se justifican los 800 millones de pesos. Traten de ver a ver si eso costó 800 millones de pesos. La gente no es tonta. Sabe que ese dinero se lo clavaron. Porque no era una obra prioritaria, el zócalo de Oaxaca lo más que necesitaba es una limpieza de la cantera, cuando no hay escuelas.
Cuando muchas de las escuelas en las colonias periféricas son cabañas: piso de tierra, donde no hay sillas, donde no hay nada. Donde no hay medicamentos en las unidades de salud. ¡Por favor!
Y eso era una prioridad. Y entonces lo que queremos es que el poco presupuesto que haya, se gaste en lo prioritario. Pero que además, si se van a construir obras, se haga como se debe: con una licitación, no porque fulanito es mi hermano, mi cuñado, ‘órale, ahí le va’ y se clavan la mitad de la lana. Oaxaca es un estado pobre, entonces no es justo. Donde los funcionarios son los cuates del fulanito y es gente que no sabe nada de su área, nada de su área. Y esto podemos decirlo en salud, podemos decirlo en educación, podemos decirlo en todas las demás áreas. Se habla de que Oaxaca es el último estado en educación y le echan la culpa en los maestros. Yo no sé ustedes en su trabajo pues si han tenido que llegar sin haber comido nada en todo el día a tratar de poner atención para poder captar algo. Pero si nuestros niños están desnutridos, qué nivel van a tener, qué nivel. Pues ninguno. Desde luego hay un cierto grado de responsabilidad con algunos maestros, porque en todas partes hay negritos. Pero cuando uno sale, ve las comunidades, ve la situación en que están, dice ‘no, pues cómo quieren que tengamos un buen nivel en educación’. Cuando simple y sencillamente la universidad durante cuántos años estuvo en manos del porrismo. Donde los porros tienen nombramientos de maestros de tiempo completo. Donde una rectora era la porra mayor. Qué nivel quieren que tengamos. Y eso bajo la protección del gobierno. Qué nivel de educación, por ejemplo, puede tener CENABUABJO cuando en esa universidad es un promedio de 14,000 pesos por alumno, cuando la media nacional es de 30,000.
Qué nivel. Y se gastan el dinero en tonterías como esas. En la fuente de las 7 Regiones, no sé si la conoció, era una fuente bellísima que era una fuente, auténtica fuente, que tenía como fondo y se veía hermosísimo el frontispicio de la Facultad de Medicina. Vea lo que hicieron, que no se justificaba para nada porque no era necesario. Esto tenía a la gente enojada ya, de hecho estaba enojada desde antes por todas las tonteras. Cuando se vino el desalojo de los maestros nadie los fue a llamar a sus casas: ‘oigan vengan a defendernos’, no es cierto. Llegamos solos. Yo llegué sola. Bueno, llegaron los maestros a la Facultad de Medicina, yo estaba dando clases. Llegó una maestra a las siete de la mañana: ‘y nos están haciendo esto y lo otro’. Uno se queda asombrado.
Yo dije pues yo me voy, yo me voy al zócalo a ver qué se puede hacer. Así como yo llegué sola, llegó la gente. Y así siguió llegando sola. Por qué: porque la gente siente esta necesidad de cambio. De que ya basta de que Oaxaca esté como esté. De que todo mundo se robe el dinero. Y de que nos echen la culpa a nosotros los trabajadores de lo que está pasando. Y entonces la gente brincó, se organizó sola. Que sí, pues llegaron algunos grupos organizados, desde luego, pertenecientes a algunas corrientes políticas, pero la mayoría de la gente no pertenecemos a nada. Simplemente, ya estamos hartos.
Una cosa muy interesante de este movimiento es que había mucha gente mayor. Gente de más de 70 años, cuando normalmente la gente mayor es de las que dicen: ‘no, lo van a vender, ya he visto esto porque esto lo he visto muchas veces’. Pero este movimiento es algo diferente. Ustedes lo vieron si vieron los videos que hay: las viejitas cargando piedras, los viejitos. Gente que puede decir, ya está más pa’llá que p’acá, que puede decir ‘no, pues yo ya voy de salida, ya para qué me meto’. No, ellos mismos sienten la necesidad de este cambio. Entonces, este movimiento no se ha acabado ni se va a acabar. Y pueden seguirnos reprimiendo y a lo mejor dentro de una semana en lugar de que hallamos 10 gentes escondidas, a lo mejor va a haber 50; y a lo mejor pues ya otra vez vuelven a llenar las cárceles; y a lo mejor vuelven a balacearnos. Pero vuelvo a repetir: la gente decidió echarse a caminar y no la van a parar. No la van a parar. Y ahí está la prueba. Sigue, el movimiento sigue y va a seguir. Y aquí no se trata de líderes, no se trata de que ‘ay, metieron a Flavio Sosa al bote’. Porque, en primer lugar, en este movimiento no hay líderes y eso es algo que les debe de caer: no hay dirigentes, no hay líderes. A mí me toco en un momento la locución de la radio, pero como antes de mí estuvo la maestra Carmen. Yo no estoy ahorita, bueno, si se vuelve a dar la posibilidad de tener radio, pues entrará otra persona si yo no puedo estar. Y así gente como yo, sin ninguna experiencia en el radio o en la televisión. Porque es un movimiento de la gente, aquí no hay líderes, no hay dirigentes, no hay nada de eso. Es algo un tanto difícil de entender, yo a veces no acabo de entender muy bien qué fue lo que pasó, cómo se dio. Pero esa es la realidad, ese es el hecho. Y la represión pues obviamente sigue a la orden del día.
CCIODH: La posibilidad después de los hechos ocurridos de buscar, que entendemos que es algo que quiere mucha gente, una solución pacífica al conflicto por medio del diálogo ¿está presente?
BM: Desde luego que la condición y esto es algo que no acaban de entender es que se vaya Ulises. O sea, no se puede resolver nada en Oaxaca mientras siga Ulises como gobernador.
Cuando él pudo haber resuelto no resolvió, reprimió. Y sigue reprimiendo y se la ha pasado reprimiendo. Y lo de ayer fue represión. Entonces, no se puede dar un diálogo, primero, con una gente que ya está desconocida por el pueblo, porque a Ulises se le desconoció desde el 14 de junio. Y nadie va a aceptar tener un diálogo con él. Bueno, los traidores, los vendidos que surgen en todas partes, eso es normal. Pero la gente que está en el movimiento, no va a aceptar. Y mientras no se vaya Ulises... bueno, hay diálogo con gobernación. Gobernación desde luego, también, pues tiene que comportarse en el sentido de que nuestro movimiento es pacífico y pues tampoco ellos tienen que reprimir. Porque lo que hicieron fue mandar a la policía federal preventiva y a la AFI a sostener a Ulises. Porque cuál estado de derecho. Venimos a defender el estado de derecho’. Pero cuál estado de derecho si nada más llegaron a violentar los derechos humanos. Entonces no puede haber una salida con diálogo porque sí se está haciendo el diálogo con Gobernación pero pues se tiene que entender que en primer lugar... en qué época vivimos.
No estamos en 1910, en 1908, en 1920, 1930, donde se daba todavía esto de los cacicazgos.
Estamos en otra época y no es posible que sigan sosteniendo un gobierno asesino, represor, ladrón como están haciendo. El pueblo de Oaxaca ya no se va a dejar engañar. Puede que nos vuelvan a reprimir. Puede que vuelvan a meter el terror, el miedo y no tengamos que replegar, pero a qué puede dar lugar esto, no sé. El movimiento es pacífico, pero nos están cerrando las vías pacíficas. Y esto genera una impotencia enorme. Yo, la verdad, no entiendo al Gobierno Federal. Se supone que son gentes inteligentes, se supone. Que razonan, que piensan y deberían de ver las consecuencias que esto puede traer. Tienen la capacidad de reprimir a todo un pueblo: cuáles son las consecuencias de esta represión. Ahora ya no estamos en los años 50, en que podían acabar con un pueblo y nadie se enteraba. Ahorita lo que esta pasando en Oaxaca lo sabe todo el mundo. Con qué cara se puede presentar el presidente de México a hablar de democracia cuando están haciendo todo esto. Puede que se resuelva pero aquí va a depender mucho de la actitud del gobierno federal.
CCIODH: ¿Y tiene usted la esperanza en un avance, una solución del problema, después de todo lo ocurrido, que permita la mejora de las condiciones de vida de la gente y el respeto de los Derechos Humanos?
BM: Por parte de Ulises Ruiz definitivamente no va a haber cambios y lo estamos viendo.
Sabiendo que andan ustedes en Oaxaca, por favor, que hay misiones internacionales de Derechos Humanos manda ayer a sus policías para un evento pacífico y de beneficencia, como era el juntar juguetes para Reyes Magos. Por parte de él y de su gente, como Lino Celaya y todos estos, no. No va a haber una mejora en Oaxaca, de los derechos humanos. O sea, a ese señor no le cae el veinte. Aquí depende mucho del gobierno federal. ¿Cuál es la esperanza, porque dicen que la esperanza es lo ultimo que muere? Pues que a ellos sí les caiga el veinte. Y que además México tiene un compromiso internacional ya nada más por eso. Tienen una responsabilidad ante el mundo: están ahí en la comisión o comité de Derechos Humanos de la ONU, México es integrante de eso. Y ustedes han visto, no nada más en Oaxaca: en Atenco, lo que pasó en Guadalajara cuando los globalifóbicos, que no sé si vinieron ustedes a investigar eso en aquella ocasión, pero que también estuvo horrendo. Entonces pues no sé... yo creo que al Gobierno Federal debe caerle el veinte, es la esperanza. Es la esperanza y además es el deseo.
Pero, pase lo que pase, los ciudadanos y ciudadanas de Oaxaca, vuelvo a repetirlo, y no sólo ciudadanos y ciudadanas, sino aquellos que todavía no tienen edad para ser ciudadanos, decidieron echarse a caminar. Y no los van a parar. No los van a parar. Saldría muy caro, desde todo punto de vista, ahogar este movimiento. No es un movimiento que la revolución o... no. Es simplemente el respeto a las leyes que ya están, a la Constitución. O sea, no se trata de ‘vamos a cambiar el mundo’, no. Simplemente, ¿esto es lo que está?: respeten eso. ¿Es tan difícil? Pero pues parece que no lo han entendido. Pero la esperanza es que esto pueda salir adelante. Yo tengo la esperanza de poder regresar a Oaxaca a mi trabajo, poder ver a mi familia, poder estar en mi casa, aunque es un huevo de casa, pero es mi casa. Poder andar por las calles de Oaxaca, irme a tomar mi cafecito ahí al zócalo como acostumbraba. Pero ahorita no puedo llegar a Oaxaca. Por qué. Porque tengo la amenaza de que me van a meter un balazo. Y mis hijos igual. Y entonces cuál estado de derecho. Sí, a lo mejor no tengo orden de aprehensión, eso no lo sé, pero de que está amenazada mi vida, está amenazada mi vida. Me lo hicieron llegar un montón de veces al celular, lo dijeron un montón de veces ahí en la Radio Alcantarilla. Y que yo sepa no hay órdenes de aprehensión contra esta gente que promovía la violencia muchísimo más que en Radio Universidad. Porque en Radio Universidad lo único que hicimos fue llamar a la defensa, nunca llamamos al ataque. Jamás dijimos ‘vayan a quemarle su casa’. Nunca. Y afortunadamente pues Radio Universidad se oyó en muchas partes del mundo a través de Internet y ahí se puede comprobar tranquilamente que nosotros nunca llamamos a la violencia.
Llamamos a la defensa en las ocasiones en que se necesitó defender algo.
Pero pues yo sí quiero regresar a Oaxaca.
Quiero y exijo garantías al gobierno federal y al gobierno estatal porque yo no he cometido ningún delito: yo no he asesinado a nadie, no he robado, no he secuestrado. Y cómo es posible que por simple manifestación de mis ideas tenga yo una amenaza de muerte sobre mi cabeza y sobre las de mis hijos. Y no soy la única, está también la Maestra Carmen, que también fue conductora de Radio Universidad, fue conductora en Canal 9 y fue conductora en la Ley. ¿Tanto terror le tienen a las palabras? Por qué todo ese operativo... bueno, ya después lo fueron a hacer a Michoacán, que creo que no les funcionó. Pero por qué no mandaron toda esa fuerza de policías federales preventivas a donde está el problemón del narcotráfico. No, lo mandan contra un pueblo indefenso, un pueblo pacífico que simplemente está pidiendo justicia.
CCIODH: Si quiere usted añadir algo más, doctora.
BM: Pues yo creo que una cosa bien importante es estar bien consciente de que este no es un movimiento de organizaciones o de partidos políticos. Esto es una cosa que surge espontáneamente. Claro, teniendo como centro inicialmente el movimiento magisterial. Pero de hecho, como los maestros se ponen en paro cada año desde hace 26 años pues ya ni los tomamos en cuenta. En general a lo único que decimos es ‘otra vez van a hacer marcha, chin, van a bloquear tal calle, a ver a qué horas voy a llegar a mi casa’. Pero el día del desalojo era ya también tal el descontento de la gente, que llegamos. Y llegamos solos. Y poco a poco, desde luego, la gente se fue organizando en sus colonias, en sus barrios, en sus pueblos. Pero que esto no es un movimiento de partidos ni de organizaciones políticas, es un movimiento del pueblo para el pueblo. Y es un movimiento en donde ustedes se encuentran gentes de todas las edades, de diferentes profesiones, de diferentes clases sociales, indígenas, campesinos, obreros, pocos,
porque hay pocas fábricas en Oaxaca, pues no hay industria, trabajadores, burócratas, empleados, comerciantes. Es un movimiento del pueblo. Y si no hubiera sido un movimiento del pueblo, no sé cómo se hubiera podido sostener un movimiento siete meses, no sé cómo se hubieran podido mantener durante cuántos meses las barricadas. Dos mil barricadas en la ciudad de Oaxaca, con qué gente. Si es un movimiento del pueblo, no es ninguna otra cosa más.
CCIODH
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