22 agosto, 2007

Amamantar sólo trae ventajas

Amamantar trae innumerables ventajas tanto a la madre como al bebé. Diversas investigaciones científicas, realizadas en todo el mundo, probaron que el amamantamiento está relacionado con la prevención de una serie de enfermedades, como el cáncer de mama para la madre y la obesidad para el bebé.
Las principales ventajas de amamantar, según la Dra. Felicity Savage King, quien publicó el Manual de Normas para Incentivar el Amamantamiento Materno Exclusivo, es indiscutible que el amamantamiento es esencial para un buen desarrollo físico y psíquico del bebé. Con un año de edad ya es posible observar significativas ventajas psicomotoras y sociales en los bebés que son amamantados.

Desde el punto de vista nutricional, la leche materna contiene todos los ingredientes que el niño necesita durante los primeros seis meses de vida, lo que hace prescindible cualquier otro alimento. Un bebé de hasta seis meses ni siquiera necesita tomar agua, pues la leche materna ya contiene el agua suficiente para mantenerlo hidratado. También contiene proteínas, vitaminas, hierro, sales, calcio, fósforo y lípidos en cantidades adecuadas, al igual que una enzima especial, llamada lipasa, que ayuda al bebé a digerir las grasas.

La leche materna también contiene endorfina, una sustancia que ayuda a eliminar el dolor. Fundamentalmente, la leche materna posee los anticuerpos necesarios para que el niño se defienda de muchas enfermedades que pueden atacarlo en sus primeros seis meses de vida. Los bebés que reciben el pecho también están menos sujetos a sufrir infecciones, porque la leche materna es estéril, libre de bacterias y contiene factores antiinfecciosos, tales como leucocitos, inmunoglobulinas, lactoferrina, factor bífido, entre otros. Estos ingredientes, en la medida adecuada para el ser humano, sólo se encuentran en la leche materna – la leche de vaca, dicen los especialistas, es buena para el ternero.

En comparación con los biberones, el amamantamiento presenta más ventajas aún. Según una serie de investigaciones, los niños que recibieron el pecho corren menos riesgos de convertirse en obesos, contraer caries, de desarrollar alergias y de tener problemas de lenguaje (la succión ayuda para el desarrollo de las mandíbulas).

Además de todas estas ventajas, los niños amamantados desarrollan un vínculo más fuerte con sus madres, se sienten menos rechazados, son más seguros y... hasta más inteligentes, según fue comprobado en un estudio realizado en Nueva Zelanda. Hicieron el seguimiento de 1000 niños durante 18 años y los que fueron amamantados con leche materna demostraron ser más inteligentes y tener más éxito en la escuela y en la universidad.

Algunos estudios incluso demostraron que los niños que fueron alimentados artificialmente presentan una mayor predisposición a desarrollar ciertos linfomas (Davis MK, Savitz DA, Graubard BI. "Infant feeding and childhood cancer." Lancet. 1988;2:365-368 e Shu X-O, Clemens H, Zheng W, et al. "Infant breastfeeding and the risk of childhood lymphoma and leukaemia". Int J Epidemiol.1995; 24:27-32) y también son más propensos a desarrollar diabetes tipo I, o sea, una diabetes juvenil insulinodependiente (Virtanen et al: "Diet, Cow's milk protein antibodies and the risk of IDDM in Finnish children." Childhood Diabetes in Finland Study Group. Diabetologia, Apr 1994, 37(4):381-7). Sólo por citar los primeros que avalaron científicamente, y sin lugar a dudas, la recomendación que prevalece hasta el día de hoy.

Datos preliminares de la Universidad de North Carolina/Duke University indican que los niños amamantados tuvieron menos riesgo de contraer artritis juvenil. Otras enfermedades, como la esclerosis múltiple. Los problemas de visión (la leche materna es la única fuente de vitamina A durante los primeros dos años de vida de un bebé) también incidieron menos entre los bebés que recibieron el pecho.

Los bebés prematuros se benefician especialmente con el amamantamiento, pues la leche materna producida por las madres que tuvieron bebés prematuros es diferente de la leche de aquellas mujeres que completaron toda la gestación. Durante todo el primer mes es mucho más fuerte, similar al calostro (la leche de las primeras mamadas, más oscura y fuerte).

Las madres también se benefician

No sólo los bebés se benefician con el amamantamiento materno. Las madres también pueden ver una serie de ventajas al amamantar: pérdida de peso más rápida, menos posibilidades de tener hemorragia posparto, menos riesgo de contraer cáncer de mama, menores posibilidades de desarrollar anemia, menos posibilidades de contraer osteoporosis en la vejez, entre otras.

En lo que respecta al cáncer de mama, por ejemplo, las investigaciones demostraron que las mujeres que amamantaron por menos de tres meses tuvieron 11 por ciento menos cáncer de mama en la premenopausia. Entre las que amamantaron por más de dos años, la posibilidad de contraer cáncer de mama disminuyó en un 25 por ciento. Esto también es válido en las mujeres que fueron amamantadas cuando niñas: presentan un riesgo 25 por ciento menor de desarrollar cáncer de mama que aquellas que fueron alimentadas con biberón. El hecho de no amamantar también aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y cáncer de endometrio.

Para terminar, mientras están amamantando, las mujeres tienen un menor riesgo de embarazo. Sin embargo, es bueno aclarar que amamantar no es un método anticonceptivo seguro y sigue siendo importante contar con un médico que indique un método anticonceptivo complementario.

Ventajas para la familia

Amamantar también es ventajoso para toda la familia. Al fin de cuentas, un bebé que recibe el pecho es más económico, se enferma menos, llora menos y hace que la vida de toda la familia sea más tranquila.

Además, amamantar es considerado un acto ecológico: evita el uso de una serie de productos embalados con aluminio, plástico y otros materiales que no son biodegradables, como latas de leche en polvo, biberones, chupetes, entre otros.

Testimonio

Estos datos, aparentemente científicos, fueron comprobados en la práctica por la peluquera Maria Nilda Alves de Souza, de 36 años, que amamantó a su hijo de siete años durante dos años y medio. Ella afirma que “amamantar es una experiencia maravillosa, por el contacto que se establece entre madre e hijo. Todas las mujeres tendrían que pasar por eso”, recomienda. Incluso desde el punto de vista estético, María Nilda no duda en recomendar el amamantamiento: “Yo adelgacé tan rápido En 40 días estaba usando mi ropa nuevamente, poniéndome jeans y todo lo demás, nos cuenta. Ella garantiza que quien piensa que los senos se caen después del amamantamiento se equivoca: “no se caen para nada Y aunque se cayesen, las ventajas son tan grandes que lo compensan ampliamente”, afirma.

La peluquera nos cuenta que su médico le informó, durante el período prenatal, que quien amamanta tiene menos posibilidades de contraer cáncer de mama, osteoporosis y otras enfermedades. “Amamantar sólo trae ventajas”, dijo. Ella nos dice que, durante el embarazo, la madre debe pasarse un guante de crin en el pezón cuando se baña, para ir perdiendo la sensibilidad y evitar estrías.

Maria Nilda, mujer de un profesor, estuvo un año y nueve meses en su casa, con el hijo, y dice que no por eso dejó de contribuir al ajustado presupuesto familiar: coció para afuera durante ese período, y “Valió la pena”. Su hijo, a los siete años, es el más alto de la clase y ya calza 35/36, además de tener una excelente dentadura, ninguna caries y una salud de hierro. Ella aconseja: “un cuidado que la madre precisa tener es dar los dos pechos en la misma proporción, porque el bebé tiende a preferir el pecho izquierdo, donde escucha mejor el sonido del corazón. Con esto, la madre corre el riesgo de terminar de amamantar con un pecho más grande que el otro” indica.

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