31 julio, 2007

Factores de riesgo para padecer diabetes gestacional

Vigilar los niveles de glucosa en sangre con un glucómetro preciso, libre de calibración, permite tomar decisiones rápidas en el embarazo.

México. La diabetes gestacional es aquella que afecta a mujeres embarazadas que nunca han tenido diabetes, pero que tienen altos niveles de glucosa durante su embarazo. Aunque no se sabe con certeza qué la origina, se ha relacionado con un aumento en la producción de hormonas de la placenta durante el período de desarrollo fetal. Esta elevación puede afectar o bloquear la producción de insulina en el organismo de la madre, lo que genera una resistencia para procesar la glucosa. Ello provoca hiperglucemia, es decir, un incremento en los niveles de azúcar en la sangre.
"La diabetes gestacional ocurre por primera vez en el embarazo y usualmente desaparece después de la gestación. Sin embargo, una falta de control de este padecimiento puede provocar un bebé macrosómico o mayor de cuatro kilos, un desarrollo deficiente de sus pulmones, entre otras complicaciones, e incluso dejarle diabetes mellitus de por vida a la madre", afirmó la cirujano internista del Hospital Ángeles del Pedregal, doctora Eliana Cejudo Carranza.
"La diabetes gestacional se presenta en cerca de siete por ciento de las mujeres mexicanas embarazadas, lo que las muestra como un grupo de mayor riesgo, ya que dicha cifra es muy alta en comparación con otras razas y países en los que la prevalencia es de entre uno y tres por ciento", indicó la también especialista en complicaciones del embarazo, doctora Cejudo Carranza,
En general, la diabetes gestacional aparece en la semana 24 del embarazo y aunque todavía se desconoce su origen exacto, algunos eventos predisponen su aparición. "Por ejemplo, las hormonas necesarias para el desarrollo y crecimiento del producto que se producen en la placenta, que es el órgano que nutre al bebé, pueden llegar a bloquear la acción de la insulina, una hormona que ayuda a aprovechar la azúcar en la sangre".
Este problema con la insulina propicia un aumento de azúcar presente en la sangre, fenómeno conocido como hiperglucemia, el cual permite diagnosticar la diabetes gestacional. Además, existe un riesgo elevado de que en un segundo embarazo vuelva a aparecer este desorden. "De ahí la importancia de comentar con el médico y periódicamente realizarse pruebas de glucosa para detectar a tiempo la diabetes".

¿Cómo saber si se tiene DG?

Lamentablemente en la mayoría de los casos no causa síntomas. Pero existen algunas características o factores de riesgo que deben vigilarse:

1. Sobrepeso
2. Edad mayor de 25 años.
3. Antecedente de diabetes en padres.
4. Haber tenido bebés de más de 4 kilos, muerte intrauterina y DG previa.
5. Síndrome de ovarios poliquísticos.
6. Pertenecer a una etnia de alto riesgo como los hispano-latinos.

Cuando haya uno o más factores, debe solicitarse una prueba sanguínea de escrutinio o de carga de glucosa, para establecer el diagnóstico. En los casos que las cifras sean mayores se hace una prueba confirmatoria llamada Curva de Tolerancia a la Glucosa.

¿En que consiste el tratamiento de la DG?


Dieta. Acción esencial que tiene como primera meta la reducción de calorías provenientes de azúcares, así como de las que se obtienen de grasas, y de éstas las que más se deben evitar son las de origen animal, además hay que agregar una adecuada cantidad de fibra en la dieta.
"Lo óptimo será entrevistarse con un especialista en nutrición para planear e individualizar la alimentación, para que tome en cuenta las preferencias, disgustos y si hay alergias a algunos alimentos, y en consecuencia se pueda llevar con más apego y responsabilidad la dieta", recomendó la doctora Eliana Cejudo Carranza.
Ejercicio. No existen contraindicaciones, salvo excepciones como contracciones uterinas, hipertensión o sangrado transvaginal, entre otros problemas ginecológicos. Lo ideal será que la mujer embarazada con diabetes gestacional se asesore con un experto para saber qué tipo de ejercicio puede realizar y con qué frecuencia.
Insulina. El plan de dieta se pondrá en práctica y será evaluado en una o dos semanas, pero si no se alcanzan las metas y persisten altos los niveles de glucosa, puede iniciarse un esquema con insulinas, una de acción rápida y otra de acción lenta, calculado con base en el peso actual. Esta terapia con insulinas es segura para su bebé y garantiza un nacimiento sano.
Automonitoreo. Vigilar mediante un glucómetro preciso, de rápida medición y fácil lectura los valores de la glucosa en sangre, permite a la paciente, su pareja y médico tomar acciones inmediatas y precisas que ayuden a controlar la diabetes gestacional.
"No hay pretexto para no hacerlo, si bien antes el uso de estos aparatos era algo laborioso, había algo de incomodidad por el pinchazo o eran menos precisos. Ahora ya existen muchos modelos con múltiples ventajas, algunos son libres de calibración, como Ascensia Contour que, con un mínimo de sangre y en pocos segundos brindan resultados con 96 por ciento de exactitud", comentó la doctora Eliana Cejudo.
Agregó que "el monitoreo preciso de la glucosa en sangre, permite visualizar y llevar un adecuado registro de la evolución de la diabetes gestacional, y hacer los cambios y ajustes necesarios en la dieta, ejercicio e incluso fármacos. Por ejemplo, Ascensia Contour ofrece la posibilidad de guardar 240 registros y permite, mediante un software adicional (Ascensia Winglucofacts), compartir los resultados vía internet con él médico tratante y así obtener un control optimo de la diabetes".

Afecciones al bebé y la madre

Entre las principales afecciones destacan: "la posibilidad de que el bebé tenga un peso mayor a 4 kilos (macrosómico), lo cual complica el alumbramiento; presente el síndrome de distress respiratorio, manifestado en una inmadurez de sus pulmones por lo que requieren de cuidados especiales e incluso terapias intensivas; o presentar al momento de nacer una disminución grave del azúcar en sangre (hipoglucemia) y provocarle convulsiones; y finalmente una coloración amarillenta de la piel (ictericia) por el depósito de sustancias en los tejidos debido a una inmadurez del hígado del infante", explicó.

En la madre, agregó la especialista del Hospital Ángeles del Pedregal, una de las consecuencias más graves por la diabetes gestacional, que pueden hacer necesario interrumpir el embarazo es la llamada preclamsia, una elevación de la presión sanguínea acompañada de gran retención de líquidos, principalmente en pies y manos, lo cual puede ser peligroso para la vida de la madre y el bebé.
"Además, la mujer con diabetes gestacional es muy propensa a las infecciones en vías urinarias, que son fáciles de detectar, ya que la orina se torna turbia, mal oliente, existe ardor y aumenta la frecuencia. Asimismo, existe evidencia de que más del 50 por ciento de pacientes con diabetes gestacional, en algunos años más, desarrollarán diabetes tipo 2", refirió.
La médico cirujano internista, especialista en complicaciones del embarazo, Eliana Cejudo Carranza, del Hospital Ángeles del Pedregal concluyó que "la mujer embarazada con diabetes gestacional requiere un tratamiento especial, mediante un programa establecido e individualizado, y que es importante que sean médicos especialistas quienes vean, cuiden y manejen integralmente su salud. Desde nutriólogos, psicólogos, perinatólogos e internistas con experiencia en diabetes y embarazo, entre otros expertos para concluir exitosamente el embarazo y con ello tener una madre y bebé sanos".

Tomado de Terra Noticias
http://www.mx.terra.com/salud/interna/0,,OI1800351-EI5483,00.html

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