11 marzo, 2007

Mujeres insumisas

Nada me es tan insoportable como las mujeres falsamente intensas. Armadas con dos o tres vulgaridades psicologistas y otras tantas de la perspectiva de género, no se distinguen mucho de Martha Sahagún. Su feminismo es gestual, retador, prepotente y en realidad, es un escudo para impedir el paso a los problemas graves de tantas y tantas mujeres en el mundo. Nada saben de la historia de las luchas donde las mujeres han brillado, de aquel Congreso de 1910 donde Clara Zetkin propuso homenajear a las obreras masacradas en New York con el incendio intencional de la fábrica donde permanecían atrincheradas, con la incorporación al combate contra la guerra imperialista. Tampoco saben de las violadas en Atenco y en Oaxaca, de la anciana violentada hasta la muerte por la soldadesca de la Sierra de Zongolica. Altivas, desarrollan su papel y consiguen puestas en escena en tantos y tantos centros y direcciones de equidad e género donde no se cansan de autoelogiar su estéril propaganda general y abstracta.
De pronto, de estas filas hay desprendimientos al frente. Ofelia Medina y las Mujeres sin Miedo están en las movilizaciones y las presentaciones de denuncias y de cuando en vez, leen alguna obra preparada ex profeso o montan otra sobre Frida por supuesto, para mostrar sus excelencias teatrales. Realmente son valientes, Ofelia recibió amenazas de muerte. Sus compañeras no tan notorias, trabajan fuerte, tanto como Carmen Huete, Frascesca Guillén, Begoña Lecumberri la productora de cuanto se hace, Tere la que apunta todo, ordena agendas, coordina reuniones. Abogadas como Bárbara Zamora, comunicadoras como Odette la de Texcoco metida en las movilizaciones para lograr filmaciones conmovedoras, otra Odette dentista de apellido Santos quien presentó una escandalosa tesis profesional con película al calce de entrevista con Felipe Alvarez, La Finini, el legendario y chimuelo dirigente de Atenco quien explica como sobreviven sin dentistas. Hincándole el diente a la vida estuvo a punto de costarle la reprobación en el examen profesional al fin reducida a gran regaño por el manifiesto a los valores de la odontología revolucionaria. Quizá importó que el salón de exámenes profesionales estuviera lleno de macheteros de Atenco. Odette Santos no es la única militante del Movimiento Estudiantil de cambio de siglo, en la Facultad de Odontología de la UNAM. Combinando el cineclub con la atención médica, Gabriela y Liliana han cumplido muchas jornadas de trabajo en comunidades muy diversas, como la de los ñañhús en la sierra fronteriza entre Hidalgo y Puebla donde Odette, mientras curaba a un paciente enfrentó la impertinencia de los soldados colmándolos de mentadas de madre. Igual baila excelente cuando ha lugar.
Gloria Arenas Agis, presunta Coronela Aurora del ERPI, sufre la sentencia de 49 años y 6 meses de prisión en Chiconautla, hacinada en una celda con otras catorce reclusas. Lleva consigo sus tesoros, unos cuantos libros, el registro de las pinturas de Jacobo Silva Nogales, presunto comandante Antonio con igual sentencia en el Penal del Altiplano donde ya no lo dejan pintar. Visitarla es una cita con la dulce entereza sin aspavientos, con tareas concretas que hay que cumplir. Ya se rescataron las 30 pinturas que permanecían secuestradas en el Penal de Almoloya. Eso de que se rescataron es un decir, porque la operación fue posible por dos mujeres discretas. Elizabeth, la hermana de Jacobo que se enteró de las andanzas de su hermano por un noticiero de televisión y desde entonces lo visita y lo atiende y Maritere Espinosa que ha conducido la organización de la obra, su digitalización, su enmarcado para hacer posibles las exposiciones que han llegado hasta Europa. Silvia Karl condujo veinticinco pinturas hasta Viena de donde es nativa. Ninguna de estas mujeres anda con poses de grandeza.
Ni Trini, la compañera de Nacho del Valle reaparecida en la asamblea de San Salvador Atenco del brazo de Samuel Ruíz. Ni América del Valle, la hija ejemplar tan joven, tan menuda, que en las negociaciones con los burócratas brilló hasta ganar aprecio compañero y odio enemigo que la mantiene en clandestinaje forzado. Una legión de solidaridades femeninas las acompaña, apoya a las presas en Santiaguito, anima a Magdalena García sometida a nuevos autos de formal prisión con tal de impedir su libertad luego de dos amparos ganados. Se trata de no crear precedentes y de mantener quietas a las mazahuas hartas de carecer de agua cuando viven en Cutzamala donde ocupan las válvulas cuando es necesario.
En las marchas, uno las ve filmando, repartiendo propaganda, conduciendo contingentes, generando reuniones y también organizando la comida. Fue bello de verse en el Congreso de la APPO a la hora de la comida, como la larga fila en la calle se desordenó ante la llegada de camionetas con grandes cazuelas de ricos guisados, tortillas y garrafones de aguas de sabores, con señoras y señores repartiendo comida compañera. Familias enteras tienen en las mujeres una vanguardia discreta y de singular valentía como las denominadas Coordinadora 1º de agosto por la fecha que tomaron el Consorcio de Radio y Televisión de Oaxaca para poner en pie una red de comunicación ejemplar donde de veras se informaba, se recibía y se reproducía lo que ocurría en otras partes. Aún anda a salto de mata la distinguida doctora mejor conocida como Doctora Escopeta, comunicadora distinguida de Radio Universidad. Por ahí anda Soledad de Tlaxiaco, capaz de escribir todo en una laptop para dejar en claro las decisiones de las asambleas.
Nada seríamos sin mujeres así. Mucho de cierto tiene la consigna de que cuando un movimiento cuenta con una retaguardia de mujeres decididas a todo, al movimiento no hay quien lo detenga.

Alberto Híjar.

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