24 octubre, 2006

CONTRA EL OLVIDO Y EL SILENCIO: LA DIGNIDAD REBELDE

Marcos García Tapia
Andrés Santiago Cruz
Pedro Martínez Martínez
Octavio Martínez Martínez
José Jiménez Colmenares
Gonzalo Sisnero Gautier
Lorenzo San Pablo Cervantes
Arcadio Hernández
Alejandro García Hernández

Estos son sus nombres de nuestros 8 compañeros asesinados por el Estado, este ha sido el saldo de 4 meses de resistencia.
La mentira, el miedo, el odio, la represión, la cárcel y la muerte han sido la única respuesta de las instituciones estatales y federales ante las justas demandas del pueblo de Oaxaca.
La supuesta justicia de las investigaciones es respondida con la muerte, el engaño, el desprecio y la mentira. Estas acciones nos reafirman que jamás el poder estará parar defender los derechos que nos corresponden como pueblos.
Es por ello que tenemos que luchar.
En la madrugada del día de ayer nos enteramos de una mala noticia, dos compañeros estaban heridos por disparos de armas a manos de militares. Por la tarde sabríamos que un compañero había sido asesinado por el gobierno fascista de Ulises Ruiz, unos bastardos elementos del ejercito que de manera cobarde dispararon en contra de Alejandro García Hernández compañero de lucha y guardián de nuestras vidas en las barricadas, gran colaborador en nuestras convicciones al saber que en Oaxaca gente digna como él está luchando junto a nosotros y nosotras por una mejor vida.
El arma más grande que tenemos como pueblo es oponernos al olvido. Por eso no debemos olvidar a quienes fueron cobardemente asesinados por el gobierno, tampoco debemos olvidar a quienes por luchar están tras las rejas de una prisión estatal o federal.
El gobierno estatal y federal, junto con todos sus partidos políticos, tratan de implementar el miedo, y por medio del terrorismo de Estado pretenden que la resistencia termine ahogada en sangre. No quieren perder sus puestos de poder, no quieren que nadie interfiera en sus proyectos de saqueo y su sucia democracia electoral, por ello mandan a asesinar, por eso mataron a Alejandro García Hernández.
Todos nuestros compañeros caídos, eran compañeros de base, no líderes, no famosos, no dirigentes sindicales, ni reconocidos luchadores sociales... todos ellos eran personas dignas y rebeldes desde su colonia, su familia, gente de abajo que decidió alzar su voz junto a miles de personas que como ellos, hoy hacen fuerte el movimiento del pueblo de Oaxaca, sin ellos este movimiento no existiría. Tanto es el miedo que tiene el Estado a perder su casi nula legitimidad, que las opiniones de los compañeros de las barricadas, de las marchas...es un gran golpe. El gobierno sabe de lo que es capaz un ciudadano, una gente humilde, sencilla, de abajo y a la izquierda, cuando tomando conciencia asume su responsabilidad de luchar por que las cosas cambien. Por eso nos los mataron.
No podemos tolerar el silencio cómplice, no podemos permitir el olvido. Para nuestros caídos la memoria, y el ejemplo vivo de su dignidad y de su resistencia.
Hoy en Oaxaca, morir en una barricada, es morir por la vida, pues las y los que luchan por la vida no pueden llamarse muertos.

NI UN ASESINATO IMPUNE MÁS
JUSTICIA A NUESTR@S ASESINAD@S
LIBERTAD A NUESTR@S PRES@S

Oír: Ocupación Intercultural en Resistencia
Aldama 108 centro.

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