11 octubre, 2006

Por ser pobres nos desprecian

Palabras de la Comandanta Miriam

Compañeros y compañeras, hermanos y hermanas tengan ustedes muy buenas días, soy la comandanta Miriam, delegada 3. Vengo a representar a los compañeros y compañeras bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. A nombre de ellos voy a decir estas palabras de cómo vivimos durante muchos años. Nosotros las mujeres indígenas y no indígenas, sufrimos la explotación y la discriminación y la desigualdad. Por ser mujer no nos respeta porque nos dicen que no sabemos nada, que sólo servimos a cuidar el hogar y a tener hijos y a atender el esposo. Por ser pobre nos desprecian, por nuestra lengua, por nuestra cultura, por nuestro color y además por no saber ni escribir. Y así vivimos durante muchos años, pero de todo esto vimos la necesidad de luchar contra el engaño, por eso empezamos a buscar la forma de cómo organizarnos y luchar por nuestros derechos que merecemos como mujeres. A través de reuniones pláticas encuentros y compartir experiencia, lo que sentimos y lo que pensamos, y ahí aprendimos a valorarnos y a perder el miedo y así aprendimos poco a poco, nosotras mismas.

El 94, le declaramos a los gobiernos que nosotros los zapatistas no tenemos que pedir permiso a nadie para luchar. Ahí hicimos la ley revolucionaria de mujeres que hasta ahora está vigente en las zona zapatista. El 7 de enero del mismo año, sufrimos la presión militar, hubo presos y muertos, nuestros muertos. Eso nunca jamás lo vamos olvidarlos la sangre derramada queda siempre en nuestra historia. Gracias a nuestras luchas logramos recuperar nuestras tierras de los latifundios. Ahora lo estamos cuidando y lo estamos trabajando. El 95, otra vez el traición de Zedillo, junto con el gobernador de croquetas de Álbores Guillén, mandaron miles de soldados para hostigar a las comunidades zapatista. Nosotros tuvimos que refugiarnos en otros pueblos y montañas. Meses después nos regresamos a nuestras casas: Todas nuestras cosas como alimentos básico como maíz y frijol, colectivos de granjas de pollos, colectivos granja de conejos, tiendas cooperativas, fueron saqueadas. Aun así nunca tuvimos, nunca tuvo el vergüenza el mal gobierno, lo siguieron mandando los ejércitos. Empezamos a reorganizarnos otra vez para su llegada, porque ya no queremos más ejército en nuestros pueblos. Pero con la presión militar volvimos a reorganizarnos los trabajos colectivos de cada pueblos porque es la única forma para apoyar a los compañeros y compañeras representantes de nuestra lucha. Y ahí atendimos otras necesidades del pueblo, de ahí declaramos nuestros municipios autónomos en rebeldía, ellos ven la necesidad de cada pueblo como salud, educación, producción y otros trabajos más. Y están también integradas también compañeras y después abrieron los caracoles, donde trabajan las Juntas de Buen Gobierno, junto con los municipios autónomos, ellos ven si el función van igual o parejo. También en la Junta es vigilada con representantes directos de bases de apoyo, si le va bien su trabajo y si no, será quitado por una asamblea general donde el pueblo manda, y el gobierno obedece. Porque ellos fueron nombrados directamente ante una asamblea.

También en las juntas hay compañeras que ahí están trabajando, por eso todas las comunidades en resistencia, estamos dispuesto a luchar contra el plan neoliberalismo; o sea, los grandes de dinero, los gobiernos, porque ellos son que nos reprimen, los que nos matan, los que nos encarcela y son los mismos los que nos están robando. Mandan apoyo en las comunidades, como la “Progresa”, y ahora, “Oportunidades”, becas de niño, le dicen a las mujeres que ya tienen el derechos de vivir en buenas condiciones de vida, pero vemos que no es cierto. Nosotros no queremos limosnas, es puro engaño, sólo nos trata dividir nuestras comunidades.

Por eso le decimos a ustedes que no dejen de luchar, que no se dejen de engañar. Tenemos que organizar para defender nuestra Patria que es México, porque ahí nacimos, ahí vivimos, y ahí moriremos. Es hora de luchar, unir nuestras fuerzas, nuestros dolores, nuestros voces y juntas buscaremos un mejor futuro para nuestros hijos.

¡Adelante compañeras y compañeros! Sepan que no están solos, ¡aquí estamos!, sus lucha de ustedes también es nuestra. Muchas gracias.

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