Abuelito Miguel del Valle:
Mi viejito, no pude estar físicamente a tu lado en tus últimas horas de vida, pero estoy segura que donde quiera que estés te encontrarás tranquilo y satisfecho, sabiendo bien que nuestra fortaleza y amor son capaces de vencer las espinas de la distancia y la ausencia. Nuestra familia, tu hijo preso, yo y especialmente tú, sabes de qué hablo.
Me siento privilegiada de formar parte de tu árbol y llevar sangre revolucionaria desde mis abuelos, tu hermano Odilón del Valle, mamá Dolores, la tuya misma y, por supuesto, la de mi padre y madre.
Siéntete orgulloso, pues en 90 años de vida, forjaste un árbol fuerte, de aquellos que no se quebrantan por más hachazos y rayos que le avienten. El año pasado viste partir a uno de tus hijos, Miguelito y no te rendiste: hoy te vas esperando ver a Nachito en libertad, después de luchar exactamente como nos has enseñado, con tu gran perseverancia y esperanza.
Ten la confianza de que ninguna de las celdas oscuras y de hierro, pueden aprisionar el amor y admiración que tu hijo Nacho siente por ti.
Yo te agradezco infinitamente cada gesto de cariño que regalaste a cada uno de tus nietos y nietas, lo mismo que por tus actos de valentía y dignidad, que no faltaron a la hora de defender lo justo, lo que es del pueblo.
Siempre seguiré tu ejemplo de luchar y resistir hasta el último suspiro.
Recibe hasta donde estés muchos besos y abrazos, de tu nieta que te adora y no dejará de pensarte ni un solo día.
Querido Árbol invencible, familia, desde dónde sea que estemos, presos, perseguidos o libres, vamos con la frente en alto. Estamos juntos.
¡Fuerza y libertad!
América del Valle (2 años perseguida política del Estado mexicano)
Tomada del Correo Ilustrado de La Jornada. 23 junio de 2008
Mi viejito, no pude estar físicamente a tu lado en tus últimas horas de vida, pero estoy segura que donde quiera que estés te encontrarás tranquilo y satisfecho, sabiendo bien que nuestra fortaleza y amor son capaces de vencer las espinas de la distancia y la ausencia. Nuestra familia, tu hijo preso, yo y especialmente tú, sabes de qué hablo.
Me siento privilegiada de formar parte de tu árbol y llevar sangre revolucionaria desde mis abuelos, tu hermano Odilón del Valle, mamá Dolores, la tuya misma y, por supuesto, la de mi padre y madre.
Siéntete orgulloso, pues en 90 años de vida, forjaste un árbol fuerte, de aquellos que no se quebrantan por más hachazos y rayos que le avienten. El año pasado viste partir a uno de tus hijos, Miguelito y no te rendiste: hoy te vas esperando ver a Nachito en libertad, después de luchar exactamente como nos has enseñado, con tu gran perseverancia y esperanza.
Ten la confianza de que ninguna de las celdas oscuras y de hierro, pueden aprisionar el amor y admiración que tu hijo Nacho siente por ti.
Yo te agradezco infinitamente cada gesto de cariño que regalaste a cada uno de tus nietos y nietas, lo mismo que por tus actos de valentía y dignidad, que no faltaron a la hora de defender lo justo, lo que es del pueblo.
Siempre seguiré tu ejemplo de luchar y resistir hasta el último suspiro.
Recibe hasta donde estés muchos besos y abrazos, de tu nieta que te adora y no dejará de pensarte ni un solo día.
Querido Árbol invencible, familia, desde dónde sea que estemos, presos, perseguidos o libres, vamos con la frente en alto. Estamos juntos.
¡Fuerza y libertad!
América del Valle (2 años perseguida política del Estado mexicano)
Tomada del Correo Ilustrado de La Jornada. 23 junio de 2008
1 comentario:
Me parece puntual y preciso el reconocimiento que se le hace a un luchador sobre todo si proviene de uno de los integrantes de la familia para no dejar morir las luchas libertarias de nuestros abuelos.
Continuamos desde un punto de la geografia Maya
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