18 septiembre, 2006

Palabrasdel Delegado Zero la noche del 15 de septiembre en Atenco

Buenas noches compañeros y compañeras de Atenco y de la Otra Campaña, que se han congregado aquí para hacer el otro grito de la otra independencia que estamos levantando.

16 de septiembre y madrugada ya. “Ignacio del Valle”, vengo a traer este nombre, mientras allá afuera se disputan los nombres de Fox, Calderón y López Obrador. Y nosotros como zapatistas no elegimos a ninguno de esos tres. Escogemos este día 16 de septiembre el nombre de Ignacio del Valle y, junto con su nombre, el del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el del digno pueblo de Atenco.

Hace un año, la Otra Campaña se reunió en una comunidad zapatista, en La Garrucha. Y ese día, hoy 16 de septiembre hace un año, las comunidades indígenas zapatistas y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional le entregaron a todos estos compañeros y compañeras la Otra Campaña, y empezamos juntos a levantar un movimiento diferente a todo el que han visto en todas partes, en todas las historias.

Porque ahora que está pasando todo lo que está pasando allá afuera y allá arriba hay quienes están buscando quién los dirija. Hay quienes se juntan donde hay mucha gente para oír qué les va a decir el que los va a mandar. El que los quiere dirigir para un lado o para otro. Pero nosotros, en la Otra Campaña, no estamos buscando quién nos va a dirigir, quién nos va a redimir, ni quién nos va a dar lo que necesitamos. Tampoco en la Otra Campaña estamos buscando a quién dirigir, no estamos buscando a un pueblo que podamos congregar en un lado y les podamos decir qué es lo que tienen que hacer y nada más que levanten la mano por una cosa o por otra.

Nosotros, en la Otra Campaña, nos estamos buscando unos a otros, a otras, no para que alguien nos mande, sino para tomar nuestro destino en nuestras manos. Para decidir nosotros, como pueblos indios, como pueblos campesinos, como obreros, como mujeres, como jóvenes, como empleados, como estudiantes, lo que necesitamos y cómo lo vamos a conseguir.

Nosotros, en la Otra Campaña, estamos buscando hacer otro país. Donde la Patria seamos nosotros y no un símbolo que se están disputando allá arriba unos y otros. Para, a la hora de la hora, los dos salgan corriendo y ninguno de los dos dé el grito que tanto estuvieron disputando. Nosotros elegimos estar aquí con ustedes en Atenco.

Ignacio del Valle, Felipe, Galindo y otros compañeros y compañeras del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra fueron allá a las comunidades desde que estaba empezando la Otra Campaña. Estuvieron como Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra hace un año, cuando empezó la Otra Campaña. Y entonces empezamos el recorrido. En varias partes llegaron ellos, y con ellos y ellas llegaban ustedes como pueblo. No hablaban por ellos, no contaban su historia personal. Nos contaron y le contaron a muchos en todo el país la historia de los pueblos de Atenco. De cómo defendieron al tierra. De cómo la conquistaron. Y cómo obtuvieron esa victoria. Y aparecieron los muertos, y aparecieron los presos en sus historias. Y apareció siempre el que nunca aparece, el que es nadie, el que no tiene nombre y rostro, mas que cuando están allá arriba los que están allá arriba y se hacen diputados, senadores, presidentes, gobernadores, para ganar o perder simplemente una caja chica donde están sacando el dinero para ellos y no para lo que la gente necesita.

Entonces, en la Otra Campaña hace un año dijimos que íbamos a ser compañeros, dijimos que íbamos a ser compañeras, que nos íbamos a apoyar unos a otros. Y empezamos. Y hoy, aquí, en esta tierra, recordamos la sangre de Alexis Benhumea, nuestro compañero, muerto por defender a Atenco. Un joven estudiante que no era de aquí y que aquí murió en estas tierras, aunque fue arrastrando su muerte por mucho tiempo.

Y Alexis estaba aquí el 4 de mayo por la misma razón que Ignacio del Valle, Felipe y Galindo, y todos los del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, estaban en Texcoco el día 3. Porque éramos compañeros. El día 4 de mayo, en toda la República mexicana, nosotros, nosotras, la Otra Campaña, levantamos la bandera por la libertad y la justicia para esos compañeros que habían sido agredidos.

Después, organizaciones, grupos y colectivos fueron soltando esa bandera y criticando al EZLN que porque de manera unilateral, sin preguntarle a nadie, había decidido suspender la gira de la Otra Campaña para concentrarse en la libertad y la justicia para los compañeros y compañeras de Atenco. ¿A qué hora les vinieron a preguntar a ustedes que iban a soltar esa bandera? Ellos que ahora nos están reclamando porqué dejamos de visitar otros lugares, para concentrarnos en defendernos y en apoyarnos como compañeros: el luchar por la libertad y la justicia para Ignacio del Valle, para Felipe, para Galindo, para los compañeros y compañeras que están presos en Santiaguito.

En cuanto empezó a levantarse el movimiento ése que tienen en Reforma —o tenían— y en el Zócalo, inmediatamente soltaron la bandera por la libertad de Atenco y fueron a correr buscando a ver quién los va a dirigir, quién les va a decir qué hacer. A nadie le preguntaron. ¿Dónde está eso de la decisión unilateral?. ¿A quién le preguntaron qué era más importante? Ponerse a la cola de un movimiento que quiere el poder en lugar de luchar por la libertad y la justicia para un campesino como Ignacio del Valle, o como Felipe, o como Galindo, o para una estudiante como la que nos habló hace rato.

¿Qué les importa a ellos si ahí no hay nada de eso? Allá están las masas, allá está la televisión, allá están los periódicos, las fotos, los artistas, los cantantes, los pintores. Allá está la misma policía que agredió a nuestros compañeros jóvenes en la Escuela Nacional de Antropología, cuando bloquearon el periférico exigiendo la libertad de Atenco, la libertad de los presos y presas de Atenco.

Y ahora resulta que no, que sí se pueden hacer las cosas, porque es la libertad de expresión. Pero cuando nosotros lo hicimos, entonces era un delito. Y cuando ellos lo hacen y es para conquistar el poder, entonces es un derecho que hay que ejercer.

Y ellos piensan que no tenemos memoria. Y estas organizaciones y estos grupos que hace un año dijeron que íbamos a ser compañeros, y que dejaron de serlo en el momento en que las cámaras, los micrófonos, las fotos, voltearon a ver a otro lado, piensan que vamos a olvidar, que no vamos a tener memoria. Piensan que van a poder regresar a la hora que este movimiento que es la Otra Campaña arranque de la cárcel a Ignacio del Valle. Porque lo vamos a sacar. Y mientras ellos estaban soltando esa bandera, para ir a agarrar la bandera amarilla y negra, para ir a agarrar la bandera de un movimiento que es legítimo porque lucha contra el fraude electoral, pero que tiene todo el apoyo de otro gobierno, y nosotros solos, luchando con nuestras propias fuerzas.

Y nosotros venimos a decirles aquí compañeros y compañeras de Atenco: aunque todos en la Otra Campaña abandonen la lucha por la libertad de nuestros compañeros, nosotros, los zapatistas, las zapatistas, no la vamos a dejar. Y vamos a seguir luchando por ellos hasta que salgan libres. Y si no los sueltan, los vamos a liberar nosotros.

Estos compañeros y compañeras que durante este año fueron dejando la lucha para irse a sumar a la cola de ésos, que dejaron y abandonaron a nuestros presos y presas, que hicieron en el otro movimiento lo que nunca hicieron por los presos de Atenco, esos compañeros y compañeras dejarán de serlo. Y seguiremos, aunque sea solos. Y aun así sabemos que no estaremos solos. Hay otras organizaciones de izquierda, grupos y colectivos que saben que es acá, abajo, donde está la Patria que queremos y no en un zócalo, no en una campana que se toca cada 16 de septiembre, sino en la gente que está luchando por la tierra.

En unos días, una o dos semanas, compañeros y compañeras de nuestra dirección, de la dirección del EZLN, comandantes y comandantas van a llegar para reforzar la solidaridad con Atenco. Se los dijimos hace un tiempo y ahora lo vamos a cumplir. Nosotros vamos a seguir al norte de la República y en cada lugar donde pasemos vamos a contar la historia de esa injusticia, la del 3 y del 4 de mayo, pero también en esa historia, queremos invitar a que uno o dos compañeros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra vaya con nosotros a los estados del norte. Y que sea su voz, la voz de ustedes la que cuente su historia. No sólo la de los presos, no sólo la de la represión. También y sobre todo su historia de lucha y de organización. La que les permitió levantarse con la más grande victoria y humillación que ha recibido el gobierno de Vicente Fox: la cancelación del aeropuerto que quería hacer con sus tierras. Queremos que vayan con nosotros, y a partir de ahora, los nadie que somos nosotros, en cada lugar, en cada rincón, vamos a volver a levantar la bandera de la libertad y la justicia para los presos y presas de Atenco.

Esa es nuestra historia. Nos dicen que al no sumarnos al movimiento de López Obrador, perdimos la oportunidad de hablar ante millones de personas. Y ¿quién les dijo que nosotros queríamos hablar ante millones de personas? Si lo que nosotros queremos es escuchar la voz de los que nadie escucha. Eso es lo que hemos hecho este año y lo volveremos a hacer a partir de ahora. Ahora en el resto de la República.

Hay una historia, una leyenda de la guerra de Independencia: Vicente Guerrero llega y se presenta con José María Morelos y Pavón y le dice que quiere pelear. Morelos le extiende una carta y lo nombra general. Guerrero pregunta: ¿y dónde está mi tropa? Morelos voltea y le dice: ésos son —y le muestra un montón de campesinos y campesinas indígenas, sólo con machetes, azadones y palos—. Y le dice a Guerrero: “ésa es tu tropa”. Con ésa, Vicente Guerrero empieza la campaña que luego va a culminar en la Independencia.

Nosotros no queremos una Independencia para cambiar de nombre. Nosotros no queremos una Independencia para que alguien nos va a dirigir. Nosotros queremos la Independencia para decidir nosotros. Como dijo el compañero: la soberanía. Que los pueblos manden. Que se manden a sí mismos, no que venga otro a decirnos qué es lo que tenemos que hacer.

Hay una leyenda maya. Nosotros somos zapatistas, indígenas de raíz maya. Y cuentan que la luna es una diosa: Ixchel. Que esa diosa se preocupó por cuidar la tierra y cuidó e hizo crecer a hombres y mujeres del color de la tierra. Y que es en el día cuando la luna se guarda y se protege en la tierra y estos hombres y mujeres, los campesinos y las campesinas, los indígenas y las indígenas, son los que tienen que cuidar la tierra durante el día, para que en la madrugada vuelva a salir, otra vez, Ixchel, la diosa de la luna. Y, a cambio de eso, les dio el poder de poder sanar. El poder de la medicina. Y desde entonces, estos hombres y mujeres, nosotros, nosotras, los que somos del color de la tierra, tenemos que estar curando, sanando los dolores que tiene la tierra.

Venimos a decir aquí lo que ya sabemos. Allá arriba no hay solución para nosotros. Ningún líder, ningún caudillo va a construir nuestra solución. Todo lo que tenemos lo hemos conseguido organizados, juntos. Esté o no esté la prensa. Estén o no estén los muchos. Nosotros, nosotras, en la Otra Campaña, vamos a seguir en nuestro camino.

Y ésos que están allá arriba, que ahora están descubriendo que el gobierno es una mierda, que las instituciones no sirven. Ahora están descubriendo que hay que luchar por los derechos, ahora están descubriendo que hay que escuchar al pueblo de México, porque nadie lo escucha. Si nosotros y nosotras lo habíamos descubierto. Porque eso es lo que falta: que nos escuchemos.

Volvemos a decirlo aquí: entre una cosa y otra de los partidos que están allá arriba, nosotros elegimos el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Entre Fox, López Obrador y Calderón, elegimos a Ignacio del Valle. Venimos aquí, vamos a decirles: vamos a seguir luchando por su libertad.

Gracias compañeros, gracias compañeras.

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