22 agosto, 2007

Amamantar sólo trae ventajas

Amamantar trae innumerables ventajas tanto a la madre como al bebé. Diversas investigaciones científicas, realizadas en todo el mundo, probaron que el amamantamiento está relacionado con la prevención de una serie de enfermedades, como el cáncer de mama para la madre y la obesidad para el bebé.
Las principales ventajas de amamantar, según la Dra. Felicity Savage King, quien publicó el Manual de Normas para Incentivar el Amamantamiento Materno Exclusivo, es indiscutible que el amamantamiento es esencial para un buen desarrollo físico y psíquico del bebé. Con un año de edad ya es posible observar significativas ventajas psicomotoras y sociales en los bebés que son amamantados.

Desde el punto de vista nutricional, la leche materna contiene todos los ingredientes que el niño necesita durante los primeros seis meses de vida, lo que hace prescindible cualquier otro alimento. Un bebé de hasta seis meses ni siquiera necesita tomar agua, pues la leche materna ya contiene el agua suficiente para mantenerlo hidratado. También contiene proteínas, vitaminas, hierro, sales, calcio, fósforo y lípidos en cantidades adecuadas, al igual que una enzima especial, llamada lipasa, que ayuda al bebé a digerir las grasas.

La leche materna también contiene endorfina, una sustancia que ayuda a eliminar el dolor. Fundamentalmente, la leche materna posee los anticuerpos necesarios para que el niño se defienda de muchas enfermedades que pueden atacarlo en sus primeros seis meses de vida. Los bebés que reciben el pecho también están menos sujetos a sufrir infecciones, porque la leche materna es estéril, libre de bacterias y contiene factores antiinfecciosos, tales como leucocitos, inmunoglobulinas, lactoferrina, factor bífido, entre otros. Estos ingredientes, en la medida adecuada para el ser humano, sólo se encuentran en la leche materna – la leche de vaca, dicen los especialistas, es buena para el ternero.

En comparación con los biberones, el amamantamiento presenta más ventajas aún. Según una serie de investigaciones, los niños que recibieron el pecho corren menos riesgos de convertirse en obesos, contraer caries, de desarrollar alergias y de tener problemas de lenguaje (la succión ayuda para el desarrollo de las mandíbulas).

Además de todas estas ventajas, los niños amamantados desarrollan un vínculo más fuerte con sus madres, se sienten menos rechazados, son más seguros y... hasta más inteligentes, según fue comprobado en un estudio realizado en Nueva Zelanda. Hicieron el seguimiento de 1000 niños durante 18 años y los que fueron amamantados con leche materna demostraron ser más inteligentes y tener más éxito en la escuela y en la universidad.

Algunos estudios incluso demostraron que los niños que fueron alimentados artificialmente presentan una mayor predisposición a desarrollar ciertos linfomas (Davis MK, Savitz DA, Graubard BI. "Infant feeding and childhood cancer." Lancet. 1988;2:365-368 e Shu X-O, Clemens H, Zheng W, et al. "Infant breastfeeding and the risk of childhood lymphoma and leukaemia". Int J Epidemiol.1995; 24:27-32) y también son más propensos a desarrollar diabetes tipo I, o sea, una diabetes juvenil insulinodependiente (Virtanen et al: "Diet, Cow's milk protein antibodies and the risk of IDDM in Finnish children." Childhood Diabetes in Finland Study Group. Diabetologia, Apr 1994, 37(4):381-7). Sólo por citar los primeros que avalaron científicamente, y sin lugar a dudas, la recomendación que prevalece hasta el día de hoy.

Datos preliminares de la Universidad de North Carolina/Duke University indican que los niños amamantados tuvieron menos riesgo de contraer artritis juvenil. Otras enfermedades, como la esclerosis múltiple. Los problemas de visión (la leche materna es la única fuente de vitamina A durante los primeros dos años de vida de un bebé) también incidieron menos entre los bebés que recibieron el pecho.

Los bebés prematuros se benefician especialmente con el amamantamiento, pues la leche materna producida por las madres que tuvieron bebés prematuros es diferente de la leche de aquellas mujeres que completaron toda la gestación. Durante todo el primer mes es mucho más fuerte, similar al calostro (la leche de las primeras mamadas, más oscura y fuerte).

Las madres también se benefician

No sólo los bebés se benefician con el amamantamiento materno. Las madres también pueden ver una serie de ventajas al amamantar: pérdida de peso más rápida, menos posibilidades de tener hemorragia posparto, menos riesgo de contraer cáncer de mama, menores posibilidades de desarrollar anemia, menos posibilidades de contraer osteoporosis en la vejez, entre otras.

En lo que respecta al cáncer de mama, por ejemplo, las investigaciones demostraron que las mujeres que amamantaron por menos de tres meses tuvieron 11 por ciento menos cáncer de mama en la premenopausia. Entre las que amamantaron por más de dos años, la posibilidad de contraer cáncer de mama disminuyó en un 25 por ciento. Esto también es válido en las mujeres que fueron amamantadas cuando niñas: presentan un riesgo 25 por ciento menor de desarrollar cáncer de mama que aquellas que fueron alimentadas con biberón. El hecho de no amamantar también aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y cáncer de endometrio.

Para terminar, mientras están amamantando, las mujeres tienen un menor riesgo de embarazo. Sin embargo, es bueno aclarar que amamantar no es un método anticonceptivo seguro y sigue siendo importante contar con un médico que indique un método anticonceptivo complementario.

Ventajas para la familia

Amamantar también es ventajoso para toda la familia. Al fin de cuentas, un bebé que recibe el pecho es más económico, se enferma menos, llora menos y hace que la vida de toda la familia sea más tranquila.

Además, amamantar es considerado un acto ecológico: evita el uso de una serie de productos embalados con aluminio, plástico y otros materiales que no son biodegradables, como latas de leche en polvo, biberones, chupetes, entre otros.

Testimonio

Estos datos, aparentemente científicos, fueron comprobados en la práctica por la peluquera Maria Nilda Alves de Souza, de 36 años, que amamantó a su hijo de siete años durante dos años y medio. Ella afirma que “amamantar es una experiencia maravillosa, por el contacto que se establece entre madre e hijo. Todas las mujeres tendrían que pasar por eso”, recomienda. Incluso desde el punto de vista estético, María Nilda no duda en recomendar el amamantamiento: “Yo adelgacé tan rápido En 40 días estaba usando mi ropa nuevamente, poniéndome jeans y todo lo demás, nos cuenta. Ella garantiza que quien piensa que los senos se caen después del amamantamiento se equivoca: “no se caen para nada Y aunque se cayesen, las ventajas son tan grandes que lo compensan ampliamente”, afirma.

La peluquera nos cuenta que su médico le informó, durante el período prenatal, que quien amamanta tiene menos posibilidades de contraer cáncer de mama, osteoporosis y otras enfermedades. “Amamantar sólo trae ventajas”, dijo. Ella nos dice que, durante el embarazo, la madre debe pasarse un guante de crin en el pezón cuando se baña, para ir perdiendo la sensibilidad y evitar estrías.

Maria Nilda, mujer de un profesor, estuvo un año y nueve meses en su casa, con el hijo, y dice que no por eso dejó de contribuir al ajustado presupuesto familiar: coció para afuera durante ese período, y “Valió la pena”. Su hijo, a los siete años, es el más alto de la clase y ya calza 35/36, además de tener una excelente dentadura, ninguna caries y una salud de hierro. Ella aconseja: “un cuidado que la madre precisa tener es dar los dos pechos en la misma proporción, porque el bebé tiende a preferir el pecho izquierdo, donde escucha mejor el sonido del corazón. Con esto, la madre corre el riesgo de terminar de amamantar con un pecho más grande que el otro” indica.

Para ser ambientalista, hay que ser anticapitalista

Las bases del capitalismo están apoyadas sobre un terreno que se vuelve cada vez más pantanoso. La apropiación de recursos naturales con el fin de convertirlos en mercancía, comienza a ser cada vez más resistida por los pueblos y por la propia Tierra.
La depredación y la contaminación han sido durante años solamente "daños colaterales" en la producción de bienes y servicios en pos de generar una ventaja económica.
La producción de mercancías dentro del sistema capitalista tiene como única finalidad incrementar la ganancia y por supuesto, los límites solo se encuentran en el fondo del abismo.
El consumo excesivo, fomentado desde las empresas a través de la publicidad, sumado a los modelos de producción que solo apuntan a optimizar el beneficio económico, aumentan innecesariamente la contaminación. No es posible transformar la Naturaleza en bienes y servicios eternamente, como lo requiere el modelo Capitalista.
Resulta evidente que un modelo que plantea esas premisas como motor del avance de la humanidad, una vez que llega a niveles de masificación planetarios, superará la capacidad de producción de materia prima y absorción de contaminación de la Tierra y provocará inexorablemente efectos nefastos sobre el ambiente.
Es entonces casi redundante decir que, un ambientalista deberá ser, por encima de todo, un anticapitalista y no solamente un cuidador de la naturaleza. Las leyes económicas que regulan la maquinaria de producción capitalista, influyen directamente y condicionan las relaciones entre los seres humanos y el ambiente en el que habitan. No sería razonable intentar actuar sobre los problemas ambientales ignorando las fuerzas que desde otras ciencias, como la política o la economía están actuando sobre ellos.
Todos los ambientalistas tenemos la obligación de luchar contra el capitalismo, porque éste ataca constantemente al ambiente que queremos preservar.
La Ecología es capaz de demostrar, denunciar y predecir las consecuencias que tendrá la existencia del Capitalismo sobre la Tierra al ser un sistema que está basado precisamente en la destrucción de la Naturaleza.
Cuando aparecieron los primeros ambientalistas, la reacción inicial del Sistema fue ignorarlos. Pero luego, al ver que el movimiento cobraba mas y mas fuerza, intentó con el desprestigio público, utilizando a sus sicarios mediáticos para regar de mentiras y sembrar dudar alrededor de los defensores de la Tierra. Pero tampoco le fue posible, porque detrás del ambientalismo estaba el pueblo y delante, la inocultable verdad.
Por último, ha intentado con el soborno, la compra de opiniones, absorbiendo a personas e instituciones y creando y financiando con cifras millonarias a sus propios Organismos disfrazados de verde. Pero los vamos identificando y seguimos resistiendo.
Llevamos muchos años batallando contra un enemigo con recursos económicos ilimitados, pero hemos adquirido mucha experiencia en el camino.
Las nuevas generaciones conocen el problema desde muy temprana edad, crecen con él y eso les otorga otro nivel de conciencia. Es por eso que sobre ellas basamos muchas de nuestras esperanzas de vivir algún día en una civilización que respete a la naturaleza y se respete a si misma.

Ricardo Natalichio. Tomado de Eco Portal
http://www.ecoportal.net

Palabras del Delegado Zero con el pueblo mayo-yoreme, en Punta de la Laguna, San Ignacio de Cohuirimpo, Sonora

27 de octubre del 2006

Compañeros, compañeras: buenas tardes.

Queremos agradecer al cuerpo de ancianos, a las autoridades tradicionales y a los jefes guerreros del pueblo mayo-yoreme, a los hombres y mujeres de este pueblo, que nos hayan recibido.

Traemos un saludo de nuestros jefes y jefas, que son las comunidades indígenas de raíz maya de las montañas del sureste mexicano en Chiapas.

Y traemos esta historia que les queremos contar que es una leyenda. Una leyenda es una parte que es historia y una parte que es inventada. No sabemos qué parte es la que es verdad y cuál es la que es inventada.

Decían nuestros antiguos, nuestros ancianos los más primeros que llegaron a nuestras tierras, que cuando nació el mundo, los dioses dieron una forma de organizar a nuestros pueblos. Porque antes de que llegara el yori acá, el agua era para beber y daba vida, los árboles crecían, la tierra daba frutos y nada se compraba ni se vendía, ni mucho menos los hombres y mujeres.

Y dice que dieron a organizarse y encargar a alguien que llevara el buen gobierno. El buen gobierno —dicen nuestros antiguos— es el que obedece al pueblo, no el que lo manda. Y que para que los pueblos supieran a quien tenían que mandar, le dieron en la vara de mando o el bastón de mando para señalarlo. Así el pueblo sabía quién era que debía obedecer, a quién había que darle orden y quién tenía el cargo de cumplir la voluntad de los pueblos.

Así pasó, así nació la vara de mando en los pueblos indios: no para mandar, sino para obedecer. Y era para que cada pueblo supiera a quién tenía que darle orden. Pero también dijeron, estos dioses que hacen el mundo, que no podía ser una orden individual. Que la única forma de hacer que el que tuviera el bastón de mando o la vara de mando obedeciera, era que el pueblo se juntara, hiciera de todas las voces una sola voz y en colectivo dijera su voluntad. Y aquel que llevaba el bastón de mando tenía que cumplirla.

Eso era antes de que llegara el yori, el rico, a conquistar estas tierras.

Cuentan también una historia: que entre esos dioses se les olvidaba mucho lo que hacían o no eran capaces de ver muy lejos, a excepción de uno: el dios guerrero, que era el que tenía la capacidad de ver lo que iba a pasar después.

Y cuentan que ese dios guerrero era el encargado de cuidar al sol, que era el que daba la vida a estas tierras. Y que para poder hacerlo se hizo venado. Y que miraba cuando el sol se guardaba en las sábanas de las aguas —en el mar frente al pueblo yoreme— y corría después de beber en el Río Mayo, corría hasta las montañas del sureste mexicano al Río Jataté, y bajo la ceiba —el árbol madre— volvía a ver, a beber el agua, y a ver que el sol volviera a salir cabal, completo.

Y cada día y cada noche, el dios guerrero, el venado, iba de un lado a otro, desde el pueblo yoreme hasta el pueblo maya para ir a cuidar cuando el sol se acostaba y cuando se levantaba. Cada vez que iba caminando y caminando, cada vez va marcando más su trilla, su camino, y se va haciendo cada vez más hondo.

Los demás dioses se burlaron, le dijeron que cada vez que iba y venía, iba haciendo cada vez más hondo y que se iba enterrando. Y el dios guerrero, el venado, dijo: “no me estoy enterrando, estoy brotando”. Y nadie entendió qué era lo que pasaba.

Después llegó el yori, el rico, y volteó nuestro mundo. Hizo que el que tuviera el bastón de mando —el gobierno— se convirtiera en un mal gobierno. Y empezará a mandar. Y obligó a los pueblos, a todos los pueblos indios de nuestro país que es México a obedecer. Pero antes no era así.

Y ese rico empezó a servir, ese mal gobierno empezó a servir al que tiene mucho y a hacerle daño y a lastimar a los pueblos indios de este país y a sus gentes, a sus hombres y mujeres.

Vieron los dioses que estaba saliendo mal el asunto y decían: “¿qué es lo que está pasando?, que no sabemos qué pasa, ¿por qué estos pueblos aceptan que alguien de fuera los mande?”.

Y entonces no supieron qué hacer y se reunieron hace muchos años los pueblos indios de México, y sacaron el acuerdo de que no habían estado cabal, que algo les faltaba en el cuerpo, en el corazón, en la sangre.

Y encargaron a uno de los pueblos indios de la costa del Pacífico, que buscara remedio. Empezaron a ver cómo le iban a hacer, y vieron que se necesitaban: la dignidad, el respeto a uno mismo, el respeto a la raza y el respeto al diferente.

Y acordaron que había que juntar esa sangre y repartirla lo más que se pudiera, para que se levantara el yoreme, el maya, el purépecha, el huichol, el tarahumara, el raramuri, el o’odham, el comca’ac, el pima, para volver a exigir su derecho.

Y salió una flecha de territorio del Pacífico de los pueblos indios e hirió al sol cuando más cansado estaba, cuando ya había caminado todo el día y estaba por acostarse, y lo hirió en un costado, en el sol, y empezó a sangrar.

Esa sangre se juntó en una gran nube, que luego fue exprimida, apretada sobre el territorio, las montañas de todo el país en México, y empezó a salpicar sangre —dignidad se llamaba—, empezó a salpicar sangre entre toda la gente de abajo. Pero no a todos les alcanzó: sólo algunos hombres y mujeres alcanzaron a pintarse con esa sangre de dignidad. Y por eso sabemos bien —ustedes y nosotros— que hay yoreme que tiene el corazón de yori, y hay yoris que tienen el corazón de yoreme.

Ésos que se quieren rebelar, ésos que tienen dignidad, son los que fueron manchados por esa sangre.

Llegó el momento. Dicen nuestros mas antiguos, nuestros más viejos, que si el yori volteó el mundo de cabeza y puso al que trabaja abajo, y al holgazán arriba —enriqueciéndose—, que tenemos que voltear el mundo otra vez, para que quede cabal. Y que queden arriba los pueblos y abajo los gobiernos. Que queden arriba los que manden y abajo los que obedezcan. Y entonces el jefe guerrero, el jefe venado, no se hundirá él en tierra, sino que empezará a emerger porque el mundo se volteó otra vez.

Eso es lo que nos cuentan y ese el mensaje que traemos nosotros.

Llegó el momento en que el mensajero, el gran mensajero que nosotros reconocemos, que es el Congreso Nacional Indígena —que tiene la sangre de todos los 62 pueblos que pueblan este país— nos una y nos ayude a unir otra vez el Río Mayo con el Río Jataté, la ceiba con la Isla del Tiburón del comca’ac, con la montaña desnuda de árboles, la pura roca del o’odham, con la montaña del pima, con el río del yaqui. Y podamos juntos levantarnos, voltear el mundo de cabeza y que se caigan de una vez, con ese movimiento, los que están allá arriba.

Dicen nuestros antiguos, nuestros ancianos, que cada vez que hay un cambio en el mundo desaparece una raza y que, hasta ahora, siempre desaparecen las razas de los pueblos indios. Dicen que en esta vez, la raza que tiene que desaparecer es la de los políticos y la de los ricos, para que podamos vivir nosotros.

En esos primeros mensajeros que hubo, que unían al pueblo yoreme con el pueblo maya, dejaban sus señales. Y esas señales están desapareciendo. Está muriendo el Río Mayo, está muriendo el río yaqui, la Isla del Tiburón quiere ser convertida en mercancía, la roca desnuda de los o’odham quiere ser vendida, la ceiba maya quiere ser asesinada.

Si eso desaparece, si esas señales que tenemos para caminarnos desaparecen, andaremos el resto de nuestra vida perdidos como si estuviéramos muertos, aunque hablemos, comamos, caminamos y durmamos.

Lo que estamos pidiendo pues, como zapatistas, como indígenas guerreros mayas al yoreme, es que nos unamos en el Congreso Nacional Indígena. Que juntos nos organicemos y volvamos a recuperar la tierra, que será recuperar la vida. La tierra del yoreme tiene que ser mandada por el yoreme, por nadie más. El fruto y la riqueza que tiene, debe ser para el pueblo yoreme, para nadie más. Es la última oportunidad que tenemos para salvar esta tierra, si no la defendemos morirá todo lo que ahora vemos, lo que tuvieron nuestros antepasados y lo que debieran tener nuestros hijos.

Ese es el mensaje que traemos compañeros y compañeras. Gracias.


Tomado de Encuentro Indígena
http://www.encuentroindigena.org/?p=11

Se exige la liberación de detenidos luego de desalojo en Montes Azules

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 21 de de agosto (apro).- En distintos comunicados, organizaciones civiles y simpatizantes del EZLN, condenaron el desalojo de comunidades asentadas en la reserva de la biosfera de Montes Azules, exigieron la liberación de los detenidos e hicieron un llamado al gobierno estatal para poner fin al hostigamiento en la zona.

Adherentes a La Otra Campaña en la región de Candelaria, así como la Asociación Rural de Interés Colectivo-Independiente (ARIC-I), denunciaron que el gobierno estatal y federal “embistieron” a los habitantes de esas comunidades porque éstos condenaron la violencia y el desalojo de los indígenas.

Por su parte, la Asociación Rural de Interés Colectivo-Independiente-Unión de Uniones-Independiente y Democrática (ARIC-UU-ID), hizo publica su preocupación por el estado de tensión, incertidumbre e inseguridad que priva en la zona, luego del operativo policíaco instrumentado para desalojar los poblados San Manuel y El Buen Samaritano.

En un comunicado, dijo que “respetamos el proceso de negociación que mantenemos en la mesa de negociación agraria-ambiental, y pedimos respeto hacia nuestra organización y a las comunidades que representamos para la resolución de la regularización de los poblados: San Antonio Miramar, Nuevo San Gregorio, Ranchería Corozal, Salvador Allende y Guadalupe Tepeyac”.

Explicó que actúan en el marco de la defensa del derecho a la tierra y al territorio de los pueblos indígenas y con base en los artículos 13-19 del Convenio 169 de la OIT, ratificados por México en 1991.

A su vez, la ARIC-I y los adherentes a La Otra Campaña reclamaron la liberación de campesinos presos luego del desalojo, entre ellos Mario López Gómez, Feliciano López Hernández, Juan López Gómez, Tomás López Gómez, Daniel Gordillo Trejo y Jesús Gordillo Trejo. Todos se encuentran en los separos de la Fiscalía General del Estado (FGE) de la capital chiapaneca.

Isaín Mandujano. Tomado de la Revista Proceso
http://www.proceso.com.mx/noticia.html?sec=2&nta=53279&nsec=Estados

Hostigan y amenazan a indígenas adherentes en Guerrero

21 de agosto de 2007, Ayutla, Guerrero, México.

En peligro la vida de nuestros compañeros Fortunato e Inés, quienes con valor y dignidad han denunciado el abuso del ejército federal en la sierra mepha`a de Guerrero.

El contexto:

Inés Fernández Ortega y su esposo Fortunato Prisciliano son miembros de la Organización de Pueblo Indígena Mepha´a de Ayutla de los Libres y adherentes a la “Otra campaña”.

A Inés Fernández Ortega, el 22 de marzo de 2002 fue atacada y violada por tres soldados del ejército federal. Los “guachos” entraron a su casa de madera y tierra para interrogarla acerca de una carne que estaba colgada fuera de la casa y que según los soldados era robada, después fue interrogada sobre el paradero de su esposo y después fue ultrajada por los soldados. Posteriormente, Inés Fernández y Fortunato Prisciliano denunciaron ante las autoridades locales la violación e inicialmente se abrió una investigación en el Ministerio Público de Ayutla de los Libres, en el Estado de Guerrero. Sin embargo, las autoridades militares no tardaron mucho en atribuirse la jurisdicción del caso y en 2003 el fiscal militar recomendó cerrar las investigaciones. Según los informes, ese mismo año soldados del ejército mexicano intimidaron a la pareja y acosaron a otros vecinos de Ayutla.

Sin embargo Inés y Fortunato, con el apoyo de la organización, no han dejado de luchar por obtener justicia. Como parte de su digna lucha, en octubre de 2006, su caso fue aceptado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con lo cual están muy cerca de sentar al ejército mexicano en el banquillo internacional de los acusados por violar los derechos humanos de los civiles y de los pueblos indígenas. (Pueden encontrar información adicional en AU 33/03, AMR 41/004/2003, del 3 de febrero de 2003, y en el informe de Amnistía Internacional, Mujeres indígenas e injusticia militar. AMR 41/033/2004, de noviembre de 2004.)

Los Hechos:

A partir de que la Corte Interamericana acepto su caso y que los compañeros mantienen dignamente su voluntad de seguir luchando, han sido objeto de múltiples agresiones y amenazas que están poniendo en riesgo su integridad física y mental, e incluso su vida.

El 30 de junio de 2007, Fortunato Prisciliano, que durante este año tiene cargo comunitario como policía del pueblo, fue golpeado frente a la Comisaría una persona que sirve de guía al ejército federal cuando patrulla las cercanías de la comunidad de Te Cuani (cerro de tigre), de donde es originario. Mientras Fortunato era golpeado, el agresor le mostró una pistola que llevaba oculta bajo la ropa y le dijo: “Si intentas decir algo aquí te traigo tu comida lo que estás denunciando con tu esposa Inés en contra de los guachos es mentira, y ya sabemos que hasta Estados Unidos vas a ir, pero no te va a servir de nada porque es mentira lo que estás diciendo.”

Los compañeros denunciaron el ataque ante el jefe de la policía municipal, quien ordenó al agresor presentarse en la Comisaría Municipal. Éste se disculpó y explicó que estaba borracho. Sin embargo, después de esto han proseguido el acoso y las amenazas. El 27 de julio, se le acercó el tío del hombre que le había pegado y amenazado y le dijo: “Deja de chingar a los guachos, sabemos que quieres ir hasta a Estados Unidos a denunciarlos, y si no paras algo feo te puede pasar.” El 1 y 3 de agosto de 2007, nuevamente lo amenazaron diciéndole: “Hijo de tu chingada ya deja de decir que a tu esposa la violaron los guachos ya te dije que te vamos a partir tu madre, ya ves como te hizo de por sí [mi sobrino]. Ya te dije deja de chingar con eso o te va a pasar algo feo, no bastó con lo que te hizo [mi sobrino] y sigues chingando con los guachos.”

Por estos hechos tememos por la integridad física y mental de nuestros compañeros. Vemos que estos hechos se están realizando con la clara intención de que Inés y Fortunato abandonen su lucha y no se presenten al juicio internacional en el cual exhibirán al ejército mexicano como violador de los derechos humanos, en contra de la clara y completa impunidad que siempre ha tenido el ejército federal en nuestro país y del discurso oficial que lo presenta como institución ejemplar y respetuosa de los derechos humanos. Además estos hechos se suman la creciente militarización y violación a los derechos humanos que desde hace años, en especial el última año, ha implementado el estado mexicano y su ejército en contra de las comunidades indígenas organizadas en la sierra de Ayutla Guerrero, como lo hemos denunciado en su momento.

Organización del Pueblo Indígena Mepha´a.
Coordinadora Costa- Montaña.


Tomado de Enlace Zapatista
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/denuncias/796/

¿Dónde están los campesinos que apoyan La Parota?

Después de la asamblea del 12 de agosto convocada por común acuerdo, entre el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota (Cecop) y los miembros del comisariado de bienes comunales de Cacahuatepec en la comunidad de Agua Caliente, quedaron evidenciadas todas las mentiras y triquiñuelas promovidas de manera irresponsable por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y las autoridades del estado, encabezadas por el gobernador Zeferino Torreblanca.

Depositaron su confianza y su dinero en operadores políticos que sólo saben acarrear y manipular a los campesinos. Creyeron que sacando la asamblea de Cacahuatepec, donde se encuentra el bastión más grande de los opositores, iban a inhibir su participación y a favorecer el desplazamiento mayor de campesinos provenientes de otros núcleos agrarios, que son clientelas seguras de líderes corruptos.
Las autoridades dieron su aval al diálogo propuesto por el Cecop y apoyaron a regañadientes el nuevo giro que se le dio a la asamblea, de garantizar el derecho a la información y la consulta a los campesinos, porque calcularon en todo momento que su poder de cooptación y compra hacia la población campesina estaba asegurado y cubriría con creces sus expectativas de triunfo.

El interés de las autoridades no se centró en garantizar los derechos reclamados por los mismos campesinos, sino en la implementación de una estrategia que asegurara la aprobación del proyecto hidroeléctrico.
No es gratuita la descalificación a priori que hicieron las autoridades del estado sobre el informe que presentó Amnistía Internacional denominado: México, derechos humanos en peligro: proyecto presa La Parota. También se incomodaron por la visita que hizo Irene Khan, su secretaria general, a familias de campesinos que corren el riesgo de ser afectadas por la hidroeléctrica. La postura de la prestigiada defensora de los derechos humanos fue clara y sin medias tintas: el gobierno mexicano, la CFE y las autoridades federales, estatales y locales deben garantizar a los campesinos una participación genuina en la toma de decisiones que afecten al ejercicio de sus derechos humanos, deben de reducir el clima de tensión y violencia en la región y deben acatar las órdenes del Tribunal Unitario Agrario.

Queda claro que no hay interés de las autoridades por atender las recomendaciones de los organismos internacionales de derechos humanos, por el contrario se distorsiona el sentido profundo de su trabajo y de su visita. Es sintomático que también el gobernador de Oaxaca haya descalificado el informe que Amnistía Internacional presentó sobre las graves violaciones a los derechos humanos de los luchadores sociales, al grado que afirmó que su informe había sido elaborado por la APPO.
La visión racista que campea en el ámbito gubernamental, de que el campesinado es gente ingenua, dócil y de bajo raciocinio es la que explica las actitudes autoritarias de los funcionarios públicos y que son parte fundamental en el comportamiento de la gente de la CFE. Por eso entraron a los territorios de los campesinos sin brindarles información, mucho menos para pedirles permiso. Nunca les ha interesado realizar un trabajo serio y comprometido con los pueblos, más bien, le han apostado a lo más fácil; cooptar líderes, granjearse la voluntad de los campesinos con la construcción de obras, comprar conciencias, descalificar a los opositores; tratarlos como minorías insignificantes y como macheteros rijosos, y al mismo tiempo, perseguirlos y encarcelarlos.

Para no quedarse sin armas ni recursos jurídicos, ante el triunfo contundente del Cecop, logrado limpiamente en el Tribunal Unitario Agrario (que anuló las asambleas espurias de San Marcos, Dos Arroyos y la Palma), la CFE y el gobierno del estado, intentaron dar el madruguete al solicitar la reposición de la asamblea de Cacahuatepec, en la comunidad de San Juan en primera convocatoria, y en El Bejuco para la segunda convocatoria, calculando que los opositores no llegarían o estarían en franca minoría.
Las autoridades nunca imaginaron que los opositores iban a ser capaces de tomar el mando y la iniciativa (en el mismo territorio del presidente del comisariado) para desplazar a los funcionarios y emplazar a los miembros del comisariado al diálogo, con el fin de diseñar una forma diferente de planear el trabajo colectivo, privilegiando los intereses y las opiniones de los campesinos.
En este ejercicio democrático quedó demostrada la vocación pacifista de los campesinos, su respeto a la diversidad de opiniones y su plena disposición para llegar a un entendimiento. No hubo avasallamientos, por el contrario, hubo receptividad y capacidad de escucha, se supo ceder en razón de los intereses más altos de los comuneros, y los mismos del Cecop, que plantearon desde un principio que la asamblea se realizara en Cacahuatepec, supieron atender la propuesta del comisariado y acordaron realizarla en Agua Caliente.

En todo este tiempo abundaron las opiniones de las autoridades estatales, representantes de partidos políticos, organizaciones sociales, presidentes municipales, diputados locales, diputados federales, autoridades eclesiásticas, académicos, etc., todos y todas en la misma línea de que son los campesinos los que tienen el pleno derecho de decidir sobre la construcción o no de la presa hidroeléctrica La Parota. Hubo un reconocimiento y un apoyo expreso a esta capacidad mostrada de los campesinos simpatizantes y opositores para realizar una asamblea por usos y costumbres, que fuera garante de la participación de todos los habitantes.
Todo iba bien hasta que se realizó la asamblea esperada por todos, donde el veredicto de los campesinos fue inapelable: ¡No a la Parota! Más de tres mil comuneros se expresaron de manera libre, pública, pacífica, legal y unánime por la negativa.
¿Qué pasó entonces con los campesinos que supuestamente simpatizaban con el proyecto hidroeléctrico? Exactamente no sabemos qué se cruzó por sus mentes, simplemente vivieron la experiencia de un diálogo público y directo. Sopesaron el momento y constataron que estaban sin el respaldo de sus líderes que los obligaron a ir, sin saber lo que tenían que hacer o decir. Se tornaron invisibles ante la firme posición de los opositores, cambiaron de opinión, y al final se adhirieron al sentir de los que con ahínco defendían sus tierras. Constataron la postura inflexible y poco convincente del señor Eugenio Laris, quien siempre intentó sobreponerse a su visible nerviosismo. Nunca pudo allanar el camino para entablar una comunicación abierta, sencilla y respetuosa, más bien, se enganchó con los reclamos de los opositores y perdió la oportunidad para demostrar con claridad y contundencia las bondades del proyecto hidroeléctrico para las comunidades campesinas.

En estos momentos de prueba es como la gente se siente obligada a definirse y a tomar decisiones trascendentes: a partir de lo que es más significativo para sus vidas, lo que les garantiza su futuro y lo que les da certidumbre para seguir siendo campesinos. Pesa mucho la visión pragmática de la gente del campo, su lógica comunitaria, su ethos, sus valores y su cosmovisión.
En esta perspectiva, qué relación o significado puede tener para la vida concreta de los campesinos, la construcción de una presa, para que supuestamente haya agua en Acapulco, mientras en su casa y en su comunidad no tienen. De qué les sirve que se genere más energía eléctrica, si en sus casas no podrán disfrutar de un buen servicio, porque no tienen dinero suficiente para pagar tarifas altas.
Antes y después de ésta y las otras asambleas, las autoridades han hablado de la población campesina que apoya el proyecto, sin embargo, en todo este proceso de lucha, los simpatizantes no aparecen como un movimiento con presencia y voz propias. Más bien son suplantados por transportistas de la CTM, por algunos líderes estatales del PRD, por el gobernador, el secretario de gobierno, los empresarios, la CFE, los investigadores contratados por la CFE y otros más. Lo paradójico es que quienes han enarbolado la causa de los campesinos simpatizantes, no son ellos, sino la alta burocracia gubernamental y empresarial que vive del erario público. La obsesión por querer imponer este proyecto los ha llevado a erigirse en jueces y a suplantar a las autoridades competentes, mostrando una visión obcecada y abyecta sobre el conflicto de La Parota, que debe ser tratado desde el sentir profundo de los pueblos y desde la perspectiva de los derechos humanos.
Por más vueltas que se le de al caso de La Parota, las autoridades no dejan que los campesinos decidan, sean opositores o simpatizantes.

20 de agosto de 2007
Tomado de Tlachinollan. Centro de Derechos Humanos de la Montaña
http://www.tlachinollan.org/notart/notart070820.htm

Dean, el ciclotón

México, D.F., 21 de agosto (apro).- “Monstruo”, “catastrófico”, “devastador” fueron algunos de los adjetivos reiterados a través de los medios masivos –especialmente las cadenas televisivas-- durante la cobertura informativa del huracán Dean. Todo hacía pensar que seríamos testigos de imágenes apocalípticas, marejadas, inundaciones, miles de damnificados, muertos en medio de los grandes hoteles, poblaciones inundadas por la furia marina.

Afortunadamente, el fenómeno meteorológico, a pesar de ubicarse en una categoría propia de un ciclón, no generó un desastre mayor y los malos augurios no se cumplieron.

El problema fue otro: fue la construcción de una percepción de vulnerabilidad y peligro en la Península de Yucatán, a partir de la exageración y la saturación mediáticas.

Desde el fin de semana, las grandes cadenas televisivas nacionales e internacionales operaron como el segundo huracán que invadió la Península de Yucatán. Un despliegue mediático nunca antes visto comenzó a generarse en Chetumal, la pacífica capital de Quintana Roo, con apenas 160 mil habitantes, que se convirtió no en el ojo de un huracán, sino en el set televisivo de un reality que iba a mostrarle al mundo, en vivo y en directo, el espectáculo de la destrucción.

Hubo pobladores de Chetumal que protestaron ante las exageraciones de los comentaristas televisivos.

Lo espectacular de los fenómenos meteorológicos se ha convertido en parte del prime time y de la mecánica de construcción de rating para los tele-noticiarios. En la cobertura de los desastres lo menos importante es el desastre mismo, sino el hecho de que “la televisión estuvo ahí”. La subjetividad de los conductores y comentaristas “estelares” se impone y se olvida el registro riguroso de los hechos. La sensiblería y las frases tremendistas sustituyen a una cobertura más mesurada y ponderada de los sucesos en torno a un huracán. Los enlaces en vivo se transforman en una especie de teletón, donde cada una de las cadenas luce sus avances tecnológicos y si pudieran “entrevistan” al huracán, pero ignoran el punto de vista fundamental: el de los propios afectados y el contorno ecológico y urbano.

Para las cadenas televisivas mexicanas y norteamericanas, Dean ofrecía todas las características de un gran “show” televisivo: se dirigía hacia las zonas turísticas más famosas del Caribe, en una de las temporadas más elevadas de afluencia de turismo norteamericano. Los registros meteorológicos reportaban un fenómeno de alta peligrosidad con capacidad para destruir la ya de por sí afectada zona hotelera de Cancún. Podía ocasionar un desastre ecológico mayor y miles de damnificados en las costas y en las zonas más pobres de la Península de Yucatán (algo que, por supuesto, no importó demasiado a los comentaristas).

Con insistencia y hasta el hartazgo, los informativos competían para señalarnos la “categoría”, la fuerza de los vientos, los pronósticos devastadores (algún conductor televisivo llegó a pronosticar la “desaparición” de Chetumal), las innumerables pesadillas por venir y el tratamiento de un huracán como si fuera un monstruo posmoderno.

Afortunadamente, los daños de Dean estuvieron muy lejos de los pronósticos telegénicos. El espectáculo de la destrucción no se impuso. Finalmente, las medidas de protección civil y la cultura de prevención que han adquirido miles de habitantes de las zonas afectadas por el paso de Wilma, Isidoro, Emily y Gilberto evitó pérdidas humanas o daños más cuantificables.

Quizá la cobertura televisiva podría aprender más de esta cultura de la prevención que del insistente y hasta ofensivo culto a las imágenes destructivas que parecen formar parte de la máquina hacedora de audiencias.

Jenaro Villamil. jenarovi@yahoo.com.mx
Tomado de la Revista Proceso
http://www.proceso.com.mx/analisis_int.html?an=53283

Bush-Lula: Alianza para controlar mercado mundial de bioenergía

Por Leonardo Boff

Si alguien ha imaginado que el presidente estadounidense George W. Bush visitó este mes Brasil inspirado en las advertencias del informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) acerca del irrefrenable calentamiento de la Tierra, está equivocado. En este campo Bush es un analfabeto, y su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva es insensible.

Dos motivos han sido los principales impulsores de Bush: uno geopolítico y otro energético, derivado de la extraordinaria abundancia de biomasa en América Latina y particularmente en la Amazonia.

En su primer mandato, Bush no otorgó importancia geopolítica a esta región. Pero en los últimos años, los pueblos de la región han elegido gobiernos de centro-izquierda o de izquierda con fuerte preocupación social. El tema social, junto al del desarrollo, adquirió centralidad. Este hecho despertó viejos sueños adormecidos sobre la proyección de América Latina en el escenario mundial.

El anhelo bolivariano de la Patria Grande o el de Nuestra América de José Martí, con fuerte acento antiimperialista y antiestadounidense vuelve hoy a ocupar el imaginario político de muchos ciudadanos. La fuerza carismática del presidente venezolano Hugo Chávez, en buena parte, estriba en este ensueño continental.

El gobierno estadounidense, en principio, no se opone a estas ideas. Pero quiere que se realicen sin romper los lazos bilaterales tejidos durante decenios. Bush puede aceptar la integración latinoamericana siempre que sea a la manera de Lula, no a la de Chávez, que no alimente sentimientos antiestadounidenses y no sea contraria a sus intereses.

El segundo gran tema es que hay que descubrir alternativas al petróleo, que tiene los días contados entre 2030 y 2040. Es la sangre del sistema mundial. ¿Qué matriz energética lo sustituirá? En este plano Brasil es líder mundial. Gran parte de su energía es limpia, de origen hidroeléctrico, mientras 29 por ciento proviene de biomasa (que a escala a mundial sólo representa 11 por ciento) que explota de una docena de leguminosas, especialmente en las regiones amazónica, pre-amazónica y el Nordeste.

Pero el gran experimento brasileño es el etanol extraído de la caña de azúcar. En 1975, después de la primera gran crisis del petróleo, se inició el llamado Programa Pro Alcohol, con una tecnología propia, para obtener combustible alternativo a la gasolina. Hubo períodos en que el etanol movía 80 por ciento de la flota automotriz nacional. Cuando cayó el precio del petróleo, el proyecto se enfrío. Pero con las subas de los últimos años se ha reforzado poderosamente.

Ahora Brasil produce 16 mil millones de litros, casi todos consumidos internamente. El auto flex fuel, que funciona con gasolina o alcohol, es una marca brasileña registrada. En 10 años harán falta otros 12 mil millones de litros anuales para alimentar la expansión de la flota de flex fuel cuya tecnología ha sido exportada a países como Japón.

Brasil tiene alrededor de 90 millones de hectáreas cultivables, más 200 millones para el pastoreo de ganado. La agricultura ocupa sólo 62 millones de hectáreas de las que seis millones están dedicados a la caña de azúcar, mitad para producir etanol y la otra mitad para obtener azúcar. Hay potencial para agregar algunos millones de hectáreas a la producción de etanol sin sustraerlas a la selva o a los cultivos alimentarios. Se prevé la producción de 28 mil 400 millones de litros para 2017, además de 10 mil 300 millones exclusivamente para exportación.

Estados Unidos posee desde 2001 bio refinerías y su objetivo es sustituir 30 por ciento del consumo de petróleo en 2030. Obtiene el alcohol del maíz, con una productividad por hectárea dos veces menor que la de la caña de azúcar. El costo subsidiado por litro es de 30 centavos de dólar, contra 22 centavos en Brasil. Esto explica el impuesto de 14 centavos por litro aplicada a la importación del etanol brasileño para proteger a sus propios productores.

Ante esta realidad, Bush se ha acercado a Lula para ofrecerle una asociación bilateral. No se firmó un tratado, sólo un memorándum que prevé la transferencia tecnológica recíproca, la fijación de un patrón técnico común del etanol y la creación de usinas de biocombustibles en países de África, América Central y el Caribe.

Las Naciones Unidas lanzaron el 2 de marzo el Foro Internacional de Biocombustibles para dar los primeros pasos hacia la organización del mercado internacional del producto y otorgarle reglas y patrones técnicos comunes a fin de convertirlo en una materia prima a nivel mundial. El Foro reúne a Brasil y Estados Unidos, productores de 70 por del etanol mundial, y a China, India, Sudáfrica y la Unión Europea.

Bush y Lula han percibido el potencial de esta energía limpia, decisiva en el futuro próximo. Estados Unidos y Brasil se proponen ser los dos grandes actores del mercado de la bioenergía.

Queda pendiente una gran cuestión que probablemente no inquieta a los dos presidentes. ¿No es urgente cambiar el presente modelo de civilización? La solución encontrada por Bush y Lula sólo lima los dientes del lobo, pero deja intacta su ferocidad.

El 4 de marzo, el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso publicó un artículo de alerta: "La más grande amenaza para la humanidad es el efecto invernadero. Pero el problema más amplio es si las prácticas occidentales, al generalizarse, permitirán la convivencia pacífica entre el hombre y la naturaleza y, al límite, entre los hombres." He aquí formulada la demanda de una verdadera revolución en los corazones y en las mentes sin la que no podremos evitar las consecuencias devastadoras de los cambios climáticos en curso.

Sobre estos graves asuntos los jefes de Estado, como anunció el presidente Jacques Chirac, deberán discutir para adoptar transformaciones profundas. Esta vez no habrá un arca de Noé que salvará a algunos y dejará perecer a los demás. O nos salvamos todos, o ninguno.

Teólogo de la liberación y miembro del Comité Internacional de la Carta de la Tierra.
Tomado de Tierrámerica
http://www.tierramerica.info/nota.php?lang=esp&idnews=32&olt=5

Tragedia y oportunidad

La tragedia que asola Perú exige una reacción inmediata y generosa de los gobiernos y de los pueblos. Nada hay más urgente que salvar vidas y atender las necesidades básicas de los damnificados. Pero, además, el fuerte sismo de 7,9 en la escala de Richter que afectó a extensas zonas y ha dejado hasta el momento un saldo de al menos 503 personas muertas, más de 1000 heridas y 35.000 viviendas destruidas, debe mover a la reflexión sobre el hecho de que, como casi siempre, son las poblaciones empobrecidas las víctimas de los desastres naturales.

Tradicionalmente, en los países del Sur los desastres han sido y son considerados como hechos puntuales, inevitables e inesperados, generados por la acción extrema de la fuerza de la naturaleza y en consecuencia su estudio se ha centrado en los impactos causados, no en la prevención, así como en un enfoque fisicalista, es decir de observación y estudio de los fenómenos naturales considerados como causantes: seísmos, crecidas de ríos, huracanes, maremotos, tifones, erupciones volcánicas, etc. Esta visión todavía está vigente, de forma interesada. En coherencia con esta visión simple del problema, los esfuerzos institucionales en la atención a las catástrofes se centran habitualmente en acciones de emergencia posteriores como respuesta a los daños, para volver a reconstruir en el mejor de los casos, así como en el monitoreo y la vigilancia de los fenómenos naturales. Este enfoque es completamente insuficiente. No se pregunta el por qué del desastre ocurrido, a partir de un análisis que compare los daños causados por un mismo fenómeno en Estados Unidos, en Japón o en el Caribe, por ejemplo. Una observación crítica nos da rápidamente la idea de que, según el contexto nacional o regional, según los factores sociales, un mismo desastre natural afecta de muy distinta manera. La vulnerabilidad ambiental está íntimamente conectada a la vulnerabilidad social.

La vulnerabilidad social se refiere a la condición en virtud de la cual una población está expuesta a sufrir daños por la ocurrencia de un fenómeno natural o con intervención humana. Pero la vulnerabilidad hace referencia, también, a la capacidad de una población para recuperarse de un desastre. La vulnerabilidad no es, por supuesto, algo estático, sino dinámico y cambiante en función de la atención que se preste a la superación de la pobreza, del desorden territorial, del ataque al medioambiente, de la acción de las constructoras, de los deforestadores profesionales y espontáneos, etc. Por otra parte, las amenazas de catástrofe son distintas: no son de la misma naturaleza las inundaciones que los movimientos sísmicos, una erupción volcánica que una epidemia, una sequía que un incendio, etc. Hay amenazas naturales como tornados, granizadas, seísmos, etc. y amenazas tecnológicas como la contaminación, escapes de sustancias tóxicas, explosiones, etc.

Lo ocurrido estos días en Perú por el fuerte seísmo de magnitud 8 en la escala de Richter tiene una dimensión socio-natural, por más que la causa sea la colisión entre dos placas tectónicas -la continental y la de Nazca- que están en tensión permanente y son responsables de todos los seísmos que tienen epicentro frente a las costas. Precisamente porque se trata de una zona de riesgo el gobierno peruano debería tener una política de Estado de prevención en materia de ordenación territorial, arquitectura y asentamientos de poblaciones. El movimiento de las placas tectónicas en Japón, en particular el choque de la placa del Pacífico con la de Filipinas, hace que las islas tengan una gran inestabilidad geológica. Esto produce unos 1.500 seísmos al año y frecuentes erupciones volcánicas, sin embargo las consecuencias en pérdidas humanas y físicas son escasas. El número de víctimas está vinculado a un modelo de desarrollo, pero también a la ineficacia de los gobiernos. Las miles de casas enterradas en Pisco eran completamente vulnerables. Igual ocurrió hace unos años en Centroamérica con el huracán Mitch. En aquella tragedia murieron unas 20.000 personas de las que el 70% vivían en la extrema pobreza. No es que las catástrofes conspiren contra el desarrollo, sucede que son parte del problema de un determinado modelo de desarrollo que reproduce la pobreza estructural, la depredación ambiental y una inadecuada concentración poblacional derivada de la marcha del campo a las ciudades.

En la región Andina como en el Caribe o en Centroamérica se pueden señalar algunos factores o causas que hacen que veamos con claridad como en la base de la vulnerabilidad por causas naturales se encuentra la vulnerabilidad social:

1. Bajos niveles de desarrollo humano con elevados índices de pobreza, desnutrición y analfabetismo. Esto implica bajo nivel de capital humano y de organización comunitaria.

2. Inexistencia del Estado en las zonas deprimidas. Concentración de sus recursos, negativa a una descentralización con recursos económicos y técnicos que de a los municipios capacidad de prevención ante desastres y de acción social.

3. Falta de ordenamiento territorial y de planificación urbana, y mal manejo de las cuencas hidrográficas. No hay normativas que impidan construir en zonas de riesgo, o si las hay son violadas sistemáticamente por las constructoras y/o la acción espontánea de migraciones procedentes de áreas rurales. Los asentamientos humanos carecen de infraestructuras, conductores subterráneos de aguas, falta de electrificación, ausencia de muros de seguridad, etc.

4. Elevada deforestación y manejo no sostenible del territorio. Aquí se dan dos circunstancias: la acción espontánea de la población más pobre en busca de leña, y la permisibilidad con que grandes compañías talan bosques, hacen contrabando de madera, y empresas mineras excavan indiscriminadamente. Deforestación también de manglares costeros que protegían al territorio de maremotos.

5. No hay sistema nacionales y locales para la prevención de desastres, en unas regiones con bastantes placas tectónicas, gran cantidad de volcanes en activo, fallas, periódicas visitas de tifones y tormentas, etc. Se actúa siempre posteriormente y generalmente con una muy mala organización de la ayuda de emergencia. Ahora mismo en Perú la acción del gobierno de Alan García es caótica, la ayuda no llega a las zonas rurales afectadas y en las que reina la desesperación.

6. Miles y miles de viviendas, barriadas, construidas en zonas de alto riesgo. En laderas de suelo inseguro, sobre antiguos cauces de ríos, en las cercanías de volcanes.

7. Fuerte concentración de la propiedad tierra que empuja a nuevas migraciones hacia los suburbios de ciudades, e implica una explotación intensiva de tipo industrial.

Para las ONGs, por lo menos para un buen número, estos desastres abren una oportunidad: la de transformar el modelo de desarrollo. No se trata de una mera reconstrucción sobre los mismos parámetros. El Desarrollo Humano Sostenible no puede esperar. A él deben aplicarse los organismos multilaterales, las instituciones públicas y los gobiernos. Sucede, sin embargo, que para ello hay que partir de ver a las víctimas no sólo como gentes que piden ayuda desesperada, sino como personas que tienen derechos, que exigen derechos, frente a los cuales tenemos obligaciones. En primer lugar han de ser los gobiernos de sus propios países; los parlamentos que han aprobado cartas constitucionales y contratos sociales que no cumplen. En segundo lugar los países ricos encabezados por los gobiernos, así como las instituciones internacionales, todos ellos implicados en un orden injusto. En tercer lugar nosotros mismos, la sociedad mundial.

Es desde esta perspectiva de los Derechos Humanos indivisibles que las ONGs emplazan a los gobiernos y a Naciones Unidas y sus agencias a que den cumplimiento a los convenios y pactos internacionales (Cumbre del Milenio) para la erradicación de la pobreza, de la vulnerabilidad ecológica y social, además del alivio sustancial a la deuda externa y la consolidación de la democracia. Pero, somos escépticos. Generalmente los acuerdos internacionales en estos puntos, hechos bajo la presión de las ONGs y de las sociedades civiles, caen en saco roto. Los gobiernos más poderosos y las grandes instituciones inter-gubernamentales y financieras no ven, no asumen los derechos económicos, sociales y culturales de las gentes. No desean combatir la polarización de la riqueza, el monopolio del suelo y de la tierra.

Mucho es lo que hay que cambiar para que un nuevo seísmo en Perú o donde sea no vuelva a hacer tanto daño. Que la tragedia se vuelva oportunidad.


Iosu Perales
ALAI, Tomado de América Latina en Movimiento
http://alainet.org/active/19168&lang=es